Cap 8

480 58 10
                                    

-Soy Alistair... ¿Y tú eres?

Mi mirada tenía que estar perdida completamente en la nada, mi cara en una expresión realmente estúpida, con una sonrisa de un kilómetro y un charco de baba en el piso.

Estaba imaginando mis manos pasando por un tonificado y no excesivamente musculoso cuerpo de un sexy barman que había conocido la semana anterior y a quien había rechazado cortante. Aún no podía decidirme a ir a buscarlo y aceptar que, por él, podía llegar a cambiar mi orientación sexual... Porque había llegado a la conclusión que no era gay. A mí sólo me interesaba Alistair. Ningún otro hombre me atraía en absoluto... aunque ninguna mujer tampoco.

¿Qué decía eso de mí?

Pues que había resultado ser un maldito cobarde... Pero no había podido hacer nada con respecto a mi lucha interior. Por otro lado, mi oposición a la idea era cada vez más pequeña, desapareciendo con cada día que pasaba. Pronto no tendría ninguna razón para no ir a verle. Ahora, lo único que me detenía de ir al bar, coger su cara entre mis manos y besarlo hasta que ambos comenzáramos a marearnos por falta de aire era el miedo a su desprecio después de la forma cortante con la que lo había dejado allí.

Aunque eso no me impedía fantasear con el chico. Imaginar esos tatuajes que debían cubrir su cuerpo, imaginar que trazaba todos los diseños con mi lengua, besando cada pedazo de su piel que iba revelando lentamente mientras lo desvestía...

-Hola hermoso, ¿qué te sirvo?

Me imaginaba a mí mismo exigiéndolo a él como el plato principal, tirando de él para devorar sus labios, tendiéndolo sobre la barra, sujetando sus manos sobre su cabeza, yo mismo subiéndome a horcajadas sobre él. La verdad es que el hecho de imaginarme a mí mismo teniendo sexo frente a muchas personas también me excitaba bastante. Me gustaba ver, pero idea de que me vieran también me encendía.

Así que me imaginaba besándolo, teniéndolo a mi merced para desagarrar su ropa, lamiendo su piel, hasta que llegaba a su miembro y sin titubear, metérmelo en la boca. Intentaba imaginar cómo sería su sabor, cómo olería en aquel lugar, si sería bueno o si, por otro lado, me desagradaría completamente...

-Ethan...- me llama mi madre pasando una mano frente a mi cara. Yo me sobresalté y sentí como si me hubieran tirado agua fría encima. Maldita sea, había estado a punto de estar en la mesa del desayuno con una furiosa erección, sin poder hacer nada por remediarlo. Mi madre me había interrumpido a tiempo.

Tomé un pan de la mesa del desayuno, ahogando dentro de lo posible un bostezo para que mi madre no me regañara por mala educación (e intentando que pareciera que tenía sueño, cuando me había quedado pegado mirando la nada por una razón completamente diferente). Abrí el pan mientras veía a papá entrar en la casa con varias cartas en la mano, revisando para quién era cada cual. Él sonrió emocionado y dejó una en la mesa. La siguiente me la entregó a mí en las manos.

-Es de la universidad- afirmo dejando el pan y el café como si nada, olvidando a Alistair por el momento, completamente emocionado. Era más importante lo que tenía que decir la universidad que mis fantasías con el chico. Mis padres detuvieron completamente lo que fuera que estuvieran haciendo y se giraron a mirarme expectantes mientras yo leía apresuradamente la carta.

-Vamos, dinos qué dice...- dice mi madre mordiendo la uña de su pulgar izquierdo. Yo sacudí la cabeza y releí la carta, esta vez un poco más calmado. Había leído tan rápido que no había entendido ni la mitad de lo que estaba escrito allí. Entonces sonreí realmente complacido.

-Me han aceptado- digo orgulloso de mí mismo.- Ahora soy oficialmente un estudiante universitario. ¡Voy a estudiar biología marina!

-Técnicamente no eres oficialmente un estudiante. Aún no te has matriculado- dice Caden entrando en la casa completamente seco. Yo aún no podía comprender cómo es que se secaba tan rápido una vez que salía del agua. En unos tres escasos minutos su cola desaparecía y él parecía como si nunca se hubiera acercado al agua.

Maldición de Sangre (Maldiciones de Bosque Azul 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora