-Jasmine_dije tomándole la mano, nos miramos unos segundos antes de soltarnos.
-Deberíamos salir lo antes posible de aquí_dijo sin apartar su mirada_¿crees que podrás aguantar un poco más?
-Quedemonos unos minutos más, por favor_dije intentando respirar con calma, juraría que el imbécil de Cristian me había roto una costilla o un par.
-Vale_asintió.
-No me has dicho qué hacías aquí_dije mirándola de reojo tras unos minutos en silencio dónde cada una estaba centrada en sus propios pensamientos.
-Me gusta caminar_dijo en un susurro_ Me ayuda de relajarme, hoy estaba tan concentrada en mi mundo que sin darme cuenta llegué hasta este bosque y por lo tanto este lugar, a lo lejos les vi como te arrastraban dentro y supe que no debía ser nada bueno aquello que te tenían preparado por lo que simplemente entré a por ti_la miré asombrada y llena de admiración, había entrado a este mugriento lugar sólo por mi.
-Gracias_dije en un susurro.
-No hay que darlas, hice lo que cualquiera en mi lugar hubiera hecho_sonrió_Ahora si que debemos ponernos en marcha_se puso de pie y me tendió la mano, con dificultad me puse de pie y esta pasó un brazo por mi cintura cargando con la mitad de mi peso.
Caminamos en silencio por los pasillos buscando la manera de salir de ese lugar hasta que la luz una linterna iluminó el extremo del pasillo en el que nos econtrabamos, miré a Lucía aterrada y esta me devolvió la misma mirada, observé todas las puertas a nuestro alrededor y todas estaban cerradas. La luz se acercaba a cada pulsación, nuestros cuerpos se negaban a reaccionar ante el miedo que nos clavaba en medio de aque desierto corredor sin posibilidad de escape. Entonces la luz por fin giró la esquina que la separaba de nosotras cegándonos al instante.
"Mierda"