Capítulo 25

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Estaba tirado en mi cama, tapándome la cara pensando: ¿Por qué justo a mí? ¿Por qué demonios esto me estaba pasando a mí? ¿Por qué ahora? ¿Por qué diablos? Tenía miedo, estaba asustado, aterrorizado. Mis manos temblaban, y la angustia se apoderaba de mí. Solo quería, no ser padre ¡Diablos solo tenía diecisiete años! Tenía una vida por delante. Un futuro. Si llegase a ser padre, mis sueños quedarían destrozados. Y lo peor de todo; ¿cómo se lo diría a Emily? Mi vida completa estaba arruinada. Cuando comencé a ser feliz, esto tenía que pasar. Era un completo idiota, odiaba a mi yo del pasado. Lo odiaba profundamente.

Decidí llamar a Jerry para contárselo. Pero de todas formas, él no me ayudaría en nada. Igual lo llamé. Lo esperé una hora entera, y solo vivía a unas cinco manzanas. Deseaba tanto que eso solo fuese una pesadilla. Pero aun así, no despertaba de ella.

-¿Qué sucede? ¿Por qué me llamaste tan urgente?-entrando a mi cuarto.

-¿Recuerdas a Alison? La chica, con la que salimos aquella noche.

-La recuerdo, muy bien.-dijo con una sonrisa traviesa.

-Amigo... Cree poder estar embarazada...-sus ojos se abrieron muy grandes al escuchar la noticia.- y lo peor de todo es que cree que lo está de mí.

-¡Oh por Dios!-contestó y se sentó, muy aturdido en mi cama.- ¿Acaso no usaste condón?

-¡Siempre uso condón Diablos!

-Pero... no salió con otro ¿Después de ti?

-No. Solo conmigo.

-¿Y ahora que harás?

-No lo sé.-me levanté brutalmente de mi cama. Y tiré la almohada hacia la puerta, molesto.

-¿Dónde está ella ahora?

-Fue por un test de embarazo.

-¡Espera! ¿Aún no lo hizo?

-No.

-Okay. Eso es bueno. Tal vez es solo un retraso común y corriente. A las mujeres les suele pasar.

-Eso lo pensé amigo ¿Pero qué demonios haré si da positivo?

-Claro. Tienes razón.

Luego de que Jerry si fue. Yo solo estaba recostado en mi cama, tratando de pensar en una solución para todo. Pero, eso no tenía solución, un niño o una niña, vendría al mundo. Un ser humano, hijo o hija mía. Ya no sabía qué pensar. Necesitaba saber qué pasaría. Hasta que tocaron mi puerta. Me sorprendió, pues no esperaba a nadie, de todas maneras permití que pasara.

-Hola chico lindo.-Emily, entró con una hermosa sonrisa. La miré con preocupación y miedo. Ni si quiera ella podía sacarme el temor que tenía.- ¿Sucede algo?- No quería decirle lo que pasaba. Tal vez la perdería al contarle, pero ya me sentía lo suficientemente estúpido, por todo. Y necesitaba de su ayuda. Aunque ella no podría hacer nada por mí.

-Tal vez me convierta en padre.-Su sonrisa desapareció al oír mis palabras.

-Wow, eso sí es una noticia.-contestó sentándose a mi lado. Yo miré al techo, entristecido.- ¡Oye!-llamó mi atención, yo la miré.- No pasa nada.-su respuesta, me confundió.- ¿Dónde está su madre ahora?-preguntó dulcemente.

-Alison...-dije, ella agachó su cabeza.-Fue por un test de embarazo.

-¿Acaso eres idiota? ¿Por qué demonios no fuiste con ella? ¿Sabes lo difícil que debe ser para ella esta situación? Más difícil que lo que a ti te sucede en este preciso momento. Tienes que acompañarla, siempre. Te guste o no. Si ese test da negativo, te salvarás y podrás dejarla libre. Pero si llegase a dar positivo, serás padre y tendrás que acompañar a Alison siempre, porque los dos se metieron en esto, no solo ella. Tú fuiste el que pusiste el esperma. Llama a esa chica y revisen ese maldito test de embarazo juntos. Y sí esto afectara tu futuro. Pero debiste pensarlo antes, de no cuidarte. Karma cariño.

-Tienes razón.-suspiré.-Pero... ¿Qué pasará con nosotros Emily?- ella sonrió.

-Que te hagas cargo de tu hijo no significa que debes casarte con Alison. Aparte, nosotros solo somos amigos ¿Recuerdas?

-Lo recuerdo muy bien.-nos sonreímos.-Llamaré a Alison.-Tomé mi teléfono y marqué su número. Emily, me miraba con un gesto de aliento. El teléfono sonaba y sonaba, hasta que Alison contestó.-Hola, soy yo Taylor.-dije.

-¿Qué quieres? Aún no compré el test. Estoy yendo a la farmacia.

-¿Qué farmacia?

-¿Por qué quieres saberlo?

-Pues, me di cuenta de que debo estar contigo en cada momento. Hasta comprando esa cosa.-solo se oía silencio.

-De acuerdo. Se llama "Ayoudocc" ¿la conoces?

-Se perfectamente cuál es. Nos vemos allí. Adiós.

-Adiós...-estuve a punto de cortar.- ¡Taylor!...-suspiró.- Gracias.

-De nada.-y corté.

Emily, miraba el suelo con una triste sonrisa. Entendí que a ella no le agradaba, nada de lo que me había aconsejado. Pues Alison entraba en todo el plan. Luego levantó su vista, indicándome que fuera a aquella farmacia. Asentí y me levanté. Bajé las escaleras. Ella estaba detrás de mí. Pero cuando yo subí al auto, se despidió saludándome desde lejos. Y se fue. Me dolió que se pusiera así. Pero como me había dicho, tenía que comenzar a ser más responsables de mis actos.

Arranqué el auto y me fui directamente a la farmacia. Alison me estaba esperando en la puerta. Estacioné, y bajé. Nos saludamos con unas sonrisas llenas de temor. De igual manera entramos, ella tomaba mi mano, apretándola con fuerza. Pedimos el test, lo compramos y salimos de allí. La miré y en su rostro llevaba una mirada de pánico. Decidimos ir a su apartamento, para que se lo hiciera. El camino, estuvo silencioso y lleno de tensión.

Cuando llegamos a su casa, ella me miró con un gesto de preocupación y me abrazó. Fui a sentarme en su sofá. Estuve esperando unos minutos. Hasta que ella apareció, con el test en su mano.

-Hay que esperar varios minutos, hasta que aparezca el resultado.-dijo. Yo asentí y teníamos las manos tomadas. Mirando aquel test.

Cuando mis ojos, vieron los resultados no lo podía creer.

TaylorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora