Estaba tirado en mi cama, tapándome la cara pensando: ¿Por qué justo a mí? ¿Por qué demonios esto me estaba pasando a mí? ¿Por qué ahora? ¿Por qué diablos? Tenía miedo, estaba asustado, aterrorizado. Mis manos temblaban, y la angustia se apoderaba de mí. Solo quería, no ser padre ¡Diablos solo tenía diecisiete años! Tenía una vida por delante. Un futuro. Si llegase a ser padre, mis sueños quedarían destrozados. Y lo peor de todo; ¿cómo se lo diría a Emily? Mi vida completa estaba arruinada. Cuando comencé a ser feliz, esto tenía que pasar. Era un completo idiota, odiaba a mi yo del pasado. Lo odiaba profundamente.
Decidí llamar a Jerry para contárselo. Pero de todas formas, él no me ayudaría en nada. Igual lo llamé. Lo esperé una hora entera, y solo vivía a unas cinco manzanas. Deseaba tanto que eso solo fuese una pesadilla. Pero aun así, no despertaba de ella.
-¿Qué sucede? ¿Por qué me llamaste tan urgente?-entrando a mi cuarto.
-¿Recuerdas a Alison? La chica, con la que salimos aquella noche.
-La recuerdo, muy bien.-dijo con una sonrisa traviesa.
-Amigo... Cree poder estar embarazada...-sus ojos se abrieron muy grandes al escuchar la noticia.- y lo peor de todo es que cree que lo está de mí.
-¡Oh por Dios!-contestó y se sentó, muy aturdido en mi cama.- ¿Acaso no usaste condón?
-¡Siempre uso condón Diablos!
-Pero... no salió con otro ¿Después de ti?
-No. Solo conmigo.
-¿Y ahora que harás?
-No lo sé.-me levanté brutalmente de mi cama. Y tiré la almohada hacia la puerta, molesto.
-¿Dónde está ella ahora?
-Fue por un test de embarazo.
-¡Espera! ¿Aún no lo hizo?
-No.
-Okay. Eso es bueno. Tal vez es solo un retraso común y corriente. A las mujeres les suele pasar.
-Eso lo pensé amigo ¿Pero qué demonios haré si da positivo?
-Claro. Tienes razón.
Luego de que Jerry si fue. Yo solo estaba recostado en mi cama, tratando de pensar en una solución para todo. Pero, eso no tenía solución, un niño o una niña, vendría al mundo. Un ser humano, hijo o hija mía. Ya no sabía qué pensar. Necesitaba saber qué pasaría. Hasta que tocaron mi puerta. Me sorprendió, pues no esperaba a nadie, de todas maneras permití que pasara.
-Hola chico lindo.-Emily, entró con una hermosa sonrisa. La miré con preocupación y miedo. Ni si quiera ella podía sacarme el temor que tenía.- ¿Sucede algo?- No quería decirle lo que pasaba. Tal vez la perdería al contarle, pero ya me sentía lo suficientemente estúpido, por todo. Y necesitaba de su ayuda. Aunque ella no podría hacer nada por mí.
-Tal vez me convierta en padre.-Su sonrisa desapareció al oír mis palabras.
-Wow, eso sí es una noticia.-contestó sentándose a mi lado. Yo miré al techo, entristecido.- ¡Oye!-llamó mi atención, yo la miré.- No pasa nada.-su respuesta, me confundió.- ¿Dónde está su madre ahora?-preguntó dulcemente.
-Alison...-dije, ella agachó su cabeza.-Fue por un test de embarazo.
-¿Acaso eres idiota? ¿Por qué demonios no fuiste con ella? ¿Sabes lo difícil que debe ser para ella esta situación? Más difícil que lo que a ti te sucede en este preciso momento. Tienes que acompañarla, siempre. Te guste o no. Si ese test da negativo, te salvarás y podrás dejarla libre. Pero si llegase a dar positivo, serás padre y tendrás que acompañar a Alison siempre, porque los dos se metieron en esto, no solo ella. Tú fuiste el que pusiste el esperma. Llama a esa chica y revisen ese maldito test de embarazo juntos. Y sí esto afectara tu futuro. Pero debiste pensarlo antes, de no cuidarte. Karma cariño.
-Tienes razón.-suspiré.-Pero... ¿Qué pasará con nosotros Emily?- ella sonrió.
-Que te hagas cargo de tu hijo no significa que debes casarte con Alison. Aparte, nosotros solo somos amigos ¿Recuerdas?
-Lo recuerdo muy bien.-nos sonreímos.-Llamaré a Alison.-Tomé mi teléfono y marqué su número. Emily, me miraba con un gesto de aliento. El teléfono sonaba y sonaba, hasta que Alison contestó.-Hola, soy yo Taylor.-dije.
-¿Qué quieres? Aún no compré el test. Estoy yendo a la farmacia.
-¿Qué farmacia?
-¿Por qué quieres saberlo?
-Pues, me di cuenta de que debo estar contigo en cada momento. Hasta comprando esa cosa.-solo se oía silencio.
-De acuerdo. Se llama "Ayoudocc" ¿la conoces?
-Se perfectamente cuál es. Nos vemos allí. Adiós.
-Adiós...-estuve a punto de cortar.- ¡Taylor!...-suspiró.- Gracias.
-De nada.-y corté.
Emily, miraba el suelo con una triste sonrisa. Entendí que a ella no le agradaba, nada de lo que me había aconsejado. Pues Alison entraba en todo el plan. Luego levantó su vista, indicándome que fuera a aquella farmacia. Asentí y me levanté. Bajé las escaleras. Ella estaba detrás de mí. Pero cuando yo subí al auto, se despidió saludándome desde lejos. Y se fue. Me dolió que se pusiera así. Pero como me había dicho, tenía que comenzar a ser más responsables de mis actos.
Arranqué el auto y me fui directamente a la farmacia. Alison me estaba esperando en la puerta. Estacioné, y bajé. Nos saludamos con unas sonrisas llenas de temor. De igual manera entramos, ella tomaba mi mano, apretándola con fuerza. Pedimos el test, lo compramos y salimos de allí. La miré y en su rostro llevaba una mirada de pánico. Decidimos ir a su apartamento, para que se lo hiciera. El camino, estuvo silencioso y lleno de tensión.
Cuando llegamos a su casa, ella me miró con un gesto de preocupación y me abrazó. Fui a sentarme en su sofá. Estuve esperando unos minutos. Hasta que ella apareció, con el test en su mano.
-Hay que esperar varios minutos, hasta que aparezca el resultado.-dijo. Yo asentí y teníamos las manos tomadas. Mirando aquel test.
Cuando mis ojos, vieron los resultados no lo podía creer.
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Taylor
Teen FictionTaylor es el típico chico popular, lleno de amigos. Es el mariscal de campo del equipo de fútbol "Las Águilas" del 'Linconl School'. Él hace lo que quiere cuando quiere. Es envidiado por los "perdedores" y deseado por las chicas. Pero un día despué...