Capitulo 14

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-No, no, no y no-Dije mientras veía el largo del vestido de mi hermana menor, o mejor dicho la falta de él.

Caroline rodó los ojos mientras se cruzaba de brazos a la altura de su pecho.

-Estás exagerando, Damen, y no, no planeo cambiar mi vestido.

-Por eso no me dejaste ver tu vestido antes, ¿cierto?

Ella movió su cabeza para indicarme que estaba en lo cierto.

-No voy a dejar que vayas con ese vestido-Indiqué.

-Oh, claro que la haré.

-No, no lo harás.

-Que sí.

-Que no.

-¡Sí!

-¡No!

-¿Qué es lo que está pasando aquí?-Preguntó mi madre desde la puerta del cuarto de mi hermana.

Ambos la miramos, lucía increíble con su vestido verde, pero al parecer era el día de ponerme los nervios de punta, porque el diseño de la parte superior era lo suficientemente reveladora como para tener que mantener un ojo para asegurarme de que los hombres no la persiguieran toda la noche.

-Me van a volver loco-Dije-, ahora sólo falta Galia, quien seguramente anda con un vestido peor que el de ustedes.

Ambas bufaron, tener a estas mujeres como mi familia definitivamente era un karma.

***

Fijé mis ojos en el padre de Kat mientras sentía el peso de la caja de terciopelo con el anillo dentro del bolsillo de mi saco. 

Normalmente hubiera ignorado la situación, pero estar estos últimos meses junto a Kat habían hecho que mi manera de pensar cambiara relativamente un poco.

Increíblemente me tardé bastante tiempo en darme cuenta que lo que él miraba tan insistentemente eran a mi madre y a su hija, y no pude evitar detenerme también para observarlas, no se veían incómodas, quizá algo tensas, pero suponía que eso era por un tema que sabía que Kat se moría por entablar con la mujer que me había dado la vida.

-Linda estampa ¿no?-Pregunté.

Escuché como Merrill suspiraba antes de voltear su rostro un poco para verme, sus ojos azules tenían el mismo color que los de su hija, pero la mirada en ellos era totalmente diferente, mientras que los de Kat tenían un brillo de vida todo el tiempo, los de su padre empezaban a denotar cansancio...mismo cansancio que había notado en los de mi madre desde que podía recordar.

-Me preocupa un poco lo que tengan que hablar esas dos-Admitió, volviendo a fijar su vista en las dos mujeres.

Caminé un poco hasta que me coloqué a su lado, podía sentir un par de miradas sobre nosotros, pero nadie se acercó. 

-¿No deberías estar vigilando a tu hermana y a mi sobrino?-Preguntó.

-Dudo que vayan a hacer algo que no hayan hecho ya.

Él arqueó una de sus cejas a lo que me encogí de hombros, ¡oh!, por favor, ese par eran igual de obvios que Kellen y Galia.

-¿Y? ¿qué es lo que quieres?

Hice una mueca, eso era un tema que algo me decía no quería tocar, al menos eso creía si Kat se parecía tanto a su padre como todos decían.

-¿Básicamente? mi madre te ama y tú a ella, deberían dejar de ser tan masoquistas y estar juntos de una vez.

Algo parpadeó en sus ojos ligeramente abiertos, me esforcé por no reírme de su expresión de incredulidad, ¡oh, vamos! ¿por qué todo el mundo pensaba que me oponía a la idea de que mi madre empezara una relación nueva?, a diferencia de la creencia popular no era tan inmaduro como todos creían.

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