ARMA LETAL

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Fatigado, oía lleno de miedo el sonido de los fuertes pasos alejándose y pensé que no podía estar persiguiéndolos por mucho más tiempo, pero después de recordar el grito de guerra dado por mí y mis compañeros antes de empezar la guerra, supe la importancia de quitarles a nuestros enemigos el tesoro que garantizaba la victoria.

Olvidé por completo mi sangrado de nariz y dolor en todo el cuerpo y aproveché el momento para lograr quitarles el ansiado tesoro e ir hacia el  considerado como el <<punto débil>> de nuestro rivales.

Al llegar, logré nuestro objetivo. Salté cuanto pude y obtuvimos otros dos puntos. 

Lo hice, encesté el balón.

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