Capítulo 27: Celos -Primera parte

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AVALANNA (P.D.V)

-Este lugar es jodidamente grande, ¿se puede saber cómo la vamos a encontrar? La última vez que salimos en su busca terminamos en medio de una pelea y con Hugo en el hospital... no sé cómo lo haremos.

La voz de Dayana me ponía jodidamente nerviosa. Vale que tenía razón, pero estaba poniendo un tono de sabelotodo que me estaba tocando bastante los ovarios.

-Hay que seguir un patrón.

Ni siquiera podía mirar a Hugo. Hacía veinte minutos que nos habíamos besado y aquí estábamos, él mirándome de reojo y yo actuando como una estúpida niña de catorce años que se acaba de besar por primera vez y le da mucha vergüenza mirar al chico. Pero bueno... la verdad es que esta era la primera vez que besaba a alguien. Descontando el típico beso que te das con un compañero de clase cuando tienes 7 u 8 años, me refería a que era la primera vez que daba un beso de verdad. Un beso de esos que te dejan sin respiración y que te mueres por no separarte nunca de esos labios.

La verdad es que jamás había sentido algo así. Jamás había sentido esos nervios que se te ponen en la barriga ni la aceleración del corazón cuando ves a una persona que te atrae acercándose a ti con la intención de besarte. Jamás había sentido eso antes ¡y joder! Que empezasen a llover ranas si no me había encantado.

-¿Avalanna? –La voz de Alex me sacó la profunda ensoñación en la que estaba sumida.

-¿Sí? –Cuando miré hacia Hugo inconscientemente, lo vi con una pequeña sonrisa en sus labios. ¿Por qué? Porque había sido tan estúpida como para perderme en mis pensamientos mientras me pasaba la mano por los labios.

¡Joder! Estaba claro que sabía que estaba pensando en nuestro beso.

-Estás en tu mundo... -Dijo Alex mientras miraba con el ceño fruncido hacia mí y Hugo- vamos a seguir un patrón. Hugo dice que la última vez, Érika se escondió en un barrio de mala muerte y que comenzó a trabajar en una discoteca, que fue el lugar donde tú la conociste por primera vez.

-Creo que es importante buscar por zonas de clase media baja. Érika no se metería en una zona de tan mala muerte, o al menos no aún. Recordemos que es una niña de familia rica y la verdad es que aunque en alguno de sus actos pueda parecer una temeraria, es una niña que tiene bastante miedo. También cabe la posibilidad de que podamos encontrarnos con un farol y que ella no esté en un barrio así, si no que esta vez, se encuentre en un barrio de clase alta como método de despiste en el caso de que yo descubriese que se encuentra en este país.

-¿Entonces qué hacemos? –Pregunté. Era la primera vez que le hablaba desde que nos habíamos besado. Tenía que dejar de actuar como una jodida niña chica y empezar a actuar con madurez.

-Empezaremos por las zonas de clase alta, pero debemos darnos prisa. Es posible que intente salir del país pues puede que este lugar sea solo una parada para despistar.

-¿Cómo para despistar? –Preguntó Dayana.

-Es posible que haya parado aquí únicamente en el caso de que yo consiguiese descubrir en qué aeropuerto había aterrizado el jet privado de la familia de Avi.

¡Oh, joder, me había llamado Avi!

Todos, menos Hugo, me dieron una mirada con una ceja alzada. En esa mirada podía leer la pregunta de "¿Desde cuándo hay tanta confianza entre ustedes?".

-¿Cómo pretendes que comencemos la búsqueda? –Intervino Carlos.

HUGO (P.D.V)

Yo tenía los medios y requisitos suficientes como para encontrar a Érika en menos de dos días. ¿Pero cómo hacerlo si iba a tener a esta pandilla de niñatos pisándome los talones?

¡Al diablo! te conseguiré rompiendo las reglasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora