Cap 14

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-Pásame el collar- ordena Katherine tirando de mí y forcejeando conmigo.

-¡Lo mataste!- le grito a la perra, esperando que creyera de verdad que había acabado con su vida y no ayudado a convertirlo en un vampiro. Rogué a quien fuera que estuviera escuchando que Ethan fuera capaz de seguir al despertar, que pudiera sobreponerse a su nueva condición y que me perdonara por lo que había hecho.

-¡Tú me obligaste a hacerlo!- me dice Katherine triunfal cogiendo un collar de cuero y cerrándolo en mi cuello, un broche con llave siendo bloqueado.- Este collar impedirá que puedas aparecer en ninguna parte. Estás atrapado aquí cariño, y cuanto ante aceptes que eres mi compañero, antes podrás salir de aquí.

Los dos vampiros que estaban allí me miraron con el ceño fruncido, pero salieron de la pequeña celda en la que encontraba. Katherine saltó contra mí y me mordió el hombro con fuerza. Mis colmillos bajaron y yo intenté morderla a ella. Me debatí contra su mordedura, sintiendo asco al saber que otro vampiro me estaba mordiendo cuando él único que debería hacerlo es mi pareja...

-¡Suéltame, inmunda zorra!- le digo debatiéndome entre sus brazos. A cada trago de mi sangre que ella daba, mis fuerzas iban mermando considerablemente... Hasta que apenas podía levantar los brazos.

-Cuida tu vocabulario- me dice ella abofeteándome con todo. Ella tira de mí y cierra un grillete en mi muñeca por sobre mi cabeza. Recién en ese momento noté las cadenas que venían del techo.

Katherine tomó mi otra muñeca y me la encadenó. Al final, mis brazos estaban como a diez centímetros por sobre mi cabeza, asegurados con firmeza, recordándome que si no ocurría alguna especie de milagro, yo no me iba a ninguna parte.

-Perra- le digo furioso y ella vuelve a abofetearme.

-Alistair, comprende que tus actos tienen consecuencias- me dice Katherine con dulzura.- La próxima mala palabra contra mí, el siguiente en morir va a ser alguien de la familia de tu novio- dice ella con emoción.- A la siguiente, va a ser tu propia madre... A la siguiente, alguno de tus amigos que trabajan en ese bar de mala muerte al que te fuiste a trabajar... Y así sucesivamente.

Tuve que morderme la lengua para no decirle absolutamente nada. Sabía que si abría la boca comenzaría a insultarla como si me fuera la vida en ello... y yo no quería que ella comenzara a matar a la gente como la homicida descerebrada que ella era. Aparte que si llegaba a ir a la casa de Ethan, cabía la posibilidad que descubriera que él no había muerto en absoluto.

-Bien, estamos aprendiendo. Ahora bésame y de buena gana- me dice ella y yo giro la cabeza, en una mueca de asco.- Alistair...

-Ya sé, vas a matar a alguien porque no quiero besarte, ¿verdad? Y luego te vas a enfadar conmigo porque lo hago sólo para que no mates a alguien... Y vas a tener que entender que yo lo haré de esa forma siempre. Nunca voy a querer besarte- afirmo con una mueca de desprecio. Katherine me miró con ira y luego se giró para salir de la celda.

-Vas a estar conmigo, te guste o no. Eres mío, y cuanto antes lo entiendas, mejor para ti y para todos los que te importan- afirma ella con frialdad cerrando la puerta y dejándome en la oscuridad total. Yo me sobresalté al darme cuenta que no había siquiera un mísero fotón que me ayudara a ver... Pues yo era capaz de ver con total claridad aún cuando había pocos fotones... Pero en la oscuridad literalmente total, ni siquiera un vampiro podía ver.

Bueno, eso era de esperar, si estas celdas fueron hechas especialmente para volver locos a los vampiros, restringiendo sus movimientos y sus sentidos.

Mi estancia en ese lugar iba a ser muy larga.


Abrí los ojos de golpe al sentir otra consciencia uniéndose a mí mente. Con un sobresalto, caí en la cuenta que era Ethan que había aprovechado el lazo de Sire y neófito que compartíamos y se había colado en mi cabeza... y él no debería ser capaz de hacerlo, no hasta en unas semanas, cuando yo pudiera enseñarle a hacer esto...

Maldición de Sangre (Maldiciones de Bosque Azul 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora