Era imposible no excitarse viéndola así. Desnuda y haciéndoselo mejor...mucho mejor que antes. La cogió fuerte de las caderas mientras ella seguía moviéndose en círculos sobre él. Respiró entrecortado. Gerardo se tensó. Todo su cuerpo estaba tenso y en disposición a lo que _________ hiciera. Le encantaba. Todo...todo lo que hacía con su monumental pe.ne, lo muy duro que lo tenía. Entonces sintió que se correría. Cada apretón del co.ño de _________ lo hacía rebosar de placer, cada fricción lo hacía tocar el cielo.
- Oh Dios... sí, sí... - jadeó él. _________ se movía más rápido. Su húmedo sexo cubría las expectativas de Gerardo. Jamás la había visto así. Cada vez que el pe.ne de Gerardo salía de entre sus entrañas, deseaba que volviera a entrar tan rápido como había salido. La llenaba tanto. Y él estaba duro. Duro como la misma piedra. De pronto ella soltó un soplido. Estaba cansada... se acostó sobre él... Gerardo le acomodó el cabello tras la espalda, ligeramente cubierto por una capa de sudor. _________ abrió los ojos.
- ¿Por qué no me lo contaste antes? – le preguntó de pronto. Y no quiso levantar la mirada.
- No quería perderte.
- ¿Y por qué lo hiciste? – volvió a preguntarle. Gerardo respiró hondo. Ese momento tenía que llegar.
- Yo... yo no sabía lo que hacía... - murmuró tímido. _________ pasó su dedo índice por los bíceps de Gerardo. Jugueteando con ellos. Sentía melancolía. Mucha... – estaba ebrio... esa noche fue la peor de todas... y yo... me comporté como el más imbécil de todo el mundo jo.der... lo merezco... merezco que James me haya odiado tanto... pero tú no tenías por qué pagar por esto. – se inclinó para besarle la frente.
- ¿Hay algo más que no me hayas dicho?
Gerardo permaneció callado. Ella levantó la mirada.
- Necesito saberlo.
- Mis padres están vivos. – le dijo. Frío. Seco. Sin nada de sentimientos. – si te secuestré hace varios meses es porque mi papá estaba organizando el robo más grande... confiaba en mí y necesitaba el dinero para hacer negocios con otras personas. - _________ se quedó callada.
- ¿Y donde es...
- No importa eso. – inquirió él. Le acaricio suavemente el brazo derecho. – no he vuelto a verlo desde la última vez que me dio órdenes. Y no quiero verlo más, simplemente no quiero seguir haciendo lo mismo de antes.
Ella volvió a quedarse callada.
De pronto quiso llorar de nuevo...
Quiso llorar por que debía...por que le dolería lo que haría
Porque solo ella sabía lo que pasaría luego...
Y quizá sería la decisión más dura que tomaría.
Y quizá él se olvidaría de ella...
Pero tal vez...era lo mejor para los dos...
Y él la escuchó llorar. Ahora fue Gerardo quién se posicionó sobre su cuerpo. Las lágrimas de _________ se soltaron. Y en parte también eran por todas las cosas que habían pasado juntos. Por las cosas que habían vivido. Por lo mucho que había a llegado a amarlo en tan poco tiempo. Ahora lo conocía. Conocía sus debilidades, sus miedos, sus culpas, sus secretos, cada defecto...pero también cada inigualable virtud que tenía. Y es que solo ella, _________ conocía la verdadera persona que había dentro de él.
- ¿Me odias? – le preguntó él. Ella no negó ni afirmó nada. Solo se dedicó a mirarlo a los ojos, mientras Gerardo suavemente volvía a penetrarla.
Gerardo despertó esa mañana. Era uno de los únicos días en los que no se levantaba tempranísimo como acostumbraba. O tal vez sí...tal vez sí era temprano, pero... ¿por qué _________ no estaba dormida a su lado? ¿Tan tarde podía ser? Abrió un poco más los ojos. Llovía. Y las gotas de lluvia se paseaban por su ventana tan ligeramente como el viento que corría. Y _________ no estaba. Miró la hora... 6:15 am. Sus manos tocaron la huella de su cuerpo aún en la cama. Su olor se conservaba. Frutas y flores mezcladas. Se levantó, buscando por todo el suelo alguna prenda de vestir que ella le había quitado anoche. Encontró unos jeans. Pero no los de ella... ni su camiseta a cuadros, ni sus zapatos, ni nada. Y es que ahora entendía que todo estaba vacío. Que no había nada en esa habitación que le perteneciera a ella. Solo eran sus cosas y reliquias viejas. Aunque ahora recordaba...ella había empacado una maleta anoche.
Salió de la habitación entonces. Con la esperanza de encontrar aquella maleta fuera de la habitación, tendida en el suelo después de lo de anoche. Pero no había nada. Las cosas estaban en su sitio. Y era como si todo lo que había pasado ayer no hubiera sucedido nunca. Y siguió caminando. _________ tenía que estar en alguna parte, sí...sí, por supuesto. Sus ojos la buscaron desesperadamente, su casa no era tan grande y podía divisarlo todo. Tragó saliva al verla hablar por teléfono en la ventana principal, observando la lluvia y con la maleta en las manos. _________ se volteó, terminó de dictar la dirección y colgó. Una ligera sonrisa se extendió sobre sus labios y entonces...Gerardo entendió lo que sucedía.
- Me tengo que ir. – susurró ella.
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SECRETOS (COMPLETA )
RomanceÉl jamás tuvo una vida normal. Ella lo sabe. Él jamás fue un tipo tranquilo. Ella lo acepta. Él, como todos, también tiene secretos. Y ella...¿estará lista para ellos? Segunda Temporada de Secuestrada =)