CAPITULO 14: LUCAS NO SE RINDE:

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Las dos hermanas cogidas del brazo subieron la calle para ir al lugar favorito de Camila. No hablaron en los diez minutos que les llevó llegar a la pastelería.

Disfrutaron de su mutua compañía, no se habían dado cuenta de lo mucho que se habían extrañado.

Cuando llegaron al local eligieron el lugar donde se sentaron y después de pedir unos cafés y unos pastelitos Aria le dijo a Camila:

-A ver hermanita desembucha, no te me vas a ir por los cerros de Úbeda.-

-Está bien, supongo que tengo que contarte y más después de que Lucas te ha hecho venir desde Alemania sin motivo. Pero no me interrumpas, supongo que sigues teniendo esa costumbre.- Pidió Camila a Aria.

Estuvo unos minutos callada, intentando ordenar su historia pero como no supo cómo hacerlo, ni supo como maquillarla para que su hermana no se impactara decidió contarla tal cual era:

-Verás, hace año y medio Lucas se empezó a distanciar de mí. No me miraba, no me tocaba. No hacíamos nada juntos. Yo me empecé a sentir sola, a agobiarme, empecé a necesitar algo que me diera adrenalina. Algo que me hiciera feliz. Entonces tomé una decisión alocada, empecé a trabajar en club nocturno como bailarina. Mientras Lucas trabajaba con su taxi yo bailaba. El primer mes fue tranquilo, pero luego conocí a Marc mi jefe. Ese me hombre me atraía como nunca me había atraído nadie. Pero lo evitaba, a pesar de lo que Lucas te haya dicho que no sé que es le fui fiel. Hasta que lo descubrí en el club donde bailaba besándose apasionadamente con Susana. Entonces me dije que si él faltaba el respeto de esa manera a nuestro matrimonio yo tampoco tenía que respetarlo.

Entonces acepté el trato de Marc, quemándonos, viviendo algo que jamás viví. Y me enamoré como nunca, hasta los huesos y hasta el alma. Decidí divorciarme y eso Lucas no lo acepta, le está volviendo loco el saber que ya no siento nada por él. Incluso ha llegado a zarandearme.-

Camila le enseñó a su hermana las marcas que tenía en los dos brazos y en las muñecas.

La mirada de Aria se tiñó de ira y preocupación por su pequeña hermana. Si tuviera en ese momento a Lucas delante le partiría la cara. Y era más que capaz de hacerlo.

-¿Sabes que es lo que me fastidia de todo esto?- Preguntó Aria como Camila negó con la cabeza ella siguió hablando. –Lo que más me fastidia es saber que ese imbécil está en mi casa, en casa de nuestros padres. ¿Cuándo estará el dichoso convenio ese?- Volvió a preguntar Aria.

-En una semana más o menos quizá menos.- Contestó Camila.

Aria se levantó un momento para ir al baño y dejó sola a su hermana, tenía pensando buscar un buen hotel al terminar su reunión con Camila. Porque no pensaba compartir casa con un idiota al que deseaba romperle la cabeza.

Camila miró su móvil que sonaba, sonrió al ver que era Tony quien llamaba.

-¿Dónde está la mejor amiga del mundo mundial?- Preguntó Tony.

Ella le explicó donde se encontraba la pastelería donde estaba y él prometió reunirse con ella en unos veinte minutos.

Mientras esperaba que Aria viniera del baño pidió un capuchino y otro bollo más. Todavía tenía hambre.

Justo cuando iba a darle un bocado a su delicioso merengue unas fuertes manos la sujetaron por las muñecas para levantarla.

-Vuelve a casa Cami por Dios déjate de niñerías- Pidió Lucas arrastrando las palabras.

Camila se dio cuenta que apestaba a alcohol, también tenía las pupilas dilatadas y la ropa la tenía muy desaliñada. Su mal olor le dio nauseas y tuvo que tragar fuerte para no vomitarle en los zapatos.

-Me estás haciendo daño Lucas. Estas borracho, vete a casa a dormir y cuando estés mejor hablamos ahora suéltame.- Dijo intentando no enfadarle.

Aria salía del baño en ese momento, se había entretenido hablando por teléfono. Miró hacia donde su hermana debía estar sentada y se le heló la sangre en las venas.

Camila había recibido un sonoro bofetón de su futuro ex marido. Se acercó a paso rápido para alejar a ese gusano. Pero un chico rubio que no supo de donde salió cogió a Lucas del cuello soltándole un fuerte puñetazo.

Otro chico moreno levantaba a Camila que había caído al suelo cuando Lucas la había soltado de repente.

Aria abrazó a Camila preocupada, se quejaba de dolor de riñones. Estaba deseando poder hacer algo pero el chico que había agarrado a Lucas no lo soltaba. Si seguía golpeándolo de esa manera lo mataría, pero algo le dijo que si eso pasaba se lo tenía merecido.

Pero Camila se acercó y agarró a su amigo del brazo para que dejara de darle golpes, no quería que Tony se metiera en un lio por culpa de Lucas.

Se dejó abrazar por él y sin darse cuenta se quejó, seguía doliéndole muy fuerte. Johnny se acercó preocupado y dijo:

-Hay que llevarte al hospital Cami.-

-Si será mejor.- Admitió Tony.

Aria se apresuró a pagar la cuenta y seguirlos, no quería dejar sola a su hermana estaba preocupada por ese inesperado dolor. Por una caída así no debería haberse puesto así.

Pusieron rumbo al hospital más cercano, Johnny avisó por mensaje a Nora para que se quedara un rato más sustituyendo a Camila.

A Aria no le quedó más remedio que quedarse en la sala de espera con los amigos de su hermana.

Camila estaba preocupada, temía que la caída hubiera afectado a su bebe, en ese momento se dio cuenta de que quería a su hijo. Aún a pesar de no saber quién era el padre.

Suspiró aliviada cuando después de la correspondiente ecografía le dijeron que el feto estaba bien, le recomendaron tener ese día de reposo. Después hicieron un parte de lesiones por si quería denunciar al salir del hospital.

Sintiéndose mucho mejor se reunió con su hermana y sus amigos que apenas la vieron se abalanzaron sobre ella para abrazarla y besarla.

-¿Cómo está el bebe?- Preguntó Tony.

-¡Si mi sobrino como esta! ¡Di, está bien el pequeñito!- Exclamó Johnny preocupado.

-¿Qué bebe?- Preguntó Aria sintiendo que algo se le estaba escapando.

Camila se dio una palmada mental, no le había contado a su hermana ese pequeño detalle.

-El bebe está bien. Solo me han mandado un poco de reposo.- Camila contestó a sus dos amigos y luego acercándose a Aria le dijo: -Estoy embarazada hermana pero te cuento al llegar a casa.-

-¿Te recuerdo que en casa esta ese imbécil al que yo deseo matar?- Preguntó Aria.

Camila como respuesta solo cogió la mano de su hermana para que la siguiera, a sus amigos les pidió que las llevara al apartamento de Marc.

Una vez que llegaron al apartamento de su amante Camila se sentó en el sofá y Aria la imitó esperando la siguiente parte de la historia.

-Mira hermanita antes de empezar a acostarme con Marc, lo hice una sola vez con Lucas. Ahí fue cuando descubrí que ya no le quería. Y al día siguiente descubrí su infidelidad. Y cuando empezó mi relación con Marc. El caso es que tomaba la píldora y no sé cómo demonios me olvidé de ella durante casi un mes. Ahora aquí tienes a tu hermana pequeña embarazadísima y sin saber quien rayos es el padre.-

Camila esperaba reclamos, regaños. Cualquier cosa de parte de Aria, pero lo único que recibió fue un abrazo y un apoyo incondicional.

-Pase lo que pase estoy contigo. No estarás sola.-

-Gracias, ¿pero no me vas a regañar aunque solo sea un poquito?- Preguntó sorprendida y agradecida.

-No te voy a regañar Cami. Ya eres adulta. Y ahora lo que necesitas es apoyo. Date cuenta del poco tiempo que hace que conoces al tal Marc. No sabes cómo va a reaccionar con todo este tema del embarazo.-

Después de esa pequeña charla Camila dejó sola a su hermana para que descansara y viera la televisión, ella fue a tirarse en la cama. Necesitaba descansar y dormir.

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AlboradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora