Capítulo 15

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Cuando llegué a casa, me preparé para salir con las "chicas sexys", mientras lo hacía no dejaba de pensar en la última conversación que había tenido con Emily, sus palabras me habían dejado impactado, pero a la vez me sentía feliz cuando dijo que me quería.

Jerry llegó a casa saltando de la emoción por salir con esas chicas. Yo solo lo tomaba como una salida cualquiera, esas típicas donde salgo, tengo sexo y luego veo si la chica me agrada o no.

Subimos al auto, y fuimos al parque. Cuando llegamos las chicas estaban paradas esperando a que llegáramos. Quedaron muy asombradas al ver mi auto, pero cuando bajamos no pensaron que íbamos a ser nosotros. La chica que me dio su número, me sonrió e hizo un gesto de que había quedado impresionada.

-Hola bellezas.- Dijo Jerry. Yo les sonreí a las dos.

-Hola, preciosuras.- saludé.

-Oye niño bonito, no me esperaba semejante carro.-dijo ella.

-Me presento...-interrumpió Jerry.- Mi nombre es Jerry Cherre. Y sinceramente jamás había visto a unas niñas tan hermosas hasta el día de hoy.- La amiga de mi chica, lanzó una pequeña risa.

-¿No te parece que este es el momento para presentarte hermosa?- dije interrumpiendo, las miradas de coqueteo que nos lanzábamos todos.

-Claro, pero primero... Mi amiga y yo no solo somos el misterio de esta noche. Pues nunca me dijiste tu nombre precioso.-reí.

-Por supuesto. Pero qué estúpido fui. Mi nombre no es nada más y nada menos que Taylor White.-contesté orgulloso.

-¿Quién hubiera pensado que esta noche saldría con la súper estrella de la cancha?-Reímos.- Bueno, creo que es tiempo de presentarme... Soy Alison McCarthy. Y la morena que está allí sentada, es mi amiga Samanta Courtny.

-Mucho gusto Alison y Sam ¿Si es que te puedo llamar Sam?- les sonreí.

-Claro.-contestó con una sonrisa.- Y tú Jerry, también puedes llamarme Sam.-dijo dirigiéndose a mi amigo.

Luego de que nos terminamos de presentar, subimos a mi auto y fuimos a la ciudad. No era fin de semana pero aun así habían varios bares abiertos. Bajamos del auto, y entramos a un lugar llamado, "La noche de tu vida". Pocas personas estaban bailando, mientras que otras solo estaban sentadas bebiendo. Buscamos un lugar para sentarnos y así lo hicimos. Mientras Jerry hablaba con las chicas, yo pensaba en qué sucedería esta noche. Si llevaría a Alison a mi casa y luego pensaría lo que pasaría después, o solo la llevaría por una noche y la dejaría atrás. Solo tendríamos sexo, como una costumbre mía y estaba seguro de que si ella no me agradara lo suficiente le diría una excusa de por qué no podía tener nada con ella. Y volvería a mi típica vida de idiota. Luego una chica, de cabello rojizo se acercó con un delantal y una bandeja llena de vasos vacíos a preguntar qué íbamos a tomar. Jerry le dijo que unas cervezas y ella se fue. Era el único que estaba callado en aquella mesa, sin decir una sola palabra mientras que Samanta y Alison reían como locas ante los comentarios estúpidos de mi amigo. En un momento volteé para mirar a un costado, pues yo soy de tener impulsos sorpresivos hasta para mí mismo. Miré a una pareja que se encontraba abrazada. El novio miraba a su chica con tanto cariño y en ella se notaba esa mirada de seguridad, parecía que se sentía querida. Él solo la miraba y sonreía, sus ojos tenían un brillo que desde lejos se notaba, y se sentía el amor que se tenían el uno por el otro. Cómo los envidiaba, deseaba tanto sentir por lo menos una sola vez amor hacia alguien. Quería amar a alguien, pero cómo iba llevando las cosas hasta ese momento, sería difícil enamorarme.

Vivía en un mundo absurdo y estúpido. Lleno de sexo, fiestas, chicas, amigos, popularidad y a pesar de que es uno de los sueños de muchas personas, esa era la peor pesadilla para mí. Era infeliz siendo lo que era y ya estaba harto. Luego la misma mesera apareció dándonos las cervezas que al poco tiempo ya estaban todas abiertas. Alison llamó mi atención con una sonrisa, yo se la devolví, luego tomé de la botella y miré hacia otro lado, ignorándola completamente. Después de unos minutos de aquella situación, Sam y Jerry se levantaron para bailar. Ya era medianoche y bastante gente había aparecido. Mis ojos solo llevaban la vista al suelo, ni si quiera le presté atención a mi cita.

-Oye, amigo.-dijo llamando mi atención.- No acepté tu invitación para quedarme aquí sentada viendo cómo tomas cerveza. O me sacas a bailar e intentas llevarme a la cama, o me voy y busco a alguien más.-La miré a los ojos ya no me agradaba en absoluto. Me levanté de la mesa, me paré frente a ella y le di mi mano para que fuéramos a bailar. Ella sonrío y accedió.

Bailamos como una hora y la besé un par de veces mientras le sonreía hipócritamente. Luego Jerry me indicó que ya nos vayamos, lo hizo abrazando a Sam indicándome que se la quería llevar a su casa. Asentí y avise a Alison. Salimos de aquel bar y subimos a mi auto. Jerry y Samanta estaban en los asientos de atrás besándose locamente, mientras mi acompañante miraba por la ventanilla del auto muy entretenida. Yo solo manejaba y lo hacía del peor humor.

Llegamos a casa de Jerry, ellos bajaron del auto y se despidieron de nosotros, tambaleaban un poco, pues al parecer habían bebido demasiado. Luego de que ellos bajaron del auto, yo conduje hasta llegar a casa. Entramos besándonos para llegar a un cierto punto. Subimos las escaleras mientras yo le quitaba la playera a Alison. Abrimos la puerta de mi cuarto y luego la cerré, en ningún momento paramos de besarnos. Mientras yo besaba su cuello ella me quitaba la camisa que llevaba puesto. Acariciaba su pierna la cual tenía al costado de mi cuerpo.

-Ejem.-escuchamos, rápidamente me di la vuelta muy sorprendido. Mis ojos quedaron en blanco al ver a Emily sentada en mi cama.

-¿Qué haces aquí?- dije.

-¿Quién es ella?- preguntó Alison, muy molesta.

-Nadie, yo ya me iba.

-Oye espera. Alison dame un segundo hablaré con ella y ya te atenderé a ti.- Las dos me miraron muy sorprendidas.- Vamos a hablar a fuera.-dije.

-No, no. Tú sigue con lo tuyo. Hablamos mañana si quieres.

-No. Alison puede esperar- dije como si fuese que ella no estaba allí.- Salgamos.- Le indiqué el camino hacia la puerta, ella cruzó por al lado de mi cita quien la miró con odio. Cuando Emily salió, yo la seguí por detrás. Pero una mano me impidió seguir caminando.-Enseguida vuelvo.- y dejó que saliera.

Emily estaba en la sala sentada en el sofá. Me miró entristecida y al parecer avergonzada. Yo me senté a su lado.

-¿Qué sucedió? ¿Cómo entraste? ¿Qué haces aquí?-pregunté.

- El novio de tu mamá me dejó entrar. Ni si quiera le tuve que explicar que era tu amiga, solo me dijo que pasara...-la miré para que siguiera con las explicaciones de su aparición en mi casa.- Es solo que no quería volver a ese lugar tan horrible. Pero, por lo visto estás ocupado y no quiero molestarte.

-¡Espera! ¿Hablas de tu casa?- me miró molesta.

-¡Sí! – Respondió con una sonrisa de oreja a oreja.- Es que en ese lugar horrible se encuentra ese tipo.-lo miré confundido.- Carl, es el cuarto novio que tiene mamá. Y es un idiota, todo el tiempo se la pasa golpeándola ya estoy harta de verlo haciéndolo. No tenía ganas de estar allí es todo.- cuando me contó la historia lo hizo tan natural que parecía que me contaba una linda historia. Me sorprendió que me lo dijera, pues a mucha gente le cuesta hablar de su vida.

-No te preocupes. Puedes quedarte.-me miró sorprendida.

-¿Y tú chica? Me refiero a que al vernos entrar me di cuenta de las ganas que se tenían.

-La llevaré a su casa. Ni si quiera me interesaba solo lo hacía por compromiso.

-De acuerdo. Sácala de tu cuarto que ya estoy cansada y quiero dormir.- mis ojos se abrieron tanto al escuchar sus palabras, pues me lo dijo como si fuera una orden, cuando en realidad el que la había invitado a mi casa era yo. Solo le sonreí y ella lo hizo también.-Oye, ¿y si te la llevas a su casa y duermes con ella en su casa? Digo me siento mal por haberlos interrumpidos y se notaba que la pobre quería algo con Taylor White esta noche. Me da un poco de pena, no seas así con ella por mi culpa. Llévala a su casa e intenta llevarla a su cama.- La miraba confundido, pero asentí y me levanté del sofá.

Cuando entré a mi cuarto. Alison estaba recostada en la cama, en ropa interior, eso sería difícil. Me acerqué a ella sigilosamente y se levantó, con una sonrisa de oreja a oreja.

-Alison, creo que hoy mi cama no disfrutara de ti, pero... tampoco dije que yo no lo haría ¿Qué te parece si vamos a otro lado? Este lugar ya estaba reservado y lo había olvidado.

-De acuerdo ¿Quieres ir a mi departamento?- Quería decir que no, porque ya estaba cansado.

-Pues vayamos.- Ella sonrío, entonces se vistió nuevamente. Salimos de casa y subimos a mi auto.

...

TaylorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora