CAPITULO 9º: DÍA DE CAMPO:

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Camila llegó al club y ya sus amigos estaban allí ensayando ante la atenta mirada envidiosa de Selena.

Intentando reprimir sus ganas de enseñarle la lengua fue a los camerinos para cambiarse de ropa y reunirse con sus compañeros para ensayar.

La noche pasó en un suspiro, cuando quiso darse cuenta ya habían terminado su turno y la gente aplaudía a rabiar.

Se abrazaron eufóricos y felices por el éxito obtenido. Después de cambiarse decidieron a que discoteca debían ir. Cuando eligieron el lugar, Camila mandó mensaje a sus amigas para decir dónde estaría.

A las cinco de la mañana decidió que ya era hora de volver a casa, como no había bebido podía conducir.

Llegó a su casa y se fue derecha a la cocina, pensó que llevar a su día de campo con Marc. Se decidió por tortillas de patatas, embutido y sándwiches de ensalada con atún, palitos de cangrejo y salsa rosa.

A pesar del cansancio se puso a cocinar. No pudo resistirse y dejó un par de sándwiches para Lucas, incluso una tortilla. Luego se arrepintió.

Pensó en llamar a Marc pero luego pensó en presentarse en su casa, así que después de dejar preparado todo en la entrada, fue a darse una ducha.

Se vistió con unos vaqueros, una blusa de cuadros rojos y unas deportivas sencillas. Resistió el impulso de maquillarse y solo se hizo una coleta.

Salió cargada para el garaje, colocó todo en los asientos traseros y puso rumbo a casa de su amante.

Lucas miró la hora y se desperezó, le extrañaba que Camila no hubiese llegado ya. Fue a la cocina y vio la tortilla y los sándwiches.

¿En qué momento había llegado que ni la había escuchado? La buscó por la casa y no la encontró.

Decidió llamar a Antia, seguro que ella sabría donde estaba su mujer. Buscó su teléfono móvil para llamarla, cuando contestó con voz adormilada preguntó a bocajarro:

-¿Dónde demonios ha ido mi mujer Antia? Venir ha venido a casa porque ha dejado hecho el almuerzo.-

-Estoy bien Lucas, gracias por preguntar y si la noche estuvo genial. Cami no sé donde esta, soy su amiga no su perro guardián. Ahora si me disculpas voy a dormir.- Contestó Antia molesta.

Lucas se masajeó las sienes, molesto decidió llamar a la propia Camila. Pero no dio la llamada, le salió el contestado.

Maldijo y le dieron ganas de estampar el teléfono contra la pared. Pero se contuvo a tiempo.

Camila aparcó y miró su móvil, mandó un mensaje a Antia y otro a Nora para decirles que estaba bien y que apagaría el aparato por el resto del día. Quería desconectar de todo.

Emocionada se dirigió hasta el ascensor, entró en el apartamento y escuchó el agua del baño. Supuso que Marc se estaba duchando.

Sonriendo se desnudó y se dirigió al baño. Abrió la mampara de la ducha y se coló dentro. Abrazó a su amante y le besó en el hombro.

-Umm creo que me encanta esta sorpresa.- Murmuró él dándose la vuelta para apoderarse de su boca.

Cuando tuvieron que parar para coger aire ella le sonrió coqueta pasando sus manos por su musculoso pecho.

-Y a mí me encanta darte sorpresas.- Comentó ella empezando a regalarle besos por todo el tórax.

El ambiente empezó a caldearse y no precisamente por el agua caliente, Marc terminó empujándola contra la pared de la ducha para poder penetrarla.

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