Capítulo 2

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Dos días después de esa misma semana llevé a Ashley y como tradición lo hicimos en el sofá, pues era jueves, el día en el que Mark no estaba. Iba a jugar póker con sus amigos del bar.

-Me gusta más que lleves shorts al colegio, porque marca bien tu hermoso trasero.- Dije mientras me prendía mis pantalones.

-Es que la falda es más cómoda. Deberías intentar usarla algún día.- reímos.

-Algún día.- Ella se colocó su remera nuevamente. Me levanté del sofá y fui por un poco de cerveza, para relajar la situación. No había nada en el refrigerador. -¡Demonios!- dije. Ella se levantó del sillón y me miró.- No hay cerveza.

-Podemos volver a divertirnos sin ella.- Me sonrió, yo me acerqué a ella y comencé a besarla, y entonces nos tiramos en el sofá, hasta que nos cansamos de tener sexo.

Luego de dos horas estando en mí casa, Ashley se fue y yo quedé solo como siempre quedaba todos los jueves luego de que ella se iba. Prendí el televisor y comencé a mirar películas.

La noche llegaba y yo seguía solo como un imbécil. Llamé a Jerry para que viniera, pero para mi sorpresa estaba con Rebecca en su auto mirando una película, preparándose para acariciar su sexy trasero. Supe que estaría solo hasta que Mark se designara a aparecer. Lo más probable era que volvería después de la media noche, con los bolsillos vacíos.

Mark era desempleado, y no le importaba al igual que a mamá. A ella no le molestaba mantener a su hijo y novio. A quiénes veía dos minutos por día, si llegaba a vernos. Excepto los domingos que eran sus días libres. Los cuales yo nunca estaba, porque no me gustaba verla mucho, se la pasaba preguntándome cosas y queriendo controlar mi vida, lo cual no me agradaba para nada. Llevaba una vida llena de fiestas, sexo y muchos amigos.

Me recosté en el sofá y me dormí. Al día siguiente desperté al verla a ella mirándome con un gesto de desaprobación.

-Qué manera de dormir, que tienes hijo.- Me levanté, le sonreí hipócritamente, estuve a punto de irme de allí.- Taylor...- dijo suavemente.- cariño sé que no eh tenido tiempo estos últimos días para hablar de cómo estuvo tu día. Pero, ¿me podrías decir qué hace este sostén fucsia al costado del sillón?- Levantó el ardiente sostén que Ashley había lanzado seximente como si fuera una stripper la noche anterior.

-Exactamente mamá, no has tenido tiempo para preguntarme, ni yo para responder. Me voy a la cama.- Cuando llegué a la escalera ella me interrumpió, nuevamente.

-Entiendo que no es de mi incumbencia, pero por favor; dime aunque sea ¿usas protección?- la miré muy molesto.

-¡No mamá! Me acuesto con chicas sin condón. Las embarazo y luego las dejo ¿Feliz?- Ella me miró entristecida.

-Así que no es la primera.- Comencé a reír a carcajadas y subí a mi cuarto.

Me tiré de un salto a la cama y me dormí nuevamente.

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TaylorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora