Capitulo 9: Otro más.

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El viernes pasé la mañana en la universidad, como cualquier otro día lectivo. Me resultaba difícil adaptarme en este día, prácticamente porque si un día se falta y no has pedido los apuntes, es difícil entender algo. Bueno, en cualquier grado escolar es difícil entender algo.

No sólo tenía el problema de no haber venido el día anterior, también me encontraba pensando en el hombre de ayer en el bar. No es que me gustara ni nada, pero no podía evitar sonrojarme al recordarlo y ver su imagen en mi mente. Fue muy amable en dejar toda eda propina, se notaba que era muy educado, pero el misterio que traía a su alrrededor era lo que quizás me atraía más.

-¡Niall! -Me gritó Louis en mi oído, que estaba sentado a mi lado.

-No soy sordo. -Le contesté de una forma borde.

-Llevo como cinco minutos llamandote y ni siquiera me mirabas. -Se quejó el acomodándose en el asiento del autobús.

-Lo siento. Estaba inmerso en cosas de la uni. -Le mentí mientras seguía mirando por la ventana.

-¿Hoy no trabajas verdad?

-No, los viernes no trabajo. -Me giré para mirarlo.

-Pues entonces nos vamos al centro. -Dijo con una sonrisa.

-Debo dejar la mochila, no quiero cargar con ella durante todo el día. -Rodé los ojos mientras repoblaba de cansancio.

-La dejas en mi casa, no sería la primera vez que lo haces. -Me agarró de la mejilla estirandomela hacia el.

-Sabes que no me gusta ir a tu casa. -Contesté nervioso- Me siento muy diferente y cada vez que voy tus padres son demasiado amables.

Louis vivía en un casa bastante grande, o era lo que a mi me parecía ya que mi piso no se comparaba a donde Louis vivía. Su madre Johannah era demasiado amable conmigo, ya que siempre me invitaba a quedarme a comer o a cenar, depende como le pille y su padre siempre nos invitaba a cualquier lugar cuando yo estaba en su casa.

-Entro yo solo y dejo las mochilas, así no tienes de que preocuparte. -Me dijo dejando mis mejillas en paz, que se me habían quedado dormidas.

-Está bien, pero si te preguntan, yo no soy. -Le miré seriamente a los ojos, recibiendo una afirmación de su parte.

Cuando llegamos a su casa me quedé detrás de un arbol para que sus padres no tratarán de verme por la ventana o algo por el estilo. Cuando Louis salió iba mirando su teléfono, aunque era normal, todo el mundo mira su teléfono. Su casa no quedaba muy lejos del centro, por lo cual llegamos pronto. Nos adentramos en un centro comercial para comer en algún lugar de comida rápida de la zona de restauración, pero como siempre pasaba Louis quería ir a un restaurante como otro cualquiera. Seguramente su madre hizo lo mismo de otras veces, decirle que me invite a comer.

-Vamos a comer pollo. -Dije encaminandome lejos del restaurante.

-Sabes que no me dejará volver con el dinero. -Se cruzó de brazos.

-Pues te lo gastas en otras cosas. -Seguí caminando.

Al final terminé convenciendo a Louis de no entrar a ese restaurnate, obviamente el sabía que no me gustaba lo que hacía. Su madre sabe que vivo solo y que trabajo, desde que lo sabe no para de hacer lo que hace.

Durante la comida Louis me hablaba sobre una nueva obra que iban ha hacer en el instituto, pero tampoco le prestaba demasiada atención. En la televisión que había en una de las paredes estaban dando las noticias y me quedé algo sorprendido de ver a Max salir en una de ellas. No sabía si veía bien o si solo eran imaginaciones mías, pero se parecía demasiado. En los pequeños cuadritos azules de abajo en la pantalla siempre salían los nombres de la gente que entrevistaban, pero al parecer me había confundido. El hombre de las noticias no era Max, era Liam Payne, el famoso productor musical. Era obvio que no podía ser Max, ya que el no debe ser de llevar trajes tan caros como los que debe llevar el Sr. Payne. En verdad se parecían mucho, pero si Max fuera en realiad Liam Payne, al bar hubieran venido un montón de paparazzis.

El Camarero (Niam Horayne)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora