Capítulo 59

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Tom se quedó a dormir conmigo, en mi habitación. Esta noche, fue la primera noche en que tuve pesadillas, y desde luego, no iba a ser la última. 

Estaba en Hogwarts, sentada en el comedor, sola. No había nadie. Parecía no importarme y eso es raro en mi. De pronto, una multitud de hombres vestido de negro aparecieron. Yo los guié hasta un misterioso rincón del castillo y comenzaron a jugar con magia oscura. Y lo que pasó a partir de ahí, me da hasta escalofríos pensarlo.

Me desperté sobresaltada, sudando. Fui al baño y me lavé la cara. Me quedé un rato allí. No quería salir. Tom se levantó y petó en la puerta del baño. Le dije que pasara.

     - Oí ruidos. ¿Estás bien?

    - Sí, sí. Una pesadilla, solo eso.

Volvimos a la cama.



Al parecer, la familia Malfoy venían a cenar con nosotros. Sabía que no me iba a sentir cómoda, y en efecto, así fue. 

Los recibimos en la entrada, al lado de Tom, Marcus y su madre mientra el padre habría la puerta. Nos fueron dando un beso o un apretón de manos a cada uno, pero justo se pararon en mi.

    -Oh! Perdona. Ella es Anastasia, la novia de Tom. Se quedará aquí con nosotros durante un tiempo.

    - Helena, esto va a parecer un criadero de niños- dijo la Sra Malfoy entre risas.

A mi no me pareció gracioso, pero reí igual. Me sorprendió un poco que ellos no supieran quien soy, es decir, tuve algo con Abraxas. Mi nombre le tendría que sonar. 

Le dí dos besos a su madre, a su padre y no estaba segura de si Abraxas me los iba a dar también. Tom me había confesado que una vez había utilizado la legeremancia con él y se había dado cuenta de que aún sentía algo por mí. Aquello me sorprendió, ya que yo no me consideraba lo suficientemente "guapa" tanto por dentro como por fuera para que le pudiera gustar a alguien, y menos a dos. Abraxas se acercó a mi y me dio dos besos. Observé como Tom lo miraba penetrante.

La cena fue de todo menos entretenida. Creo que solo abrí la boca para pedir que me pasaran el pan y ya está. Pero hubo un tema que me incomodó bastante.

     Sr Malfoy: Por primera vez, me he enterado que mi compañero de despacho en el ministerio no es nadie más que un sangre sucia! Y me he tenido que enterar por boca de otro! 

Y siguieron hablando durante un buen rato sobre ese hombre. Tom me miraba a veces, igual que Marcus o Abraxas.

    Sr Malfoy: ¡Oh! Que descarado! Igual no compartimos los mismos pensamientos como tú. ¿Tu que opinas? Sobre ellos, claro.- me dijo a mi.

    - Bueno señor... No se que decirle- tenía que responderle y no sabía con que. Dije lo primero que se me pasó por la cabeza-. Egoístas. Eso es lo que me parece, supongo-. Me sorprendí con mis palabras. Tom me miró, algo orgulloso.

   - Oh bueno, menos mal- dijo el Sr Malfoy. Todos rieron un poco, debido a la tensión acumulada.

   - Es que es un tema muy controversial, nunca se sabe quien puede pensar como nosotros. Es un tema delicado, del que no se puede hablar con naturalidad- me explicó el padre de Marcus.

   - Bueno, ella también es una Slytherin, no es así?- asentí sin mucho entusiasmo. El señor Malfoy seguía hablando-. Menuda chica te has pillado Tom! - no sabía que él Tom se llevaran tan bien, pero a lo largo de la cena se demostraba que sí. 

   - No hables mucho Septimus! Esta chica podría haber sido de tu familia- no podía creer lo que había dicho. Septimus lo miró desconcertado-. ¿No lo sabes? Estuvo saliendo con tu hijo.

Él le dio un golpe en el brazo a su hijo.

   - ¿Como no me lo habías dicho pasmarote? ¿Y la dejaste ir?- Tom estaba haciendo caso omiso a lo que se decía, pero yo no.

   - Bueno- el Sr Avery se reía- ahora es de mi familia- Septimus volvió a mirarlo desconcertado-. A ojos de los del orfanato, hemos adoptado a Tom. Asi que Anastasia es como si fuera de la familia.

   - Disculpe, Sr Avery- dije yo-. Pero realmente, no hay papeles que lo demuestren, no?

   - ¡Que va! Esa gente no sabe ni lo que firma. Eran falsos, todo era falso.

Después de estar comiendo por más de dos horas, esto llegó a su fin.

Fuimos todos a la entrada a despedirnos. El Sr Malfoy se volvió a parar en mi y me dijo:

   - Encantado de conocerte Anastasia, un verdadero placer. A ver si un día consigues tu que Tom no esté siempre tan serio- dijo dandome la mano-. Y espero que algun día llegues a ser la señora Riddle- me comentó al oído entre risas.

Salieron todos y Septimus le dio un pequeño empujón a su hijo diciendo: "Como la dejaste escapar, menudo Malfoy estás hecho". Me hubiera preocupado si no supiera que lo había dicho de broma.

Estaba en mi habitación leyendo un libro, ya con el camisón puesto, cuando Tom entró en mi habitación petando primero.

    - ¿Con que egoístas eh?- dijo cerrando la puerta. Sabía a lo que se refería.- ¿Que haces?

    - Leer, el libro de Adivinación que me dejaste.

    - ¿Entiendes algo?

    - Sí, claro. Si no a saber de que me han servido todos estos años.

    - Cuando lo acabes te tengo de dejar otro. Es un poco más... Se centra en la adivinación, pero en su parte más oscura. Está bien.

    - ¿Te quedas a dormir?

    - Me encantaría, pero le dije a Marcus que estaría con él. Otro día Johnson- me besó y se fue. 

Seguí leyendo.

La historia de amor de Tom RiddleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora