Arresto

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Tocaron a mi puerta muy temprano mi madre había abierto la puerta para después ir a buscarme a mi cuarto, estaba aturdida y todo me daba vueltas las cosas cada vez se tornaban más difícile; no lograba comprender que era de lo que se me acusaba, solo pude sentir las esposas sobre mis muñecas la fuerza con la que me subían a la patrulla, las cosa pasaban tan lento, las lágrimas que caían por las mejillas de mi madre, y el como mi padre la abrazaba.
Salí de mi trance en la sala de interrogatorios y ahí fue donde todo comenzaba a tener sentido.
Me habían acusado de matar a Venecia y prueba estaba en que había dejado un pulsera y además de que en mis votas habían encontrado la sangre de la víctima así como mis pisadas por todo el lugar, todo apunta a que yo era la culpable y no estaban errados. Todo era correcto y todo concordar a perfectamente sólo les hacia falta mi confesión y se las daría con gusto, pero les costaría trabajo.
Era abrumador estar en esa sala, tan solo el olor mareaba y la cabeza dolía era una situación muy estresante ya que de mi boca no salía nada. Me hacían Muchas preguntas pero yo no respondía.
Claro no tenía derecho a salir libre y pues después de unas horas se cansaron y me dejaron tranquila. En un principio no recordaba lo que había hecho pero después de unos cuantas horas sola los recuerdos comenzaron a llegar todo esos recuerdos tan tormentosos y las cosas horribles que había hecho, la culpa junto con las lágrimas comenzaron a brotar y fue cundo comencé a hablar.

Son Sólo SueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora