Atrapar a la Princesa.

Capitulo XI

 Justin. 

 Luke al notar que baje mi guardia, se aleja de mi tranquilamente, como si nunca hubiéramos peleado y como si todo estuviera bien entre nosotros. Es la primera vez que me sorprende así, él siempre trato de hacerlo, nunca lo logro, siempre me pareció predecible, pero ahora... Ganó. Él realmente me sorprendió.

─Luke, ¿Qué demonios significa esto?─ Pregunte.

Él se gira a mirarme y puedo ver que está perturbado.

─Explícame─ le ordeno al notar que solo se queda en silencio.

─No hay nada que explicar─ me dice secamente. Mientras marca un número en su celular, me quedo en silencio, sus ojos azules muestran preocupación. Un ruido o mejor dicho una canción se escucha desde afuera y salimos a mirar. 

En el suelo, se ve la luz de un teléfono brillar. ─Maldición─ susurra.

Camina hasta el aparato y lo toma.

El cielo está aclarándose, pronto amanecerá completamente.

─Vayámonos, hay que buscar a la princesa─ me dice. Camina hasta mi auto y se sube en el lado del acompañante.

Me enojo, él no me tiene que dar ordenes. Sin embargo tiene razón, hay que buscarla. Así que camino al auto y me subo. Pongo en marcha y salgo de la propiedad, en dirección al pueblo.

─¿Llamaste a tu... Hermana?─ le pregunto. Lo miro al mismo tiempo que él levanta un celular. El celular que tomo del patio.

─Se le cayo cuando escaparon─ Ahora es mi turno de maldecir.

─¿A dónde le dijiste que la lleve?─ Él niega.

─Le dije a Jena que se la lleve, no le especifique ningún lugar, es peligroso que lo sepa. 

Golpeo el volante enojado. ─¿Cómo vamos a encontrarlas ahora?

─Jena va a llamarme─ me contesta. ─¿Avisaste al C.P que la encontraste?

Niego. ─No, no había señal.

─Bien.

─¿Por qué tu no dijiste nada? Si sabia que estaba bajo tu cuidado me hubiera ahorrado varios problemas─ le digo. ─Aunque de igual manera, tu no la cuidaste bien.

Luke de pronto se puso rojo de ira, si las miradas mataran, yo estaría demasiado muerto.

─¡No me digas como hacer mi trabajo!─ me grita.

─¡Tú no trabajas!

─¡Solo conduce!

Por primera vez en mucho tiempo cerré mi boca. No necesito pelear ahora con él. Primero debemos encontrar a la princesa y ponerla a salvo. Luego resolveremos lo que hay entre nosotros.

Recorremos el pueblo a prisa, buscando el auto de Luke. Pero no lo encontramos, así que salimos hacia la ruta principal, la que lleva a la capital de país.

─¿Por qué no me quisiste ayudar?─ Pregunto con suavidad varias horas después.

Él se toma su tiempo en responder. ─Porque es mi princesa.

─Creí que estabas en Japón.

─Estaba en Nueva York cuando me llamaste.

─¿Viviste alguna vez en Los Ángeles?

─Dos meses... Para guardar apariencias, luego conoces la historia. ─Es toda la información que me da.

Realmente no conozco a este hombre, mi amigo. Luke siempre habla, sonríe y es el alma de la fiesta. A mi lado ahora hay un tipo serio que teme dar demasiada información.

─No te conozco─ Susurre.

─Lo se, solo... No quise fallarte, de verdad.

─Me mentiste, yo nunca lo hice.

─Vamos Justin, no te pongas sentimental─ me sonríe.

─No tiene caso que guardes el secreto ahora, se que eres el hermano de Jena.

Él suspira.

─Es todo lo que debes saber.

─Bien, solo recuerda quien soy.

Es lo último que hablamos en todo el resto del camino, no paramos a comer, solo a cargar combustible y comprar unas botellas de energizantes. Apenas algunas bolsas de papas saborizadas. Conduje por varias horas, hasta que el cielo comenzó a oscurecer, las nubes aún seguían, pero no llovió más, ni cayo nieve. Luke me hizo una seña, para manejar él y para dejarme descansar un poco.

Cuando estuve del lado del acompañante mire mi celular, apenas tenía batería y seguía sin señal.

─Conozco a la princesa desde que nació...─Empieza a contarme Luke. Guardo silencio ─Mi padre era el piloto del avión real, mi madre era la cocinera real. Bueno, se que lo sabes, Yen te paso un informe. Bien, Cloe, Jena y yo crecimos juntos prácticamente, fuimos muy unidos los tres. Cuando cumplí la mayoría de edad, estaba dando vueltas por el palacio, era la hora de la cena y debía buscar a la princesa. Mi rey salia de su habitación cuando me llamo para hablar conmigo; él siempre me aprecio. Me pidió que comience a entrenar con los soldados, quería que yo fuera un guardia real, el guardia de Cloe─ Luke sonrió antes los recuerdos.

─¿Tu...?

─¿Yo qué?

─¿Eras el guardia de la princesa?

─Iba a hacerlo. Era el único hombre por así decirlo, de toda la Isla que tenia el permiso de estar con la princesa. Me tenían mucha fe... Volviendo al tema, acepte, estaba muy emocionado, mis padres también. Incluso mi hermana. Pocos meses después los del C.P llegaron a Isla Luna y me ofrecieron ir con ellos, fuera de isla, era algo muy llamativo. Quería conocer el mundo, pero no quería dejar a mi familia. Nuevamente mi rey me llamo a parte, prácticamente me regaño por incluso pensar en rechazar esa oferta. Así que acepte.

Increíble, él solo acepto por que se lo ordenaron.

─¡Lo aceptaste solo porque te lo ordenaron!

─No, idiota─ él me mira enojado. ─Lo acepte por que de esa manera iba a tener un mejor conocimiento en cada ámbito para cuidar a mis reyes, a mi princesa y a mi familia. La paga era muy buena además. 

─Ah. 

─Sin embargo, al salir de Isla Luna pedí que me cambiaran el nombre, por cuestión de seguridad, sabia que en futuro tendría enemigos. Sabía que ellos irían por las personas que aprecio, si cambiaba todo en mí, ellos estarían a salvo y a los ojos de los demás yo sería un Don Nadie... Mi rey me ayudo con algunos tramites, los demás se encargo de la C.P.

─Así que... Luke Gray no existe.

─Luke Gray no existe─ me confirma. ─Pero tu amigo si existe.

Me reí sin ganas. ─Seguro, por eso me ayudaste.

─Lo siento, estaba muy enojado. Apenas entre en servicio pedí cualquier caso respecto a Isla Luna. Me entere por un diario que daban caza a mi princesa. Llame a la C.P y me dijeron que te dieron el caso a ti, por no llamarme por estar de vacaciones. ¡Estaban hablando de MI princesa y de MI hermana! Son mi deber... Y antes de que me preguntes... Tienes razón; confiaste siempre en mi, siempre. Estuviste cuando necesite a alguien, lo menos que pude haber hecho fue contarte esto, pero no lo hice. Y lamento eso. Espero que algún día sepas perdonar el hecho de que no te ayude cuando me necesitabas.

─Ya no importa eso... ¿Luke? ¿Mike?

─Mike.

─Bueno. ¿Y cómo llegaste a la casa tan rápido hace unas horas?

Él sonríe con orgullo como un niño con su juguete. ─La casa tiene un dispositivo silencioso, cuando me voy lo activo, detecta los movimientos. Antes de irme con Jena lo active, cuando la princesa entro en la casa lo activo. Tengo en mi reloj un pequeño aparato que me hace llegar las señales. Cuando el reloj se ilumino, supe que alguien había entrado. Así que nos dimos la vuelta con la esperanza de encontrarla. Y lo hicimos.

─Y yo que pensé que no tenias bien asegurado ese lugar.

─Cuando lleguemos a la capital, debemos ir a un hotel y esperar la llamada de Jena.

─No, debemos ir a un hotel y llamar a Yen.

─Yen no las va a encontrar, créeme. Esta vez no.

Milagrosamente el celular de Luke, perdón Mike, tenía batería llena. En el marcaban casi media noche cuando llega una llamada de un número desconocido. Él no duda en atender y lo pone en alta voz.

─¿Dónde?─ pregunta serio.

─Mike... Tenemos problemas, nos están siguiendo...─ La voz de su hermana es tranquila, estoy seguro de que es falsa.

─¿Dónde están?

─No lo se, cerca de un estadio, hay mucha gente, creo que hay un evento. El auto se quedo sin nafta* y... ¡Oh maldición! ¡No lo sigas!

Ambos nos tensamos con el grito de su hermana.

─Jena, ¿Qué pasa?

─¡Ella lo está siguiendo!"─ Y corta con la llamada.

*Nafta: Combustible. 

✔EDITADO.