Mi amor detrás de una barra

Capítulo 41

Citlalli

Un mes ha pasado desde que mi mamá me vio besándome con Kimberly y aún no ha cambiado de parecer, aunque últimamente acepta que venga a casa y me invite a salir, ha cenado aquí con nosotras pero no la soporta, solo hace el intento porque ha visto que con ella soy feliz y no me puede separar de mi felicidad si no desea verme con una persona de mí mismo sexo.

Lo que me preocupa ahora es que ella ya no me toca como antes, deseo que lo hagamos de nuevo, como aquella vez, como la primera vez, que me hizo sentir bonita, única y especial pero me siento una estúpida cada vez que intento decirle que tengo ganas de ella, que necesito tenerla conmigo de una manera sexual, con solo pensarlo veo que es una estupidez.

De seguro ya no me ve hermosa o bonita, en otras palabras apetecible, he intentado comunicárselo de diferentes maneras pero es imposible, siempre tiene cosas que hacer y el trabajo no le deja tiempo, además de que duerme todo el día y solo está puntual para recogerme a la universidad. En una de esas intenté seducirla pero fue en vano, ella estaba más ocupada en masticar que en sentir mi pie en su entrepierna.

Eso me ha desilusionado, al igual que sus visitas nocturnas, antes se escapaba para venir a verme pero ahora, no lo hace, no me escribe como antes, no es lo mismo con ella, ha cambiado y si se lo llego a decir me dirá que es mentira, es alucinación de mi parte o pondrá a su trabajo en medio de esto, he decidido que es mejor callar que decirle como me siento que lo descubra por sí sola.

Me dijo que pediría este fin de semana para pasarla en la cabaña que la otra vez me llevó, necesita descansar y dormir lo suficiente para reponerse de todo lo que ha pasado, creo que irá sola, y eso es bueno, creo que debe estar sin mí y así ella pensará más en lo mal que lo está haciendo, no es igual que Renata pero está comportándose como ella en algunos aspectos.

No quiero sentirme mal por eso evito pensar tanto esto. Por otra parte, me siento feliz porque Renata está saliendo con Isabelle y le ha pedido ser algo más que amigas con derecho, la he escuchado y suena demasiado feliz, no puedo decir lo mismo de parte de Isabelle porque no tenemos una buena comunicación y es que las exs de tus novias no le caerás bien nunca.

Ese mito debo descubrirlo aunque sigo pensando es en que si te odian es por la simple y sencilla razón de que eres mejor que ella y tratas excelente a su ex, debe ser por eso. En mi caso, Kim odia a Renata pero a ella le cae bien Kim, es algo raro, pero comprendo a Kim, ella no quiere que esté cerca de la persona que me hizo tanto daño y no quiere que se vuelva a repetir.

No me quejo de ella, veo que mantiene al margen a su ex y eso se lo agradezco porque Isabelle es más tenaz que Renata y ella si estaría dispuesta a conquistar a Kim sin importar que tenga que hacer para quitarme de en medio. Mi universidad ha estado tranquila por lo que me deja las noches libres que antes, por supuesto, acompañaba a Kim pero ahora no lo hago, me mantengo aquí encerrada mirando el techo sin recibir llamadas de mi novia, cuando antes me llenaba el buzón.

No quiero pensar en que todo se está enfriando y ella lo está mandando a la mierda junto conmigo porque no podría soportar otra desilusión como esta. Kim debe saber cómo me la pasé con Renata, debe sentir mi dolor con respecto a esto, ella sabe y comprende lo insegura que suele ser de mí misma pero al parecer no es así, lo ignora o no me está prestando la mayor parte de lo que suele hacerlo.

-¡Es una hermosa tarde para salir a conquistar al mundo! - Suelto el libro que tenía en mis manos.

-¡Maldición, Alexa! No entres así de nuevo, ¡Joder! - Me toco mi pecho para saber dónde está mi corazón, lo siento por todo mi cuerpo.

-¿Te asuste? - Pregunta inocente - Lo siento.

-¿A qué se debe tanta alegría? - Vuelvo a tomar el libro que cayó lejos de mí.