Cabeza de Tigre

102 5 0
                                    

25 de mayo de 1810 - Cabildo de Buenos Aires - Ciudad de Buenos Aires

Los integrantes de la Primera Junta entraron al Cabildo luego de saludar a la gente en la plaza. Desde dentro se podía escuchar a la gente festejar y aplaudir sin parar.

-Muy bien señor Presidente -dijo Moreno -Debemos comenzar ya con la organización de esta Junta en vistas a una independencia de Fernando VII.

-Querrá decir José Bonaparte -dijo Belgrano.

-La Junta debe obedecer a Fernando VII, pues dudo que este triunfe contra el gran emperador Napoleón, sólo así obtendremos la independencia.

-Esperemos hasta mañana -dijo Saavedra -Hoy es un día de celebración para todos los habitantes de las Provincias Unidas del Río de la PLata, nos merecemos una fiesta para recordar este momento histórico.

-Pero debemos abrir los puertos, liberar la aduana de... -Alberti se molestaba con Saavedra.

-Yo estoy cansado, ayer dormí mal y la verdad que quiero estar festejando con mi gente.

Todos se miraron extrañados y molestos.

-Está bien -dijo Moreno -Pero mañana a primera hora nos ocuparemos de la aduana, esto traerá mucho dinero a las arcas del cabildo y felicidad en la gente.

Todos se marcharon menos Saavedra que quedó sólo en la habitación.

-!Son templarios! -dijo Rodrigo entrando por la ventana -Moreno, Castelli y Alberti, los tres estaban junto al Gran maestre en el momento de la defensa de la Ciudad.

-¿Estás seguro de lo que dices?

-Si, salieron de una casa en donde vivían junto al gran maestre, tenían las túnicas y todos sus artículos de sus ceremonias.

-Esto complica mucho las cosas -dijo Saavedra.

-"Complica mucho las cosas" -dijo Rodrigo -¡Esto va a permitir que el Gran Maestre escape!

-Como presidente de la Junta voy a mantener los bloqueos en el puerto, pero no podemos asesinar a los tres templarios, son intocables.

-¿Desde cuando ponemos los intereses de la sociedad sobre los de la hermandad?

-Desde que la muerte de esos tres hombres condicionen una guerra civil -dijo Saavedra -Son muy influyentes y en esta ciudad la cantidad de personas que prefieren seguir bajo el dominio español son tantas como los que quieren ser una nación libre; por lo tanto te recomiendo que sigas de cerca las reuniones de la junta, necesito que seas los ojos en mi espalda.

-Vas a necesitar mucha fuerza para negarte a lo que los templarios digan, ya los oíste, lo primero que harán será desbloquear el puerto.

-Eso es lo que voy a impedir -dijo Saavedra -Los hermanos de Manuel Belgrano están controlando el puerto mientras que Güemes está en el fuerte.

-Siento que todo va a salir mal -dijo Rodrigo cabizbajo -La hermandad está dispersa, desde que nos enteramos del Gran Maestre siento que estuvimos perdiendo poder.

-No te preocupes, yo estoy aquí a cargo de todo, nada más tengo que hacer valer la autoridad sobre Moreno, Castelli y Alberti; tú y Belgrano me están ayudando: tú estás a mis espaldas y Manuel Belgrano se encuentra ayudándome a controlar a Moreno, ese hombre es muy hábil con su inteligencia.

Rodrigo salió caminando molesto en dirección al fuerte, llovía a cántaros y fue a refugiarse a la recova.

-Primero Liniers, después Saavedra, tal parece que te has quedado solo.

Assassin's Creed IndependenciaWhere stories live. Discover now