Citlalli
Continuación...
Pasa mi mano a su mano izquierda y la entrelaza. Siento como el mundo desaparece y siento la fuerza de atracción juntándonos más, la gravedad falla y nuestros ojos empiezan a juntarse, nuestras almas abrazándose, haciéndome ver que somos perfectas juntas y no hay nada que nos pueda separar o quitar este momento.
En cámara lenta ella se acerca para besar mis labios lentamente y escucho en el fondo unos fuegos artificiales, enrollo mis brazos alrededor de su cuello, ella me atrae hacia sí por mi cintura, nuestros beso se intensifican cuando nuestros cuerpos se unen. Un suspiro se me escapa en medio del beso.
Se separa de mí para mirarme con esos ojos llenos de turbulencia, llenos de lujuria, deseo, tiemblo al ver cuantas ganas de hacerme suya tiene. Nadie me ha deseado tanto como ella lo hace ahora. Me hace sentir única y especial, haciéndome ver que solo a mí me miraría de esa forma.
Después de unos segundos, toma mi mano para empezar a caminar hacia dentro del lugar, no sé bien donde estamos porque no hemos hablado desde que salimos de la casa, además me sentiría mal si hablo porque puedo arruinar la sorpresa que ella me tiene. Una vez dentro pude fijarme que es una posada.
Realmente es un hotel con las habitaciones separadas. Al entrar te encuentras con un restaurante y con la piscina a un lado, es hermoso porque tiene una cascada y el aire es fresco y natural. Sonrío porque siempre tiene ese toque de ternura debajo de toda esa capa de chica mala.
Me percaté de que no había nadie en este lugar, en el sentido de algún huésped o el encargado. Miro a Kim buscando alguna respuesta y solo me encuentro con su sonrisa, hace un ademan para que pase y me siente a la mesa, la única mesa arreglada perfectamente para dos personas.
—¿No hay nadie aquí? — Pregunto mirando a todos lados.
—No — Sonríe — Solo un cocinero, el mesero... — Señala al chico que viene a nosotras para poner los vasos con hielo, copas — Nosotras — Este último lo dijo con un toque de perversión, sensualidad y diversión.
—¡Uhm! — Digo comprendiendo.
Solo quiere que seamos nosotras.
Con solo pensarlo se aloja el deseo en mi vientre de querer llegar a ese momento. No me había percatado que está especialmente condicionado para ser una noche romántica con ella. Me gusta que ella sea ruda en el momento y que sea romántica como lo es ahora, estas etapas de ella me gusta.
Sus facciones son muy tiernas pero a veces es dura. Es como ella, como su personalidad. Como lo es todo de ella. He podido detallarla más y es una increíble mujer, tienes sus secretos como todos pero será un reto descubrirlos, es una persona cerrada a lo que sucede en su vida.
—¿No te agrada lo que ves? — Pregunta tomándome por sorpresa.
—¡No! — Miro el aperitivo — Es solo que... Esta etapa no la sabía de ti — Confieso y ella sonríe.
—Hay muchas cosas que no sabes de mí — Comenta guiñándome el ojo — Pruébalos — Sonríe cómplice.
Tomo un trozo del aperitivo y lo empiezo a degustar poco a poco, sintiendo como el sabor se derrite en mi boca, el sabor a dulce y amargo combaten en mis papilas gustativas, sonrío con el juego de sabores que tiene este aperitivo. Realmente si Kimberly se quería lucir pues lo está haciendo.
—¿Y bien? — Pregunta con esa gran sonrisa.
—¡Maravilloso! — Exclamo con alegría.
—Entonces... buen provecho — Dicho esto ella empieza a probar su aperitivos y hace sonidos de placer al saborearlo.
ESTÁS LEYENDO
Mi amor detrás de una barra
FanfictionHistoria lesbica. Si no te gusta está historia no la leas.