AMORES QUE MATAN

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Acostada sobre la cama, acariciaba los cabellos de mi amado. Observando sus vacíos ojos, recordaba a todas aquellas mujeres que lo deseaban con locura, especialmente a esa joven de mirada perdida que nunca se separaba de él...Me dolió tanto haberme enterado que por su culpa mi querido perdió la cabeza que me sentí extremadamente feliz cuando asistí al funeral de esa maldita. Fue el único momento de alegría que he tenido en estos últimos años, pues desde la muerte de mi amado no he sabido qué hacer con mi vida...

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