Capítulo 8

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-¡¿Qué hiciste qué?!- dijo Jerry al contarle lo que había pasado.

-Lo que oíste.

-Estás loco.

-No me agrada Rebecca. Siento que es peor que su amiga. Tal vez Megan, si ella hubiese sido la que me invitó hubiera aceptado. No es tan sexy, pero no tiene tanto ego como las otras dos.

-Tal vez... ¿me pasas el aderezo?- dijo indicándome la botella de mostaza que estaba en la punta de la mesa. Tomé la botella y se la pasé.

Todos hablaban de boberías como todos los días. Yo prestaba atención a todo, pues si Emily volvía a pasar y yo no la veía me mataría. Luego, una mala sensación apareció en mi cabeza. Sentía que algo andaba mal. Traté de sacármelo de la cabeza. Luego en un momento comencé a mirar para todos lados. Para encontrar a ese tal Jake. Lo encontré sentado en una mesa con su novia y al aprecer las amigas de ella. Luego vi que Emily salió de la cafetería. No le di importancia. Y comencé a entablar nuevamente una conversación con mis amigos. De repente noté que el grupo de los abusivos se habían levantado y salieron por la misma puerta que Emily. Me levanté rápidamente de la mesa. Mis amigos quedaron observándome, muy sorprendidos.

-Taylor ¿qué te sucede amigo?

-Acompáñame.- dije y comencé a caminar. Al parecer Jerry les pidió a Michael y Richard que vinieran con nosotros.

-¿Qué buscas?

-A alguien.- dije sin dar explicaciones.

Salimos de la cafetería. Y fuimos a la cancha. Detrás de la tribuna. Comencé a escuchar gritos, luego oí "Eres patética." Corrí hacia atrás. Y vi que Emily estaba tirada en el piso y ese tal Jake estaba pateándola. Su novia y unas chicas más se reían como locas.

-¡Ey!- gritó Jerry. Al vernos comenzaron a correr. Yo lo seguí.- ¡Taylor!- me gritó.- Amigo, déjalo.- estuve a punto de alcanzarlo pero luego escuché:

-Déjalo.- Emily. Me detuve y fui corriendo hacia donde estaba ella. Richard y Michael la estaban ayudando a levantarse. Ella se quedó sentada en el suelo, mirándome fijamente a los ojos. Que por su puesto estaban llorosos y muy rojos.

-¿Estás bien? –Pregunté. Mis amigos nos observaban. Yo me arrodillé en el piso a su lado. Ella asintió.- De acuerdo.- miré a los chicos para que nos dejen solos. Jerry me lanzó una mirada de desaprobación. Lo ignoré y le indiqué que se largara. Algo molesto, se fue junto con los otros dos de donde estábamos.

-¿Por qué lo haces?- me miró confundida.

-Porque te dije que al igual que tú yo también te necesito. Y es obvio que tú a mí.

Comenzó a llorar.-Quiero que esto acabe ya.- la abracé.

-Déjame cuidarte Emily.- ella negaba con la cabeza.- ¡Por favor!- Se levantó.

-Creo, que por más que la idea me agrade. Y me sienta segura a tu lado, y sienta que te necesito más que a nadie. No podemos ser amigos. Lo siento Taylor.- comenzó a caminar.

-¿Por qué? Tú fuiste la que me buscó. No me puedes echar de tu vida así no más. Ya eres parte de la mía, lo creas o no. Quiero cuidarte y nunca sentí la necesidad de hacerlo, hasta que apareciste.

-Lo lamento Taylor, pero tengo mis razones...-suspiró- Adiós.- Se fue, se alejó y yo quedé allí sentado mirando cómo desaparecía de mí vista.

La historia apenas había comenzado y ella la terminó en tan solo tres días. Sentía que no me iba a rendir que debía encontrar la manera de que eso no terminara así, ella estaba sufriendo como nunca vi a alguien sufrir en mi vida, y como ella lo había dicho me necesitaba más que a nadie. No me rendiría porque, así como ella necesitaba de mí yo necesitaba de Emily.

TaylorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora