Kimberly
La lleve al lago para que se alejara un momento de todas las cosas que tiene que hacer con respecto a la universidad y lo pesado que es estar en casa y que su madre la mire como si fuera un fenómeno por solo saber que le gusta una chica. Mi madre tampoco lo tomó muy bien pero lo aceptó porque ella quiere que esté feliz y si lo mejor para mí es amar y estar con una mujer entonces lo acepta.
Así debe ser todo pero hay madres con mentes cerradas que no aceptan que sus hijos pasen por eso o simplemente se criaron en una familia con fuertes principios que están arraigados en sus corazones por lo que ellos quieren formar así a sus hijos, solo que no se dan cuenta que estamos en un siglo diferente a la que fueron criados y educados, todo es avance y aceptación.
Sé que ella logrará que su madre la acepte pero debe buscar la manera de que ella entienda que eso es lo que quiere y la hace feliz esa decisión que tomó, es un proceso largo y duro, no todos corren con la suerte de tener una madre como la mía que entendió cuando le conté sobre Isabelle, al principio ella no lo entendía pero día a día hablaba con ella hasta que entendió.
Ahora está más que adaptada a mi vida con las chicas, después de que Isabelle me dejó por su ex, llevaba chicas que conocía en el bar a la casa, mamá se daba cuenta en las mañanas cuando ellas salían de mi cuarto. Peleamos mucho por esa situación, luego me calmé porque Cassie y Alexandrin estuvieron hablando conmigo y me hicieron calmar un poco.
Luego conocí a esta maravillosa chica que está montada conmigo en mi bebé sostenida de mi cintura con su mejilla apoyada a mi espalda, me alegro mucho haber cambiado totalmente antes de haberla conocido porque habría sido un problema si no lo hubiese solucionado. Mamá le agrada Citlalli pero ahora está haciendo una caridad de tratar a Isabelle, aun no sé porque lo hace pero a mí no me gusta, simplemente parece ser hipócrita.
En estos momentos debo apoyarla, es un proceso difícil que va a travesar y no quiero que se sienta sola. Llegamos a su casa y me toca despertarla, se mueve un poco, reacciona luego y se quita el casco, se baja tambaleando de la moto, sonrío porque nunca la había visto así por el sueño, acomodo su cabello con mucha ternura y me sonríe, me acerco para besar su frente.
—Ve a descansar, princesa — Digo apoyando mi frente sobre la de ella.
—Pero quiero ir contigo a trabajar — Comenta haciendo pucheros.
—Hoy no — Me separo y miro sus ojos llenos de sueño — Estas agotada y tienes tarea que hacer para mañana — Ella gruñe.
—Revisaste mis cosas — Lo dice como si fuera un pecado.
—Sí, lo hice — Me pongo seria y le quito el casco de sus manos — También te ayudé con algunas tareas — Hago rugir a mi moto para salir de ahí.
—¡No, espera! — Siento la mano de Citlalli sobre mí — Lo siento — Agacha su cabeza.
—La que se tiene que disculpar soy yo — Sonrío — Tuve la culpa, estuve invadiendo tu espacio personal.
—Pero... me ayudaste — Mira sus manos — Cuando no tenías que hacerlo.
—Sí tenía que hacerlo — Sonrío y levanto su rostro — Eres mi novia y debo ayudarte en lo que sea necesario — Me inclino para darle un beso corto en sus labios, chupa mi labio inferior, meto mi lengua en su boca y ella gime pasando sus manos por mi cuello y enredando sus dedos en mi cabello, suspiro pasando mis manos por su cintura pegándola más a mí.
—¡Citlalli! — Nos separamos de golpe, mis ojos siguen a los de ella y de repente veo que se pone pálida.
¡Maldición!
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Mi amor detrás de una barra
FanficHistoria lesbica. Si no te gusta está historia no la leas.