Capítulo 28

61 9 0
                                    

El año siguiente, fue una decepción. El chico popular Taylor White, el que según su ex mejor amigo Jerry Cherre tendría un futuro, estaba trabajando en un puesto de comida rápida. Mamá se molestó mucho conmigo. Había dejado a Marc y renunció a su empleo. Todas las noches se lamentaba y se preguntaba en qué había fallado. Ella quería que yo me mudara, pero yo no lo hacía.

Papá muchas veces fue a verme a casa, para hablar e intentaba ofrecerme un trabajo en su empresa. Pero como yo era un tipo orgulloso, lo rechazaba pues no quería nada de él.

No había dejado de beber en ningún momento. Aún seguía en mi mundo estúpido, de chicas y cerveza. Salía con mujeres a las que no conocía. Pero también trabajaba para ayudar a mamá a mantener la casa. Me sentía un completo fracasado. Extrañaba salir con mi mejor amigo a fiestas y con chicas, pero lo había perdido y estaba más que seguro que él había madurado mucho más que yo. También la extrañaba a ella, seguía siendo difícil para mí estar lejos de ella, no podía superarla aún.

Una mañana desperté. Como era de costumbre, me cepillé los dientes y fui a desayunar. Había una nota que mamá me había dejado. Cosa rara, pues eso me dejaba cuando iba a la preparatoria: "Hijo, sé que lo que a ti te sucedió, fue un golpe duro. Pero no por eso vas a pasarte la vida lamentándote todo. Si esa chica era tan importante para ti, debiste buscarla ni bien se fue. Ahora ya es tarde, ella se fue. Ella estará formando una mejor vida y seguramente también querría que tú lo hicieras. Así que por favor, haz algo de tu vida. Inténtalo. Yo me voy, ya es hora de que vivas por tu cuenta y como es casi imposible sacarte de casa me mudaré. No te preocupes no iré lejos. Pero espero que tú si lo hagas. Te ama mamá." Cuando leí la nota que mamá me había dejado un poco triste. Pues hasta mi propia madre me dejó por mi comportamiento inmaduro. Arrugué la nota y la tiré a la basura. Me senté en la mesa, deprimiéndome en absoluto. Suspiré y subí al auto. Seguía teniendo aquel convertible gris. Arranqué y me dirigí al primer lugar que se me cruzó por la mente.

Cuando llegué miraba ese edificio con mucha tristeza. Entré, los estudiantes estaban en clases. Luego fui a ese lugar. Ese maldito lugar donde todo había comenzado. Me paré frente a esa escalera y en mi mente apareció ella sentada en el piso llorando, rodeada de sangre. Ella levantó su vista, sus hermosos ojos verdes me observaban llenos de tristeza.

-Adiós Emily.-dije y desapareció.

Me senté en uno de los escalones entonces lo entendí. Era hora de ser alguien y hacer algo por mí.

TaylorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora