MANIQUEÍSMO

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Mañana, al final del camino, el bien y el mal se unirán. Pues ayer lo soñé; soñé cosas que nadie nunca será capaz de mirar; soñé cosas que quiero abandonar. 

Siento la luz de la muerte brillar dentro de mí. Es un castigo divino de Dios, quien me ha bendecido con el canto de los ángeles de la muerte y me ha tirada al más profundo abismo, donde vivo encadenado al sufrimiento, siendo esclavo de mí mismo. 

Yo, la más pura representación del mal, estoy siendo atacado por el bien en su máximo expresión. Y es en mí donde estas dos fuerzas se unirán.





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