Capítulo 26

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Cuando llegué a casa, Marc estaba durmiendo, como era de costumbre. Habían latas de cerveza por todos lados. Y apestaba a gases de Marc. Salí corriendo de allí y fui a mi cuarto, me recosté en la cama. Pensaba en lo que acababa de vivir ese día. Decidí llamar a Jerry para darle la noticia. Marqué su número y al instante contestó.

-¡Oye! Me tenías preocupado... ¿Qué pasó?

-Bueno, fui con Alison a comprar el test. Luego fuimos a su casa.

-¿Y?

- Amigo...-suspiré.-estoy jodido.

-¡Diablos! ¿Está embarazada?

-Digamos que estoy cagado, porque... enserio creí que lo estaba.

-Eso quiere decir que...

-¡Exacto! Esta vez me salvé.

-¡Eso es Genial!

-Sí, lo es. Pero la próxima semana se hará otro de nuevo. Porque a veces esas cosas fallan.

-De acuerdo. Espero que de negativo, como hoy.-reí.-Bueno Taylor, tengo que dejarte. Nos vemos mañana.

-Okay. Adiós.-y cortamos.

Estaba tan aliviado en ese momento, el aire apareció en mi cuerpo nuevamente. Debía contárselo a Emily. Pero, no quería ir a su casa y que se enfadara conmigo. Entonces esperaría hasta el día siguiente. Tenía una gran sonrisa de alivio en mi rostro. Todo era perfecto. Solo faltaba mi chica en ese momento. Pero eso sería bastante imposible. Luego, cerré mis ojos en paz y dormí tranquilamente.

Desperté al oír unos gritos que provenían de la cocina, al parecer mamá ya había llegado. Me levanté para investigar lo que sucedía. Fui hacia abajo y luego a la cocina. Me acerqué y Marc estaba sentado, con la cabeza abajo mientras mi madre lo regañaba.

-¡Debes hacer algo por esta familia! ¡Ya estoy cansada de ser la única que trabaja y tú te la pasas durmiendo y tomando todo el maldito día!

-Mamá. Necesito dormir. Hoy tuve un día bastante largo.-ella me miró muy molesta, y por su gesto, parecía el diablo en persona. Solo retrocedí y fui a mi cuarto.

Entonces intenté nuevamente dormir, aún con los gritos. Cerré mis ojos y al poco tiempo estaba soñando con Emily. Cosa no muy rara en mí, pues cada vez que estaba molesto o de mal humor ella aparecía en mis sueños. Lo sé suena estúpido. Pero eso sucedía, lo juro.

Me levanté, cepillé mis dientes, y fui a desayunar como siempre lo hacía todas las mañanas. Había una nota de mamá que decía: "que tengas un bonito día, te quiere mamá." Pero no me preparó el desayuno. Entonces tuve que hacerlo yo mismo. Tomé un pan y me hice tostadas, luego le puse queso untadle y con eso ya tenía mi desayuno preparado.

Salí de casa, pero esta vez no fui a buscar a Emily. Aunque la tentación apareció. De todas maneras no lo hice. Fui completamente solo a la escuela. Sin mirar a una sola chica y con música tranquila. Mi cabeza me dolía bastante. No entendía por qué. Pero solo lo ignoré. Llegué a la prepa, cuando vi quién me esperaba junto con mis amigos, ese dolor desapareció. Bajé del auto y fue a la primera que saludé. Con un abrazo. Luego saludé a mis amigos. Caminamos para la entrada y lo hacía con un brazo, rodeando su cintura.

-Dio negativo.-dije.

-¡Genial! Bien por ti. Sabía que no serías papá. Por esta vez estás salvado.

-Gracias. Me refiero a que si no fuera por ti ayer, estaría muriendo de la angustia.

-No hay de qué. Tú me ayudaste tantas veces que sentí que te lo debía.

Seguimos caminando, hasta que luego llegamos a mi casillero, y ella siguió de largo. No paraba de mirarla. Estaba tan feliz, cada momento en el que Emily aparecía en mi vida, era el mejor recuerdo que tenía. Cuando saqué, mis libros del casillero, me llegó un mensaje de Alison. Al ver su nombre en mi buzón, mis ojos se pusieron en blanco. Todo tipo de pensamientos aparecieron en mi mente; "¿y si es un mensaje en el que dice que se equivocó con respecto a los resultados? ¿Y si dice que en realidad si voy a ser padre? ¡Dios! ¡Ahora qué hago!" Entonces lo abrí: "Hola Tay. Quería darte las gracias por acompañarme ayer en todo esto que vivimos. Si no fuese por ti, tal vez yo no me hubiera animado a hacerme el test. Gracias" Suspiré y le contesté.

Luego sonó la campana y debíamos entrar a clases. Estuve a punto de entrar al aula cuando una mano tomó mi brazo. Yo miré para ver de quién se trataba y era nada más y nada menos que mi tan querida Emily. Ella me sonrió y con un gesto me dijo "Vámonos de aquí". Yo le devolví la sonrisa y asentí.

Creí que iríamos al sótano. Pero en realidad, nos fuimos de la escuela. Caminábamos en silencio, ella me tomaba la mano y miraba el suelo muy seriamente. Yo miraba hacia el frente tratando de averiguar hacia dónde iríamos. Ella me guiaba. En un momento se detuvo, en una esquina.

-Esa noche, en la que tuviste que irte con Alison a su apartamento...-suspiró.-Te odié ¿sabes?-yo la miré algo confundido.- Esperaba que me dijeras, que le dirías que se fuera y te quedarías conmigo. Pero tú solo te fuiste con ella. Me dejaste sola cuando te había contado lo que sucedía en mi casa. Cuando te había confesado, lo horrible que es vivir en mi casa. Tú solo te fuiste dejándome sola. Ni si quiera te importé. Ignoraste todo lo que te dije, menos la parte en la que permití que te fueras con ella. Si solo te hubieras quedado conmigo esa noche, las cosas serían distintas ahora. Tal vez permitiría que tuviésemos una relación. Pero no puedo. Sé que me amas tanto como yo lo hago. Es solo que no quiero estar contigo. Me di cuenta de que te amo tanto que ya no puedo ser solo tu amiga. Y tampoco puedo ser algo más que una amiga. Lo siento Taylor. Creo que esta cosa rara que llamamos amistad llegó a su fin. Lamento tanto lo que sucedió entre nosotros. Te juro que intenté. Intenté alejarme de ti, para que esto no sucediera. Pero tú solo te acercabas más y más. No puedo seguir lastimándome ni tampoco quiero lastimarte a ti. No quiero sufrir por ti de nuevo. Me has gustado desde que entré a la preparatoria, fuiste el chico imposible de mi vida. Y ahora que te tengo a mi lado entiendo, que no podemos seguir juntos. Tú tienes una vida muy distinta a la mía. Sé que quieres cambiar, porque yo siento que intentas hacerlo. E incluso fingí querer entrar a la universidad, para estar contigo y fue un error. No puedo seguir con esta farsa. Creí que siendo solo amigos, me dolería menos. Pero te amo tanto que no puedo ser una amiga más. Y tampoco quiero ser algo más. Porque, me lastimas mucho. Lo hiciste más de una vez y ya estoy cansada de esto. Perdóname. Esto ya no puede seguir así.-soltó mi mano y se fue. Simplemente se fue. Quedé parado mirando cómo se alejaba, sin ser capaz de mover un maldito dedo para correr a buscarla. Quería alcanzarla, impedir que se fuera, pero no pude, estaba destrozado. Derrotado. No entendía nada. No podía estar peor de lo que estuve en ese momento. Ella solo se iba, y desaparecía de mi vista cada vez más.

Era un idiota un completo idiota. Sabía que lo que había hecho esa noche, perjudicaría mi vida más adelante. Pero no, yo solo hice, lo que el chico ganador debía hacer. Revolcarse con la chica sexy. Mi vida en ese momento se derrumbó por completo. La única persona que podía hacerme feliz, se fue y quién sabía si volvería algún día. Quería gritar, llorar, necesitaba explotar. Solo me senté en el piso con mi vista al suelo, mientras lloraba como un idiota, un perdedor. Y sí lo era, era un maldito fracasado, un cobarde. Me odiaba. Odiaba mi persona, odiaba todo lo que había hecho con mi vida. Era un maldito idiota. Emily se había ido. La única chica a la que amé se alejó de mí, porque era un estúpido que no hacía lo que más anhelaba en el mundo sino lo que los otros esperaban que él hiciera. Nunca antes había llorado tanto en mi vida como en aquel momento.

Me levanté y fui a casa. Solo quedaba estar allí en mi cuarto, recostado. Pero no fue lo que hice. Entré a mi habitación, comencé a mirar cada cosa que me identificaba como un patán, como un completo imbécil. Entonces empecé a destrozar todo. Los rompías, los lanzaba contra la pared lleno de rabia. Gritando como un loco. Golpeaba mi puño en todos lados, la pared, la puerta, mi escritorio, hasta a mí mismo. Todas mis cosas estaban destruidas, mis trofeos de fútbol, mis carteles, mi cama, mis cajones, mi silla, absolutamente todo. Toda mi vida, se volvió basura en el piso.

RK^

TaylorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora