Alborada

CAPITULO 6º: MARCANDO TERRITORIO:

Lucas se vio obligado a dejar la tienda cuando los clientes empezaron a entrar, Marc también tuvo que marcharse. Tenía que trabajar. Pero aún así sacó tiempo para mandarle un regalo y un mensaje a su amante.

Regalo que recibió antes de que Camila cerrara la tienda, Antia la miraba preocupada. Casi ni conocía a su amiga.

"Recuerda nuestra cita caperucita, te espero a las once en el aparcamiento del club. Te ayudaré a descubrir un mundo nuevo."

Así decía la nota, Camila la olió como si el trozo de papel oliese a su hombre. Sonrió sin darse cuenta y le mandó un mensaje al móvil.

"Estoy ansiosa por descubrir ese mundo contigo."

Después se quedó mirando la caja mientras su amiga echaba el cierre, cuando se dio la vuelta pudo ver la hermosa sonrisa que adornaba su rostro, era esa sonrisa que toda mujer enamorada tiene.

-¿No piensas abrir el regalo?- Preguntó Antia devolviéndola a la realidad.

Camila abrió la tapa y sacó un sexy vestido de polipiel negro, muy corto y de cuello alto. Un conjunto muy atrevido de ropa interior y unos impresionantes zapatos con estampado animal.

-¡Wow! ¿Dónde querrá llevarte ese hombre para querer que te vistas así? ¿Lo del divorcio va en serio amiga? ¿Estás enamorada de Marc?- Antia quería averiguar todo lo que le pasaba a su amiga por la cabeza.

-¡Wow frena! ¡Tú sí que te embalas! Lo del divorcio lo tengo muy claro An. El lunes iré a ver a un abogado.- Contestó Camila sin dejar de sonreír, su socia se preguntaba si se había vuelto loca. Lo que hacía unos días le hacía llorar a mares ahora parecía no importarle en lo absoluto, suspiró y le lanzó un aviso que parecía que ella no tenía en cuenta.

-Sabes que Lucas no se va a rendir tan fácil ¿verdad? ¿Sabes que luchará?-

-Ya no me importa, que pataleé, que sufra. Que ruegue, que llore. Ya me da igual. No le quiero más.- Contestó Cami sintiéndose muy segura de sus sentimientos hacia su marido.

-Contéstame una última pregunta, ¿estás enamorada de Marc?-

-No lo sé. Solo sé que me atrae, que me gusta, que me vuelve loca. Me hace sentir cosas que jamás sentí. Ni siquiera por Lucas. Así que voy a continuar esta historia a ver donde me lleva. No me preocupa el futuro.-

Salieron juntas por la puerta de atrás y se despidieron con un abrazo. Camila decidió ir a buscar su coche al club.

Se dirigió hasta la parada de taxis esperando no encontrarse con ninguno de los compañeros de su marido. Conocía algunos.

Una vez recuperado su vehículo se dirigió a su casa, antes de arrancar se puso a mirar el móvil. Dieciséis llamadas pérdidas de Lucas, no pensaba contestar.

"Que le den." Pensó con amargura, intuía que su infierno particular con él empeoraría cuando ella insistiera en la idea del divorcio.

Cuando llegó a su casa entró en la cocina pensando que hacer de cenar, pero luego se dijo a si misma que no tenía porque preparar la comida.

"Que aprenda a hacerse las cosas por sí mismo. Ya pronto yo no seré su esposa." Pensó con arrogancia.

Escondió la caja en el armario, se alegraba de estar sola. No sabía donde había ido Lucas pero no le importaba.

Se dio una larga ducha y después de untar su cuerpo con crema hidratante, poner la alarma para las nueve y media, se acostó dispuesta a dormir un buen rato. Le vendrían bien dos horas de sueño.