Capítulo 6: Los corazones sin rumbo se llaman uno al otro en una lejana realidad

299 22 15
                                    

  ¡Muy buenas noches! Creo que nos hemos estado leyendo mucho estos últimos días XD Pero cuando estoy inspirada soy capaz de escribir mucho en poco tiempo; es un mal que me ocurre seguido y la razón de por qué tengo historias de más de 100 capítulos. Pero bueno, dejando eso a un lado, con este capítulo conocerán al tío que flechó a Soyo, cómo Sougo conoce los celos y presenciar que el karma existe para todos jajaja. ¿Ya vieron los raw del capítulo de la siguiente semana? Joder, es algo hermoso y me ha dado algunas ideas –debe alejarse del fandom pero ya-. Gracias por su apoyo  y no salir huyendo de aquí XD ¡Disfruten, y nos leemos después!  

*-*-*-*

No había elegido el mejor día de la semana para pasar a comprar los materiales escolares que le hacían falta para su proyecto de clase. Lo supo en cuando contempló que el cielo se había ennegrecido por esas tumultuosas nubes que no demorarían en dejar caer sus frías y numerosas gotas de lluvia; pero al menos agradecía llevar consigo un paraguas por lo que no debería tener problema con ello.

Visitó un par de papelerías, pudiendo reunir todo lo que requería. Y lo había hecho en el tiempo exacto que no requeriría usar su parasol.

—Al menos he podido conseguir todo. Así mañana podré empezar con el trabajo que el profesor nos ha dejado —estaba tan concentrada visualizando el mañana que no se percató del instante en que su transitar por la calle se vio totalmente obstaculizado—. ¿Umm?

—Pero miren lo que tenemos aquí, ¿no es una bonita señorita de la Preparatoria Gintama?

—Sí, sí, estoy seguro de que ese uniforme pertenece a esa escuela.

—¿Y qué es lo que hace una señorita como tú, caminando sola, a estas horas de la tarde? —preguntaba burlonamente el tercero de los cinco ahí presentes.

—¿No te han dicho que no deberías andar sola por aquí? Es bastante peligroso.

—Pero hoy estás de suerte. Porque nosotros nos encargamos de escoltar a las gatitas como tú hasta sus hogares —Soyo supo de inmediato que ese grupo no eran más que unos malhechores que estaban buscando más que su dinero, divertirse con ella.

—Y-Yo...ya me tengo que ir. De modo que si me disculpan —dio media vuelta, con toda la intención de retirarse pero uno de ellos la cogió por el brazo. Estaba atrapada y no parecía existir modo de escapar—. ¿Por qué tenía que pasar esto cuando Kagura-chan no está conmigo?¿Es que la razón por la que siempre se meten con ella cuando salimos de clases es por mí? —y es que ahora que lo pensaba ella era una persona que no podía ir sola por ahí, sin protección, porque muchos deseaban ponerle una mano encima para perjudicar a su hermano—. Debí de haberle hecho caso a Kagura-chan y no venir sola. ¡Soy una completa tonta!

—Ey, ¿de quién es ese estúpido perro? —espetaba uno de los tíos en cuanto contempló que un samoyedo estaba sentado frente a la pelinegra, clavando esos adorables ojos negros en ella, moviendo su cola de un lado para otro.

—No lo sé, pero quítenlo del camino. Lo que menos quiero es un animal estorbándome —demandaba otro antes de que uno de sus camaradas se encargara de patear al animal y hacerlo chillar de un modo horrible.

—¡¿Por qué han hecho algo tan terrible como eso?! Ese perro no les estaba haciendo nada malo —Soyo no toleraba los actos de crueldad hacia criaturas inocentes como los animales, por lo que no se quedaría callada, ni siquiera cuando tenía miedo de esos sujetos—. ¡Son detestables!

—¡Será mejor que te calles maldita mocosa!

El mismo hombre que la retenía, alzó su mano libre con la clara intención de callarla a la fuerza, de hacerle entender que quien mandaba era él y no su estúpida moralidad. Soyo, sabiendo de antemano lo que ocurriría, cerró sus ojos en un acto reflejo; sabía lo que vendría.

~Our Promise~ [CANCELADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora