Cap 11

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Subí por la pared externa de la casa de Ethan, viendo a mi pareja dormir desde su ventana. Metí la bolsa con los objetos que podría llegar a necesitar para lo que estaba pensando hacer, cuidando que no hubiera ni un solo ruido. Tenía esposas en esa bolsa, por lo que tenía que ser cuidadoso con el sigilo...

Entré rápidamente, en completo silencio, y dejé la bolsa en el piso. Me acerqué a la cama de mi pareja, acechándolo. Lo miré dormir plácidamente y casi lamenté lo que estaba a punto de hacer... Pero era necesario, si quería mantenerlo a salvo de Katherine.

Le quité un mechón de pelo de los ojos y Ethan abrió los ojos de golpe, completamente alerta por ninguna razón en específico. Él me miró fijamente y yo supe exactamente lo que estaba viendo: mis colmillos asomando ligeramente por mis labios entreabiertos y mis ojos rojos, brillando en la oscuridad. Mis garras estaban realmente cerca de su cara, y él las miró aterrorizado.

Ethan se sentó de golpe, abriendo la boca para gritar, y decidí que tenía que actuar antes de que todo se fuera al traste. Tapé la boca de Ethan, mirándolo fijamente. Él estaba completamente aterrorizado y tiraba de mi mano sobre su boca con desesperación.

-Tranquilo Ethan, no voy a hacerte daño...- le digo cambiando de posición, subiéndome a su cama, moviendo su cuerpo hasta que yo quedé apoyado en el respaldo de su cama y su espalda en mi pecho, mis piernas enredadas entre las suyas. Ethan se debatió contra mí todo el tiempo, pero yo no dejé que se me escapara.- Vamos Ethan, sabes que si no quiero que te me escapes, no vas a poder hacerlo.

Ethan se quedó paralizado y giró la cabeza para mirarme con el ceño fruncido. El miedo seguía en sus ojos, pero estaba un poco más en control. Él, lentamente, quitó sus manos de mi brazo y cogió mis labios para revelar mis largos colmillos. El terror se acentuó en sus ojos.

-Sí, Ethan, soy un vampiro- le digo con irritación, quitando sus manos de mi boca de un manotazo. Ethan comenzó a retorcerse nuevamente en mi agarre y yo suspiré.- No he venido aquí a morderte, pareja.

Ethan se quedó nuevamente quieto y me miró interrogante, el miedo algo más calmado. Yo ni siquiera hice ademán de quitar mi mano de su boca. No quería que soltara un grito de la nada y arruinara todo.

-Siento mucho tener que hacer esto- le digo con tristeza.- No quería obligarte, pero es la única manera de mantenerte a salvo compañero...

Ethan intentó hablar, pero yo sólo presioné mi mano más fuerte en su boca.

-Lo siento, de verdad. Sólo quiero que sepas que hago esto porque te amo, ¿de acuerdo?- le digo mientras una lágrima roja cae de mi ojo. Ethan se había quedado rígido, mirándome con los ojos como platos. Él limpió la lágrima de mi mejilla e intentó quitar mi mano de su boca. Él quería decir algo, pero yo negué con la cabeza.- Sólo tienes que beber.

Ethan frunció el ceño y yo me mordí mi propia muñeca, le abrí las mandíbulas y se la puse en la boca. Ethan luchó contra mí, intentando quitar mi muñeca de su boca. Yo le tapé la nariz y cuando no pudo resistir más, tragó desesperado, buscando aire y atragantándose por la sangre. Él intentó escupir lo que estaba ingiriendo, pero yo no le dejé, y luego de varios tragos él se rindió y bebió más tranquilo, con una mueca de asco.

-Eso es pareja, bebe- le digo acariciando su cabello mientras Ethan tragaba sin parar. Cuando sentí que me mareaba un poco, quité la muñeca de su boca y lamí la herida para que dejara de sangrar. Ya se cerraría sola en unos minutos.

Ethan aprovechó para deshacerse de mi agarre y limpiar su boca manchada de sangre, saltando de la cama y enfrentándome.

-¿Por qué me has hecho beber tu sangre?- me acusa él. Yo me puse de pie y él retrocedió asustado.

Maldición de Sangre (Maldiciones de Bosque Azul 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora