CAPITULO 20

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Sintió tanta furia acumulada al ver a James semidesnudo con su chica ahí abajo. Tratando de forcejearla. Tocándola. Haciéndola sentir miedo. Le dolía en el alma, y nada nunca le había dolido más que eso. Apuntó a James directamente a la cara, aunque hubiera preferido dispararle otra cosa.

- Baja el arma. – le ordenó James. Apretó las manos de _________ aún más fuerte, ella soltó un gemido. Gerardo apretó la mandíbula. – recuerda que yo soy el que tiene el control ahora... - se rió. _________ gimió aún más fuerte al sentir las monumentales manos de James apretarle las muñecas.

- Suéltala ahora mismo. – le volvió a ordenar Gerardo. Rozó los dos dedos índices de sus manos con el gatillo de la pistola. – este asunto es entre tú y yo. – le dijo. James se detuvo a escucharlo.

_________ cerró los ojos aterrorizada. – y eso lo sabes perfectamente. Ella no tiene por qué pagar por esto.

- ¿Te parece? – James escabulló sus manos entre debajo de las sábanas de su cama, llegando hasta las almohadas. Un arma apareció entonces. - ¿entonces por qué mi.erda no pensaste en eso cuando violaste a mi hermana? – le gritó. Hizo que _________ se sentara para poder abrazarle el cuello y apuntarle la sien. Ella empezó a llorar... no quería mirarlo, no quería mirar a Gerardo después de lo que sabía de él. Gerardo tragó saliva. Jo.der. _________ lo sabíá todo. Lo reconocía por su mirada. Quiso mirarla a los ojos mientras James hablaba, pero ella nunca le devolvió la mirada...

- _________ no tiene nada que ver en esto... - le volvió a decir. Esta vez más desesperado. - ¡que la sueltes jo.der! – gritó. James se rio a gusto. – en todo caso a quién deberías matar es a mí. – le dijo.

James abrió los ojos, sonriendo a medias. Algo de todo esto le sorprendía en lo absoluto.

- ¿Tú? ¿dando la vida por alguien? – quiso reírse con ganas. – debo a verme perdido de mucho todos estos años... - Gerardo bajó la mirada, a los pocos segundos la volvió a subir. En ese momento tuvo tantas ganas de dispararle a _________. Ahora sí estaba seguro que sería lo que más le dolería a Gerardo. Y eso... eso solo hacía que las cosas resultaran a su favor.

- James... - susurró Gerardo. Si perdía la calma, _________ sería la primera afectada. – suéltala por favor...

Este soltó una carcajada.

- ¿Te has visto? – lo miró de pies a cabeza. - Este día iba a llegar en algún momento... y no sabes como lo estoy disfrutando.

- ¡Mátame a mí! – le volvió a gritar.

- ¿De que me serviría? – preguntó James. – te irás al putí.simo infierno de todos modos. – le dijo con toda la furia que había acumulado desde hace cinco años. – pero no irás solo. – apretó el cuerpo de _________. Ella cerró los ojos. Sostuvo la respiración.

- ¡Perdón! – Gerardo gritó. James apretó aún más el cuerpo de _________. – perdóname por favor... se... sé que lo que hice jamás lo vas a olvidar... que jamás debí a ver hecho lo que hice, no sabes... no tienes ni la más mínima idea de cuanto estoy arrepentido... - murmuró. – pero Andrea jamás se hubiera sentido feliz por esto...

- ¿Tú que co.ño sabes de eso?

- Ella nunca te pidió que hicieras esto James. – trató de mirarlo directamente. Sus brazos empezaron a perder fuerza, soltando poco a poco el cuerpo de _________. – no tienes ni un pu.ta idea de lo arrepentido que estoy... - le dijo con sinceridad. En verdad sentía en lo más dentro de su corazón que era así.

- ¡Andrea se quitó la vida por tu maldita culpa! – gritó James, esta vez con lágrimas en los ojos. _________ tragó saliva. Por un momento quiso mirar a los ojos a Gerardo, y así lo hizo... él le devolvió la mirada.

Y entonces las fuerzas en el cuerpo de James desaparecieron. Se sentía débil. Pequeño. Tan diminuto, mientras hace un rato creía poder dominarlo todo mientras quisiera. Soltó el cuello de _________, para ponerse a llorar, esta caminó de rodillas con lágrimas en los ojos y unos cuantos golpes hasta el filo de la cama. James se apuntó así mismo en la sien. Sintió que debía acabar consigo mismo ahora, que tenía que hacerlo... que su misión acababa ahí... que la misma Andrea se lo pedía así. Que ya había hecho sufrir a Gerardo lo suficiente. Que solo necesitaba de un 'perdóname' y su tarea estaba cumplida. Sentía que el mismísimo Andrea se lo pedía. Miró a Gerardo. Este trago saliva.

_________ estaba a salvo, eso importaba...nada más, nada...él podía morir si era lo que tanto quería James. Pero al menos se sentía bien consigo mismo. Se sentía limpio. Sentía que por fin sus secretos se acaban, que terminaba... le había pedido perdón, aunque sabía que eso no sanaría sus heridas nunca... lo había hecho con el corazón. Así pasara lo que pasara luego.

- Nos vemos al otro lado, colega. – le sonrió por última vez. Gerardo lo observó dispararse. El sonido entorpecedor del arma hizo que _________ cerrara los ojos. Lo próximo que pudo ver fue sangre manchando las sábanas. Gerardo soltó el arma también. No tenía razón para usarla ahora. James se había ido. Se había ido por fin. Jamás volvería. Y ojala en ese momento se estuviera encontrando con su hermana haya arriba. No volvería nunca... ni tampoco los secretos de Gerardo, aquellos que se habían borrado por fin. Y aunque sabía que esa historia había acabado, su castigo aún estaba por venir.

Se acercó a _________, aún sentada sobre el filo de la cama. Estática. Completamente estupefacta. No tenía fuerzas ni siquiera para moverse. Todo esto había sido demasiado para ella. Gerardo intentó tomarla de las manos...

- No te atrevas a tocarme. – susurró

Gerardo se apartó. _________ se acarició los moretones en sus brazos. Sin pronunciar palabra de su dolor.

- Perdóname... - Gerardo apretó los ojos al decírselo. Siempre se le había hecho difícil reconocer sus errores. – por favor... - le acarició el hombro descubierto.

- Te he dicho que no me toques. - _________ separó su hombro con brusquedad. – y tampoco me dirijas la pala...

Gerardo la cogió de las caderas y la pegó a su cuerpo. Besándola suavemente en los labios. La necesitaba. Necesitaba sentir su calor, aquel olor que traía en el cuerpo que hacía enloquecer a cualquier, necesitaba saber que estaba a salvo... que estaba bien. Continuó besándola hasta sentir las pequeñas manos de _________ empujándolo. Gerardo se separó. Y a la misma vez volteó el rostro al recibir la enorme bofetada que _________ le daría.

- ¡Suéltame! – le gritó. Los ojos se le inundaron en lágrimas. Gerardo permaneció con el rostro volteado. También deseaba llorar. Llorar mucho, muchísimo... no quería perderla de esa forma... no... - por favor... - le rogó. – no me toques Gerardo, no quiero... no quiero que vuelvas a hacerlo.

- Déjame explicártelo...

- ¡No! – negó _________. Esta vez estalló en lágrimas. No había nada que escuchar. – solo...solo quiero salir de aquí... - cerró los ojos, dejando salir las últimas lágrimas que se habían formado. Gerardo quiso volver a acercársele. Sentir que al menos tenía una esperanza con ella. Sentir que al menos... no todo estaba perdido.

- Solo quiero que me escuches...

- Me das asco. – le dijo aguantándose las lágrimas. – me das asco Gerardo. – evitó llorar. Y Gerardo...Gerardo también lo hizo... Así las cosas resultarían más fáciles. Así sería más fácil dejarlo ir y olvidarse de él. No quiso y no tuvo las agallas para mirarlo y decírselo a los ojos. Sabía que él podría dominarla con cualquier mirada o frase que proviniera de sus labios. Lo conocía, y se conocía a ella misma. Así que sí...salió de la habitación, de aquel cuarto en el que James había muerto, de aquel cuarto en el que los secretos de Gerardo se habían esfumado para siempre. Pero así como los secretos se habían ido...tal vez el amor también


SECRETOS (COMPLETA )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora