Capítulo 32

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Kimberly

Estoy demasiado cansada de tanto trabajar anoche, le diré a madre que me tomaré la noche libre, necesito dormir todas las horas disponibles. Tuve que pedirles el favor a las chicas que limpian para que lo hicieran por mí esta mañana, no tenía fuerzas para ese momento, ahora estoy en cama descansando con Alexandrin y Citlalli en mi cuarto jugando con mi Xbox.

Hoy Citlalli faltó a la universidad y eso no es de mi agrado, es primer día de clases pero igual no debe faltar. Me acomodo mirando la pared, cierro mis ojos y lentamente caigo en un sueño profundo, no me doy cuenta de nada. Siento que alguien se acuesta a mi lado y me doy vuelta para saber quién es y con mis ojos entre cerrados, sonrío al ver a Citlalli a mi lado.

Suspiro sentándome en la cama, miro la hora y me sorprendo por ver que dormí tanto, busco a Alexandrin pero no está, me supongo que se fue hace unas horas atrás. Bostezo y me levanto de la cama para irme a cepillar los dientes. Me miro al espejo y estoy hecha un desastre, me mojo la cara, para cepillarme los dientes. Una vez que termino salgo del baño para encontrarme a mi mamá en el cuarto hablando con Citlalli.

—¿Tampoco trabajaras hoy? — Pregunta una vez que me ve.

—Estoy muy cansada — Digo bostezando.

—Sabes que... — La interrumpo.

—Debo descansar si quieres que te ayude el fin de semana — Replico y me lanzo de nuevo a la cama en forma de protesta.

Escucho que da un portazo y gruño enojada. ¿Cómo pretende que trabajaré si no he dormido nada? Siento las manos de Citlalli acariciar toda mi espalda, me la levanta y se sienta encima de mi culo, hace presión sobre mi espalda con sus dedos, siento sus nudillos recorrer toda mi espalda, llega a esta donde se aloja el estrés y me da leves masajes.

—¿Irás a trabajar? — Escucho que pregunta.

—No, necesito descansar — Respondo un poco soñolienta.

—Tu madre está enojada — Comenta dándome unos ricos masajes.

—No es problema mío — Estoy molesta porque lo único que quiero es dormir.

—No es para que te enojes conmigo — Replica y gruño de frustración.

—No me enojo contigo — Comento suspirando.

—Pues lo has estado todo el día de ayer — Replica, al parecer quiere pelear.

—Tenía razones para estarlo — Escondo mi rostro en la cama para reprimir un gruñido.

—Pero te explique... — Levanto mi mano y la dejo caer con fuerza en la cama haciendo ruido.

—¡Basta! — Suspiro — No quiero hablar del tema — Ella se detiene — Continua por favor, estoy estresada.

—Sí — Responde y continua dándome los masajes

Como puedo me saco mi camisa y mi sujetador para que nada le impida hacer bien su trabajo, bloqueo mi mente de toda preocupación, solo me dejo llevar por los toques que Citlalli le brinda a mi cuerpo. Suspiro porque me siento extremadamente bien ahora que recibo esos masajes. Sin darme cuenta me quedo dormida de nuevo, pero esta vez en poco tiempo, miro a la chica que está a mi lado.

Me levanto me saco la ropa para darme una ducha, busco mi toalla y camino hasta la ducha, bostezo mientras gradúo el agua para ducharme con agua caliente, necesito que todo mi cuerpo se relaje, recojo mi cabello en una coleta y entro a la duchar. Suspiro cansada, cierro mis ojos y pongo mi cara directo bajo la regadera, decido que es mejor mojar mi cabello.

Mi amor detrás de una barraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora