-Te gusta ¿eh?-La voz de Derek me sorprendió.
Separé mi vista del sitio donde Caroline y Kat habían desaparecido para mirar al chico que tenía frente a mí. Lo cierto es que en el poco tiempo que lo conocía, me estaba cayendo bien, así que su comentario no me molestó...tanto.
-¿Quién?-Pregunté.
-Kat-Dijo con simpleza.
Parpadeé una vez. Oh, oh.
-Supongo que me gusta tanto como a ti mi hermana.
Él rodó los ojos, lucía fastidiado, y he de admitir que era la primera vez que veía a un hombre reaccionando de esa manera ante esa oración, normalmente a todos los que enfrentaba por sentir algo por mi hermana corrían asustados.
-Ni lo intentes, he convivido con Katharina desde que tengo memoria, la pose de príncipe indiferente no me engaña, y mucho menos el que intentes esquivar el tema.
-Vale la pena intentarlo...y de todas maneras no negaste lo de mi hermana.
Derek arqueó una de sus cejas.
-A cualquiera que pueda ver le gustaría tu hermana, pero eso no significa que vaya a hacer algo al respecto.
-Vaya, yo pensaba que ibas por todas.
-Normalmente le hago caso a esa pequeña voz en mi cabeza llamada conciencia, y ella me está diciendo que si las princesas del mundo entero se parecen, no me conviene otra Kat en mi vida, una como mejor amiga definitivamente ya aumenta mis probabilidades de sufrir situaciones extrañas.
-¿Situaciones extrañas?-Pregunté, no podía evitarlo, eso sonaba interesante.
-Créeme, no quieres saber.
Lo pensé un momento, sí, puede que tuviera razón.
O tal vez no.
***
Estaba aburrido, malditamente aburrido, de hecho, estaba tan aburrido que ni siquiera podía dormir, lo que era malo, porque eso significaba que tenía tiempo libre y el silencio necesario como para que mi cabeza pensara en todo lo que estaba ocurriendo.
Pensaba en mi madre, en mi padre, en sus padres, en esas luces que habíamos visto con Katharina, en la guerra, en los secretos, en mi vida...y en Kat.
Tuve que aguantar las ganas de voltearme para verla recostada en esa hamaca, lo más seguro era que siguiera dormida, pero considerando que era ella, lo más probable es que se despertara mágicamente. Solté un suspiro imperceptible, mi mente vagando hacia la conversación que había tenido con Derek en la tarde, maldición, claro que me gustaba, a cualquier le gustaría, con ese par de ojos preciosos y con esos labios que daban ganas de besar durante horas, y una no pequeña parte de mí se moría por intentarlo, pero sabía que lo más probable es que me golpeara, si es que no algo peor.
Me removí en la hamaca, me gustaba, más de lo que me gustaba el resto de las chicas, pero sólo eso, y mientras se mantuviera de así todo iba a estar bien.
Cerré los ojos e intenté dormir, estaba a punto de conseguirlo cuando sentí movimiento a mi alrededor, mi cuerpo se puso alerta, aunque seguí inmóvil bajo las mantas, escuché como unos pasos empezaron a alejarse, en ese momento abrí los ojos y giré mi cabeza para ver quien era, y no mentiré diciendo que no me llevé una sorpresa al ver la figura de Kat caminando hacia los árboles, oh, por el infierno, debía ser una broma, no podía ser tan inconsciente.
Hice las mantas a un lado y me moví hasta que me levanté, miré a mi alrededor, Derek y Caroline dormían, por un breve momento pensé en despertarlos, pero la figura de Kat empezaba a desaparecer. Con un leve gruñido emprendí mi carrera tras ella, aunque no lo suficientemente rápido como para que ella se diera cuenta de que la seguía, una muy pequeña pero significativa parte de mí tenía curiosidad de saber que quería hacer en un bosque desconocido a mitad de la noche.
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Escenas extras 2
FantasyTodos sabemos como Katharina se enamoró de Damen, ahora es el turno de saber como fue la caída del príncipe de Vellaris.