Fuego

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*Tania*

Escuché unos gritos dentro de la casa y el pánico se apoderó de mi cuerpo "¿qué estaba pasando allí dentro?" Intenté levantarme pero Teresa me lo impidió.

-Le prometí cuidarte, quédate aquí iré a ver qué está pasando_dijo poniéndose de pie.Negué la cabeza y la imité.

-Es mi novia, voy contigo_me miró como esperando ver algo en mis ojos y asintió, me tendió la mano y corrimos hacia la casa. A pocos metros la puerta se abriò y gente empezó a correr para afuera, haciendonos imposible la tarea de entrar, '¿huele a humo?'. Teresa y yo nos miramos asustada y empezamos a empujar a la gente para poder entrar, un grupo de tios llevaban a Cristian en brazos inconsciente, '¿Que demonios ha pasado?¿ O peor aún dónde está Jasmine?' Miré a todos lados en busca de mi niña pero no la encontré por ningún lado, '¿Teresa?' La había perdido entre el gentío. Cuando llegué a la puerta un unorme trozo de madera estuvo a punto de caerme encima de no ser por unos brazos anónimos que me sujetaron y empujaron para atrás haciéndome caer para atrás encima del cuerpo del dueño de los brazos, me giré sobresaltada y me encontré con los ojos cerrados,debido al golpe, de Alberto, uno de los amigos de Cristian que intento hablar conmigo cuando me marché de la casa.

Me puse rápidamente de pie y me giré para ver como la casa ardía en llamas, asustada e ignorando a mi salvador corri de nuevo en busca de un entrada para poder buscarla allí dentro, pero los mismos brazos me cogieron por la cintura y me alzaron evitando cualquier intento de escapada por mi parte.

-¡Suéltame maldito, suéltame!_gritaba en sus brazos mienteas me alejaba de allí_Bájame por favor, debo ir a por ella, por favor, bájame_dije viendolo todo borroso debido a las lágrimas que inundaban mi rostro, pero podía ver cómo las llamas destrozaban aquel lugar.

-Puede que esté entre el gentío buscandote_me dijo tomandome el rostro y dirigiendonos hacia el grupo de espectadores a unos metros de nosotros. Asentí, ilucionada, y este me bajó, corrí hacia el grupo buscandola pero nada, no había rastro ni de ella ni de Teresa. A los lejos se escuchaba el ruido de las cirenas de los bomberos, policías y ambulancias que no hacían más que ponerme de los nervios.

Cada rostro que no era de ella me hacía el corazón más pequeño y las esperanzas de que estuviera allí se hacían más inexistentes. Un gritó en conjunto me hizo girar de nuevo hacia la casa a tiempo de ver como una sombra oscura arrastraba algo por el suelo junto a la casa, 'No puede ser' , corrì hacia ellas pero de pronto un gran estruendo me impulsó para atrás haciendome caer de espaldas por segunda vez. Abrí los ojos asustada y pude ver dos cuerpos inmóviles a unos metros, me pusé de pie como pude pero al dar un paso volví a caer. En ese momento llegaron las ambulancias, unos medicos vinieron a por mi y me pusieron en una camilla, intenté hablar pero no podí apartar mi mirada de aquel cuerpo tirado en el suelo rodeado de medicos que hacían lo imposible por salvarla. Tenían palas de electrochoque que con cierta constancia pegaban a su cuerpo y este saltabajo bajo la descarga, observé sus rostros y en estos se veía cierto pesimismo que por momentos se hacía más palpable.

Lágrimas caían por mi rostro dificultándome la visión, en un último esfuerzo miré su rostro, estaba apagado sin signo alguno de vitaldad, unas manchas negras le cubrían la mayor parte del rostro y pequeños mechobes le cubrían ciertas partes, aquella imagen fué la última que tuve antes de que cerraran la puertas de la ambulancia, y justo entonces mi mundo se derrumbó volviendose todo negro.

El "te quiero" que cambió mi vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora