Capítulo 52

2.8K 301 11
                                    

Mis manos empezaron a sudar al ritmo de mi corazón martilleaba dentro de mi pecho.
Era un mensaje de Suleima donde me escribe que Caden ha sufrido un accidente.
Inmediatamente la llamé, con desesperación empecé acribillarla a preguntas.

- Suleima dime que no es cierto que Caden haya tenido un accidente.

- Lo siento Naiya, ocurrió anoche.

- ¿Qué ha ocurrido? - Pronuncié balbuceando.

- Ha sido con el coche, al parecer chocaron contra otro y se salieron de la carretera.

- ¿Chocaron? A caso Caden...no iba...solo.

- Eh-no.

- Y cómo se encuentra, sé sincera Suleima.

- Él se encuentra bien, sólo lo han dejado en observación por el golpe recibo en la cabeza, la que se llevó peor parte fue...Nicoleta. Se teme por su vida.

Las palabras de Suleima me traspasaron como hojas afiladas desgarrándome por dentro cada fibra de mí misma. No podía dar crédito a lo que estaba escuchando.

Terminé de hablar con Suleima, sin poderlo evitar me senté de golpe en el sofá emprendiendo a llorar ocultando mi rostro con mis manos. Así estuve durante un rato desechando mi amargura pensando en Caden y en todo lo que me ha comentado Suleima. ¿Qué hacía Caden con Nicoleta?

Me fui para la habitación de mi hijo, lo miré como dormía a la vez que mi mente no dejaba de pensar en Caden. No sabía si odiarlo o admitir que nuestro amor nunca llegará a funcionar.

La noche había sido larga, me la pasé analizando todo lo referente a Caden. Después de meditarlo, pienso que no debo anticiparme a los acontecimientos e ir a buscar la respuesta. Pero...tampoco puedo irme fuera del país con mi hijo, me arriesgo a que Noé me denuncie de nuevo.

¡Oh dios mío porqué todo tiene que ser tan complicado!

La única alternativa que me queda es llamar a Edu para que me ayude a pensar.

En toda la noche apenas pude dormir, mis pensamientos sólo lo ocupaban Caden.
Cuando llaman al timbre salgo corriendo abrir pensando en Edu. Pero a quien me encuentro es a doña Uralia. Me quedo observándola haciéndole un gesto para que entre, miro sus ojos hinchados que se puede apreciar el dolor de una madre. Ambas nos miramos en silencio hasta que nuestras lágrimas nos delatan. Las dos amamos a Caden, y las dos estamos lejos de él. Doña Uralia no deja de llorar culpándose de no decirle la verdad a su hijo. En ese momento siento una presión en mi pecho. La miro agarrándole de sus manos, me gustaría decirle que Caden sabe la verdad. Cobarde de mí y tener que callar por no saber cómo actuar en ese momento.
Lo único que podía hacer era consolarla hasta que apareció Edu con su idea brillante.

-Naiya tengo la solución a tus problemas. -Me Gritó Edu eufórico.

- Y...¿A qué esperas a soltar prenda?

- Siéntate y te explico. Mira he estado mirando en tu agenda, y para dentro de diez días debes reunirte en el comité de Bélgica para dar comienzo con el proyecto. He averiguado que Caden viajará. No estoy seguro cien por cien. Pero también tiene cita para ir. Como Noé. Te aviso Naiya para que lo tengas en cuenta. Antes de dar un paso, piensa bien lo que haces.

- Edu, necesito ver a Caden, me muero de la angustia por no saber nada de él. Además él ha echo muchas cosas buenas por mí. Pienso, que lo tengo que tener en cuenta, si él me ha ayudado a mí, ahora me toca responder a mí.

- Sólo te digo que tengas cuidado, Noé está muy pendiente de ti. Cualquier tontería que hagas te la juegas.

- Lo sé. Espero que todo me salga bien.

Eso fue precisamente lo que tuve que hacer. Esperar. Dejar que transcurran los días trabajando duro en mi proyecto para la presentación que haré en Bélgica. Estoy muy ilusionada, ya tengo cinco modelos para empezar con los desfiles. Aún no me lo puedo ni creer que mi sueño por fin se vaya hacer realidad.

Cruzo mis dedos, hoy es el día que marcho para Bélgica para reunirme con demás empresarios y poder negociar algunos desfiles. Dejo a mi pequeño Andrés con doña Uralia y Martín. Me duele separarme de él, pero no me queda de otra. Negocios, así de complicado es este mundo.

Una vez llego al hotel donde me han asignado, voy hacia el mostrador para que me entreguen las llaves de la habitación. Como la curiosidad me mata, pregunto por Caden Bergeron. La recepcionista comprueba los datos en el ordenador, dándome la buena noticia que él señor Bergeron se hospeda en una suite.
Siento una alegría en mi interior de saber que volveré a ver a Caden.
Entonces detrás de mí escucho una voz demasiado familiar.
Me giro a cámara lenta, y ahí están la familia Robles al completo.

Nos quedamos todos mirando sin decir nada. La única que dice algo es Lucía.

- Naiya que tal estas.

-Bien Lucía. - Nos damos dos besos para seguir charlando un rato más hasta que Noé me interrumpe.

- A qué has venido Naiya a exponer el cutre proyecto de gordas que piensas que vas a triunfar.

- Antes venía a presentar proyectos para tú empresa, ahora vengo hacer lo mismo.-No pude contenerme, tampoco iba a consentir que Noé se burlarse de mí.

-Y tú marido te ha acompañado. O sigue haciéndole el duelo a su amante.-Si lo que yo te digo, tal para cual. Elsa tiene peores intenciones que Noé. Supe por Suleima que Nicoleta murió. Y siendo familiar de los Robles se llegarían a enterar del accidente. Mi cólera aumentaba, apreté los puños sintiéndome acorralada, si se enterasen de mi matrimonio falso con Caden, podría llegar a perder a mi hijo. Alcé mi barbilla con orgullo disimulando mi estado de miedo. No tenía ni idea que responderles, qué tenía que decirles.

Miré hacia el suelo rezando para que ocurriese un milagro. Hasta que sentí una mano posarse en mi espalda.

-Hola cariño.
Aquella voz se adentró por mi oído consiguiendo que temblase de emoción. Me giré para poder asegurarme que no fuera un sueño si no una realidad que Caden estuviera a mi lado.

-Hola Caden.-Fue lo único que pude decir antes de girarme y apreciar uno a uno los rostros de los Robles.

Noé tan antipático como siempre, agarró a su mujer de la mano casi tirando de ella, dejándome un claro aviso.

-Esto no se va quedar así.

-Robles no te cansas de ir de imbécil por la vida.

-Ten cuidado Bergeron o tu querida mujer o lo que sea va pagar lad consecuencias.

Comprobé como el rostro de Caden cambiaba, yo seguía mirándolo con adoración, deseando de hacerle tantas preguntas. Pero nada de lo que yo pensaba me iba salir bien.

Caden se apartó de mí, dándome la espalda me dijo que todo se había acabado.

Sin entender porqué Caden me decía aquello intenté detenerlo para que me diese una explicación. Pero todos mis esfuerzos fueron en vano.

Ahí estaba mirándome al espejo recién duchada preguntándome que demonios le ocurre a Caden conmigo, y porque no me da la cara. O al menos una simple explicación para poder encontrar una salida a este laberinto de sentimientos y hechos que no me llevan hacia ningún lado.

ASÍ SOY YO  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora