Estoy nerviosa, lo juro. No paraba quieta en ningún lado. Necesitaba hacer algo para entretenerme, pero no se lo que. En menos de diez minutos tengo que estar en la carpa de campeones y todavía estoy en mi habitación. Salí corriendo sin despedirme de nadie, no podía perderme ni un minuto.
Llegué exhausta.
Todos estaban esperando por mi. La carpa era gigante por dentro. Había tres zonas para cada campeón. En cada zona había una cama y una mesa. La mía será la verde. Una señora la cual no conocía de nada, debe de ser una organizadora o algo así, me dio una vestimenta la cual tendría que ponerme en cada prueba. Era simplemente un pantalón de chándal todo negro y una camiseta la cual las cada manga era de un color. Una negra y una verde esmeralda. Luego lo que era en si la camiseta era mitad verde mitad negra y por alante tenia un símbolo de Hogwarts y por detrás mi apellido. Cerré las cortinas de la zona donde estaba para poder cambiarme.
Cuando salí me senté en un taburete que había en mitad de la carpa. Adolf no paraba de dar vueltas nervioso y Amanda estaba pálida y miraba siempre al suelo. Yo esperaba que al menos uno de los dos quisiera vomitar porque así era como yo me sentía. Madre mía, menudos campeones hay.
-Chicos, venid aquí- ordenó Maximilius, alguien del Ministerio-. ¡Es hora de poneros al corriente! Todos los espectadores ya han llegado- es verdad, ya se oyen las voces-. Osvoy a dar esta bolsa a cada uno de vosotros para que saquéis la miniatura deaquello con lo que os va a tocar enfrentaros. Hay diferentes... variedades, ya lo veréis. Y tengo que deciros algomás... Ah, sí... ¡vuestro objetivo es coger el huevo de oro!- ¿un huevo de oro?-.
De su espalda sacó una bolsa.
- Las damas primero.
Amanda sacó un dragón, osea que la prueba iba de matar dragones. Genial. Tenía cresta baja llena de puntas agudas a lo largo del lomo y su cola acaba en punta con forma de flecha y alas parecidas. Era terriblemente feo. Es un Hébrido Negro y tenía el numero tres. Metí la mano temblorosa en la bolsa. Mi dragón es de azul plateado y tenía unas alas enormes, que aunque en mi mano se vean pequeñas, seguro que son tan grandes como hogwarts entero. Es un Hocicorto sueco y tenía el numero 2. Lo había estudiado. Resulta que es una de las diez especies de pura sangre que lanza una llama azul brillante muy caliente, que en segundos puede convertir huesos y madera en cenizas. Bien, empezamos bien. Adolf sacó un Bola de Fuego Chino el cual es bastante agresivo y es muy llamativo y tenía el numero uno. Casi prefiero el suyo.
Amanda salió de la tienda más pálida todavía que antes. De afuera se oían los suspiros, lo gritos, los aplausos.. que producían cada vez más nerviosismo. Y lo peor es que yo era la siguiente. De pronto noté unas incomodas ganas de ir corriendo al baño. <<No Anna, ahora no, aguanta>> me repetía.
De la nada noté como si me llamaran. Miré hacia todos los lados pero nadie parecía haberme llamado. Volví a escuchar mi nombre. Miré hacia atras y noté como la cortina se movía. Me acerqué con lentitud a ella.
- ¿Si?
- ¿Anna? Soy yo
- ¿Tom? Oh dios. ¿Que haces? No puedes estar aquí, es solo para campeones.
- Ey, que yo estoy fuera, no pasa nada... ¿Asi que dragones?
- Si, que tal le va a Amanda?
- Solo la vi empezar, pero no va mal. ¿Cual te ha tocado a ti?
- El Hocicorto sueco.
- ¿Ese? Pero si a ese lo guardan en sitios de escaso acceso! Pero sabes que fuego...
- Lo se, lo se. No te preocupes, estaré bien. Vuelve a tu sitio, tengo que prepararme.
- Suerte- no pude evitar ponerme más nerviosa.
Al cabo de once minutos exactos se oyeron muchos aplausos. Amanda había cogido el huevo dorado. Vino casi corriendo hasta la carpa. Tenía un rasguño en el brazo y la manga azul estaba rota. Pero su perfecta falda azul estaba como si nada. Se deshizo su lazo azul del pelo y se sentó en una silla toda sonriente. Como la odio.
Me levanté y esperé al ruido del silbato. Me iba a hacer una coleta, pero justo cuando iba a coger el coletero en mi muñera no había nada. Mierda. El silbato sonó. Temblorosa comencé a caminar hasta llegar al cercado por el cual se accedía a traves de un hueco o túnel. Me quedé el extremo del túnel porque no ve atrevía a entrar en el campo. Encima de mi, rodeando este cercado, estaban las gradas donde cientos de personas me estaban mirando gritando mi nombre. Intenté buscar a mis amigos y allí estaban, gritando y animandome a que saliera. Luego vi a Tom que estaba serio y me miraba fijamente apoyado en la barandilla. Tenía que salir. Vi el Huevo Dorado casi en la otra punta. Sin querer volvía a mirar hacia las gradas y vi a mis amigos que estaban señalando hacia arriba. Yo no podía ver nada porque aun estaba en el tunel. Pero supuse que se referían a que el dragón estaba encima de mi. Esto se confirmó al ver una cadena enorme que iba desde el centro del campo hasta encima mía.
Salí corriendo del tunel el dirección al huevo esquivando todas las piedras y rocas que habia en el campo. Me negaba a mirar hacia atras para evitar ver al dragón, pero eso fue un error. De la nada vi una llamarada a mi lado de fuego y me paré en seco. El fuego no me había tocado pero enseguida noté su temperatura. Miré al suelo y no había piedras. ¡El fuego las destruyó! No podía seguir corriendo, tenía que enfrentarme al dragón. Este fue volado hacia mi y me obligó a tirarme hacia un lado, pero una de sus patas me tocó en el brazo he hizo que tirase mi varita lejos de mi. Miré mi brazo y vi que no tenía ninguna herida. Oí que el comentarista dijo que este no había sido un movimiento muy acertado, lo que hizo que me cabrease. Corrí hacia mi varita y vi que el dragón volvía volando hacia mi, pero esta vez lo pude esquivar y pude coger la varita. El dragón puso las patas en el suelo, se enderezó, extendió sus alas e inclinó el cuello y la cabeza hacia mi. Sabía lo que iba a hacer. Escupió una llama de fuego que yo conseguí apagar con el hechizo Aguamenti . Me señalé a mi misma con la varita y pronuncié el hechizo Geminio que hizo que me duplicara e inmediatamente realicé el hechizo Ascendio, que hizo que ascendiera y llegara hasta los aires. Ascendí un poco de más pero pude ver a mi otro yo corriendo despavorida por el dragón. Pronuncié el hechizo Arresto Momentum para evitar que mi caida fuera mortal. Aterricé al lado del Huevo el cual agarré con todas mis ganas. Todos aplaudieron y gritaron mi nombre. Al parecer todo esto lo hice en ocho minutos!
Salí corriendo de allí hasta llegar a la carpa, donde todos me felicitaron. Inmediatamente me fui al sillón a descansar. Lo que pasara después ya no me importaba.
Tras unos diez minutos más o menos, en los cuales ya había llegado Adolf, nos pidieron a todos salir al campo de la mano. Mandaron poner a Adolf en el medio. Salimos al campo donde todos comenzaron a aplaudir y silbar.
- Dad un aplauso bien grande a nuestros campeones- gritó el comentarista-. Ahora daré las puntuaciones. En tercer lugar tenemos a Amanda Fontaine que ha relizado la prueba en once minutos y con una puntuación de 29. En segundo lugar a Anastasia Jonhson que ha realizado la prueba en ocho minutos y tiene una puntuación de 38 puntos. Y en primer lugar al Adolf Karlsson habiendo realizado la prueba en siete minutos y con 40 puntos. ¡Enhorabuena a todos!
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La historia de amor de Tom Riddle
FanfictionTom, aquel chico solitario y frío, que no podía amar a nadie que no sea a él, se enamoró. ¿De quien? De una chica que no sabía que ella era la clave que podía acabar con sus grandiosos planes. Historia con un trágico final, o tal vez no?