Epilogo.

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  ~ 26 años después ~   

Cada vez que miraba a Cloe, inconscientemente Justin se preguntaba como era posible que ella lo amara, que ella creyera que el era digno de estar a su lado. Como era posible que estén unidos como lo están.

Cloe lo amaba. El corazón de Justin se hinchaba en su pecho cada vez que ella se lo decía o se lo demostraba, ya sea con un abrazo, un apretón de manos, una sonrisa, un beso, una caricia, una mirada cómplice. Justin conocía cada mirada. Y amaba a cada una de ellas. Amaba a Cloe, en si.

Ahora estaban sentados en la playa mirando como las aguas cálidas golpeaban la arena, en busca de un pequeño descanso.

Justin miro a Cloe. El pasar del tiempo fue dando factura, Cloe tenia apenas algunas arrugas de expresión que casi no se le notaban, a menos que estuvieras muy cerca para verlas. Sus ojos ya no son mas aquellos inocentes que miraban al mundo con confianza, en ellos esta el brillo de las experiencias de la vida, su cabello oscuro estaba mas corto, cerca del hombro, su sonrisa seguía siendo igual de hermosa que hace 26 años.

Ella no lo estaba mirando, ella miraba fijamente al mar, así era Cloe, podía estar concentrada hablándote de algo y al siguiente se perdía en sus pensamientos. Así era su Reina y la amaba tal y como era.

Se casaron hace 25 años, un año después de volver a encontrarse. Pasaron por varios cambios importantes, en especial él. Quien tuvo que adaptarse a una nueva vida. Los temores de no ser un buen Rey quedaron atrás. Justin temía no poder gobernar sabiamente como alguna vez lo hicieron los antiguos reyes, sin embargo pudo -puede- hacerlo. Tuvo -y tiene- ayuda cada día, su reina esta siempre a su lado para guiarlo cuando siente que no puede más. Cloe estuvo en cada momento ayudándolo a seguir adelante, así como el la ayudo a ella.

Ambos hacen un gran equipo.

Y luego vino la gran sorpresa.

Tres años después del casamiento, nació Damian Aeron. El único príncipe y heredero de Isla Luna. Una replica exacta de Justin cuando era niño.

Damian habia capturado el corazón de Justin desde la primera vez que lo sostuvo en brazos. A medida que fue creciendo, fue volviendo locos a todos junto con el hijo de Mike y Naomi, Jeydon. Y el hijo de Marco y Bella; Luca. Cuando esos tres niños se juntaban solo significaba una cosa: Ventanas rotas, jarrones rotos, flores destrozadas y los pasillos llenos de barro.

Los tres niños juntos eran unos demonios, a pesar de que Luca era cuatro años mayor que Damian y cinco que Jeydon.

Damian fue -y es- malcriados por todos. Tanto por sus padres, como por sus abuelos, Fernando y Samanta. Era la luz de todos.

Uno de los mejores recuerdos de la niñez de su hijo, era a la hora de dormir, cuando dormía entre Damian y Cloe, abrazándolos a ambos, sosteniendo a las personas mas importantes de su vida. Damian es su orgullo, destacado en cada actividad que hace, el solo lo llena de orgullo y felicidad. A ambos.

Damian también es el bebé de Cloe, aunque ya sea un adulto, ella no deja de mimarlo y malcriarlo como si fuera solo un niño. Es la luz de sus ojos. Cloe no creyó poder amar tanto a otra persona que no sea Justin, hasta que apareció Damian en su vida.

Cloe miro a Justin, encontró sus ojos mieles y sonrío. Su cabello castaño comenzaba a tener alguna que otras canas, cortesía de la edad. Su rostro mostraba algunas arrugas en su frente, sin embargo, su cuerpo y su alma seguían en buen estado.

Para Cloe, encontrar la mirada de Justin con la de ella, era una caricia al alma.

"¿Como crees que le fue?" le pregunto.

Justin le acaricio su cabello mientras le respondía.

"No tengo idea, solo espero que nuestro hijo sepa elegir bien..."

"Creo que ella es buena"

"No la conoces"

"Si mi hijo la ama, es porque es buena"

Damian, futuro Rey de Isla Luna, Príncipe amado, adorado y respetado, se habia enamorado en uno de sus muchos viajes por el mundo. Habia llegado hace unas semanas nervioso para hablar con sus padres, le comento que conoció a una muchacha en uno de sus viajes y que se habían enamorado, pero ella no sabe quien es el realmente, pidió ayuda a sus padres. Ambos le alentaron a que le dijera la verdad, no tenia nada que temer. Damian en esos momentos debería estar con su enamorada, en alguna parte del mundo, disfrutando de su compañía y siendo feliz, o eso esperaban sus padres. A la hora de la felicidad de sus hijos, Justin y Cloe no se interpondrían a menos que vieran que Damian podría cometer un error. Sino, su hijo era libre.

Aun no habían tenido noticias suyas, pero pronto lo harían.

Y así como tuvieron alegrías, tuvieron malos momentos.

Uno de ellos fue la muerte de la abuela de Cloe, hace 19 años. Fue encontrada una mañana muerta en su habitación, en su casa. Ella simplemente se acostó a dormir y jamas despertó. Su muerte trajo tristeza al reino, una mujer querida por todos. Y que ahora descansaba en paz. Fue uno de los momentos más oscuro que tuvo el reino.

Y años después, la muerte de Fernando.

Fernando se habia enfermado gravemente y la enfermedad poco a poco lo fue consumiendo. No habia nada que hacer más que esperar, eso tenia a todos destrozados y ahora que al fin se habia cumplido lo que todos tanto temían...

Toda Isla Luna estuvo de duelo por el hombre tan amigo de la familia real, era más que un empleado, era un tio para Damian, Jeydon, Cloe y Mike. Era un amigo para Justin y fue un amigo para Aeron, fue un hermano para la madre de Cloe, fue un hermano para Samanta.

Es a Fernando quien le debe toda su felicidad, prácticamente. Sino hubiera sido por él, Justin nunca hubiese vuelto a Isla Luna. Aquel día cuando llego, cuando Cloe cumplió sus 22 años, Fernando fue a recibirlo, le explico su idea, le contó lo mucho que la princesa lo habia extrañado y lo mucho que lo amaba, le dijo que debian estar juntos porque él sabia reconocer cuando el amor era del bueno. Gracias a Fernando, Justin tuvo la felicidad de ser un hombre de familia, un hombre feliz. Gracias a Fernando, Justin pudo volver.

Y estaría eternamente agradecido con él.

Así fueron pasando los años, ambos crecieron como personas, ambos siguieron aprendiendo, disfrutando, sufriendo, ambos se siguieron amando.

Y mientras Cloe se acomodaba entre sus brazos, aun en la playa, Justin beso su cabeza y miro hacia el mar, no se escuchaban más que el ruido de las olas y algunas aves. El sonrió y sostuvo más fuerte a Cloe.

Hacia ya varios años se habia dado cuenta de que él no habia sido el que atrapo a la princesa, ella lo atrapo a el y a su corazón. Y dejaría que lo atrape todos los años de su existencia, incluso en la vida eterna.

Fin. 

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Hola, a ti que lees esto. 
Quiero darte las gracias por tomarte el tiempo de leerla hasta el final y espero que te haya gustado. 
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Gracias!

Atrapar a la Princesa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora