Maldición de Sangre (Maldiciones de Bosque Azul 2)

Cap 9

-Mamá no está realmente de acuerdo, pero ahora por lo menos creen que estás vivo- dice Chase por el teléfono, mientras yo limpiaba la barra unos minutos antes de tener que abrir el local. Yo sostenía mi móvil con mi hombro y mi cara, escuchando despotricar a mi primo acerca de todas las discusiones y peleas que había tenido que sobrellevar desde que nos encontramos casi una semana atrás. Por lo menos habíamos logrado nuestro objetivo. Nuestra familia había accedido a venir a vivir aquí, a dejar sus antiguas vidas atrás y comenzar de nuevo en esta nueva ciudad, lejos del alcance de Kenneth y su Aquelarre.

-¿Y al final tuviste que decirles lo que pasó conmigo o no?- le pregunto con curiosidad. Me daba igual si Chase les había dicho que soy un vampiro o no, total no tenía planeado ocultarlo en absoluto con ellos otra vez, pero eso no quería decir que se lo tomarían bien o siquiera lo tomarían en serio si Chase se los dijera.

-Bueno, sí, lo dije, pero ninguno de ellos me creyó. Al final inventé toda una historia de cómo habías visto algo que se suponía que no tenías que ver, que un jefe de la mafia había decidido que le servías más con vida y que te habías escapado por los pelos, por lo que era muy probable que vinieran a buscarnos a nosotros como una forma de obligarte a hacer lo que ellos quieren- dice Chase sonando demasiado divertido para mi gusto.

-Oh, genial. Ahora voy a tener que convencerlos que yo no tengo nada que ver con la mafia. ¿Por qué esa ridícula historia es más creíble que la verdad?- le pregunto horrorizado.- ahora va a ser aún peor cuando tenga que decirles lo que en verdad pasó, porque no sólo se van a enfadar conmigo, sino también contigo.

-¿Por qué? Es su culpa por no creerme cuando se los conté- rezonga Chase con irritación.

-Sí, bueno, eso no va a evitar que ellos ataquen a todos los que supieran del tema desde antes- afirmo. Leticia me miraba con curiosidad, obviamente pendiente de cada palabra que estaba diciendo a mi primo.

-Vale, entonces me aseguraré de estar lo más lejos posible cuando te decidas a contarles.

-Y yo me aseguraré de comentarles que tú ya lo sabías y así igual se enfadarán contigo- me burlo.

-Hey, espera un segundo. Yo no tengo nada que ver. A mí no es al que convirtieron en vampiro- se queja Chase.

-Ya, ya. Tú sólo haz lo que planeamos y me avisas cuándo lleguen aquí... y trata de no llamarme de noche. Sabes que es más seguro durante el día.- lo regaño y corto la comunicación.

-¿Con quién estabas hablando, cuidándote tanto porque no se te escapara ni una sola palabra de tu gran secreto?- me pregunta Leticia tranquilamente. Yo sonreí, en absoluto sorprendido porque a ella no se le escapara nada.

-Con mi primo. Él consiguió que nuestra familia aceptara venir a vivir aquí- le explico dándole la espalda, alejándome para dejarle claro que no quería seguir hablando del tema.

-¿Por qué siempre te escondes tras esa coraza?- me pregunta Leticia en voz bien alta.- no dejas entrar a nadie. Nunca nos cuentas nada de ti, nunca has salido con nosotros a ninguna parte, pero se nota que eres una persona muy agradable y...

-No sigas- la corto con dureza.

-Sólo quiero que me respondas. No te estoy pidiendo que me firmes tu autobiografía al detalle- me dice Leticia comenzando a enfadarse.

-Lo hago para no tener que cargarlos con mis problemas... Y porque tengo que guardar un secreto- le digo con los dientes apretados, mirándola a los ojos.- Con respecto a lo otro. No he podido. No es que no quiera, o que desee mantenerlos alejados. Es porque no he podido.