Capitulo 33

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Al día siguiente por la mañana.

Me desperté temprano, pero no demasiado. Desayuné tranquila con mi padre, como si yo no tuviera prisa, aunque si que la tenía. Estuvimos charlando un buen rato.

Al acabar le dije que me iba a preparar ya para marcharme. Él se entristeció y le comenté que si no tendrían que esperarme. Me enfadaba que tuviera que contarle una mentira, pero sería un horror decirle la verdad.

Como por la noche no daba dormido, organicé ya la mochila para hoy, con lo cual solo tenía que ir a cambiarme de ropa. Me puse unos pantalones flojos de tiro alto negros y una camiseta blanca a rayas. Todo lo que llevaba era lo que tenía en casa. Me puse mi abrigo negro de poliéster y bajé las escaleras. Le di un abrazo a mi padre y nos despedimos. Casi llora y todo! Él insistía en que me quedara, pero no podía.

-Seguro que vas a casa de tu amiga?

No papá, no voy a casa de mi amiga. No quiero hacer esto más difícil, ya estoy muy nerviosa y no puede ser.

Salí por la puerta y respiré profundamente. Agarré mi bandolera de cuero y puse rumbo a la estación. Debía de ir a Hanglenton, era allí donde vivía su padre. Bendigo el día que oí hablar de todo esto a Tom y a Avery.

Eran las 11 y pico cuando llegué. Segun me indicaron debía de tomar 2 trenes, uno que me llevaría hasta Sheffield y el siguiente hasta Hangleton. Solo tenía miedo de una cosa y era que llegase despues de que todo pasase.



Los dos viajes se me hicieron eternos. Estaba cansada y casi sin fuerzas, en uno de los viajes pude descansar un poco, pero estar tanto tiempo sentada no me era bueno. Me bajé del tren a las 6 y media y tenía mucha hambre. Al bajar del tren pude ver toda la villa. Para empezar, la parada del tren (que era al aire libre) parecía que se iba a destruir. Pero la villa, desde donde yo estaba me parecía preciosa. Se respiraba un aire limpio y misterioso a la vez. Todas las casas que veía a lo lejos eran de piedra y las carreteras estaban muy bien asfaltadas. Todo se veía precioso, si no mirabas a la estación. Enserio, no me gustaba nada.

Se estaba haciendo de noche y comencé a correr hasta adentrarme más a la ciudad. Primero tenía que buscar un bar, donde tomar algo e ir al baño, y luego buscar la casa de los Riddle.

El bar lo encontré despues de unos 10 minutos , se llamaba el Ahorcado. Debía de haber solo 6 personas reunidas y solo un camarero. La taberna era vieja, pero muy limpia. Fui a la barra y me senté en una silla de madera.

Tabernero: Que desea?

Yo: - Recordé que estoy en un sitio de muggles y no podía tomar bebidas mágicas- Eehh, póngame un café y ese cruasán.

Tab: Aquí tiene- le di las gracias- Es usted de por aquí? Es que no la tengo visto.

Yo: No, no. Vengo de visita- tenía el presentimiento de que me iba a preguntar a quien iba a ver y lo evite con una pregunta- Tiene hora?

Tab: Si si, son las siete menos cinco.

Me asusté, tenía que ir más rápido. Me acabé el café de un sorbo y me comí el cruasán a más no poder. Le di las gracias, le dejé el dinero y la propina en el mostrador y me fui pitando de allí. No podía perder más tiempo.

No os miento si digo que estoy tan nerviosa que no doy ni caminado. No sabía ni hacia donde dirigirme ya que no sabía donde estaba la casa y tampoco quería preguntarle a nadie sobre ella por si acaso. Pero levanté la vista y vi lo que podría ser su casa a lo lejos. Era de piedra y enorme. Debía de tener como 4 pisos y se notaba la forma rectangular, era de piedra y miraras por donde mirabas era exactamente igual. Todo lo que la rodeaba era un campo de hierba. Daba la sensación de ser una casa fría y me producía una sensación de miedo. Había una luz encendida, tal vez no era demasiado tarde, corrí con todas mis ganas. La casa estaba en lo más alto de la villa y sus vistas daban a todo el pueblo.

Llegué hasta una verja donde había una puerta entrecerrada. Menos mal que no se había cerrado ni nada. Abrí del todo la puerta silenciosamente y la cerré igual. Ya estaba adentro, ahora iba a comenzar todo. Solo me falta cruzar la propia puerta de la casa.

La historia de amor de Tom RiddleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora