Cap 15

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Abrí los ojos de golpe y me encontré de vuelta en mi habitación, mis miembros otra vez encadenados en cruz a mi cama. Solté un resoplido de irritación, estremeciéndome mientras la sensación de tener mis manos atadas por delante iba desapareciendo lentamente.

Joder. Había sido capaz de sentir todo lo que Alistair había sentido. Y él había realmente sentido dolor. Todavía podía sentir los ecos de los golpes del látigo en mi espalda. Me estremecí nuevamente. Era casi como si me hubieran golpeado a mí también.

Había sido capaz de ver a través de los ojos de Alistair, escuchar por sus oídos, oler a través de su nariz, sentir a través de su piel... Hasta la sangre de esa humana pude saborear (y había visto todo rojo por un momento porque Alistair estuviera alimentándose de otro y no de mí).

Y había descubierto dos cosas horribles. Alistair nos estaba protegiendo a nosotros, resistiendo esa tortura estoicamente, y él era mi compañero... Algo acerca del más sagrado lazo para un vampiro y cosas como esas. No lo comprendía cabalmente, pero podía preguntarle a Eros si había leído algo al respecto en ese libro tan explicativo que Alistair se había dejado en mi habitación cuando la perra loca se lo había llevado.

-Entonces, ¿por qué estaba gritando?- pregunta mi madre justo fuera de mi habitación. Yo me sobresalté al escucharla, cayendo en la cuenta que escuchaba varios corazones latientes en la casa. Eros estaba en su habitación. Caden y mi madre estaban afuera de mi habitación... Pero escuchaba dos corazones más abajo, en el primer piso.

Escuché a mi padre hablando con alguien. Me sobresalté al escuchar la voz de Cedric en el primer piso. Debía haber venido a visitar a mi hermano, o a mí, no lo sabía... Mierda. Caden iba a tener que deshacerse de él, y decirle a mamá y a papá que no podían entrar en mi habitación...

-Era sólo una pesadilla, mamá. Tranquila. Ya pasó. Tengo que hablar con él ahora. Está algo alterado. Ya te contaré lo que pueda- le dice Caden a mi madre y yo la escuché rezongar otra vez, antes de bajar las escaleras.

Caden entró otra vez en mi habitación y yo lo miré interrogante.

-No era sólo una pesadilla, ¿sabes?- le digo en voz baja.- ¿Sabes que Cedric está abajo?

-¿Qué?- Caden se sobresalta y luego presta atención al primer piso. Él apretó los dientes.-Genial. Tendré que bajar a hablar con él en algún momento y sacarlo de aquí, pero no quiero dejarte solo en la habitación. ¿Y si a mamá se le ocurre entrar tú estando encadenado?

-Estoy en control Caden. Mi mente se conectó a la de Alistair. Yo... eh... bueno, yo pude sentir cada uno de los latigazos que le dio esa perra en su espalda- murmuro con mis ojos llenándose de lágrimas.- él se alimentó cuando yo era parte de sus sentidos. Ya sé lo que hay que hacer para controlarme. Por favor Caden, libérame de las cadenas...

Caden suspiró, agitado, y me quitó las esposas. Yo suspiré aliviado, frotando mis lastimadas muñecas. Había luchado contra las esposas antes. Posiblemente era mi cuerpo reaccionando al dolor que sentí en el cuerpo de Alistair.

-¿Lo torturan?- me pregunta Caden preocupado.- ¿Qué sucedió?

Yo lo miré con horror, tomando sus brazos con fuerza. Caden me lanzó una mirada de miedo. Él parecía creer que yo iba a abalanzarme a su cuello de un momento a otro. Bueno, considerando lo que había pasado en la mañana, no podía culparlo.

-Vienen a por ti Caden- le digo con horror. Caden se puso pálido.

-¿Qué quieres decir?

-Katherine, la vampiresa esa, le dijo a Alistair que no iba a aguantar palabrotas y como Alistair va y la insulta, le dijo que tú eras el siguiente en ser asesinado.- le digo sentándome en la cama, sosteniendo mi cabeza en las manos.- Alistair se puso como loco. Él actúa como si yo hubiera muerto esa noche, no como si me hubiera convertido. Me dijo claramente que no podía regresar a su cabeza, que ellos notarían mi presencia...

Maldición de Sangre (Maldiciones de Bosque Azul 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora