Capitulo 9

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Hice que Derek repitiera lo que había dicho por la que yo creía era la octava vez, una parte de mí sin ser capaz de aceptar por completo su noticia.

-¿Estás seguro de que era ella?-Pregunté otra vez.

Mi mejor amigo rodó los ojos antes de dedicarle una mirada de súplica a mi hermana, quien fijó sus ojos en mí antes de fruncir el ceño.

-¿Te sientes bien?-Preguntó.

¿Qué si me sentía bien?, ¡claro que no! me sentía todo menos bien...de acuerdo, en realidad no tenía idea de como me sentía, por un lado estaba la esperanza de que esta pesadilla por fin se acabara y pudiéramos volver con Katharina a nuestro mundo, y luego estaba el enojo que había estado sintiendo hacia ella los últimos dos años. Lo peor de la situación es que no sabía cual de las dos era más fuerte.

-Claro-Contesté.

-Parece como si fueras a vomitar, Damen-Dijo.

-Es sólo-Miré a Derek-...¿estás seguro que es ella?

Derek me dedicó una mirada de hastío, no podía culparlo, si fuera yo lo habría mandado al diablo luego de preguntar por quinta vez.

-Sí, Damen, lo estoy, creo que puedo reconocer a Kat.

-Claro, lo siento, es sólo que...-No pude terminar, en este momento me habilidad para formar ideas estaba un poco deficiente.

-Te entiendo-Dijo Derek-,  a mí también me costó un poco.

Asentí con la cabeza en silencio, no podía pensar correctamente y mi corazón estaba sufriendo una taquicardia lo suficientemente fuerte como para que mis manos sudaran un poco. El sólo hecho de pensar en volver a verla estaba desencadenando un tumulto de sentimientos que la verdad no me había imaginado que iba a sentir.

-¿Dónde está?-Preguntó Caroline, hecho que agradecí.

La expresión de Derek cambió, pasando de la de alguien aburrido y ligeramente molesto a la de alguien que no sabía si reír o llorar.

-No se lo van a creer.

***

Derek, tenía razón, definitivamente no me podía creer el lugar en el que su mejor amiga había decidido esconderse.

Contuve un suspiro mientras estudiaba detalladamente la estructura de piedra que se extendía frente a mí, un internado, un aburrido y algo deprimente internado, era uno de esos lugares de los que sólo había escuchado hablar, después de todo (y aunque había escuelas en nuestros respectivos reinos) mis padres y los de la gran mayoría de los nobles habían preferido indudablemente educarnos con profesores particulares, no era que me quejara, pero definitivamente no tenía ni la menor idea de como eran estos sitios en realidad, pero como me los habían enseñado de pequeño, bueno, digamos que no me los imaginaba como el sitio en donde la princesa de Irasbett se sintiera cómoda.

-Este lugar es...-Empezó Caroline.

-Horrendo-Completó Derek por ella.

-Sí-Dijo ella-, no puedo creer que Kat haya estado aquí dos años.

Me mordí la lengua antes de decir algo, no confiaba en mi mismo en este momento, especialmente debido a la desagradable sensación de malestar que se había instalado en la boca de mi estómago desde que la construcción del internado había aparecido frente a mí.

-¿Dónde estará?-Preguntó mi hermana menor.

Derek y yo nos encogimos de hombros, el lugar era relativamente grande y ella podía estar en cualquier sitio, además, el maldito jardín se llenaba poco a poco de adolescentes.

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