Sin Piedad《Jeff The Killer》.

La Primera Noche.

Mi habitación estaba repleta de silencio y rodeada de oscuridad absoluta.

-¿Otra vez? Mierda...-

Me dije a mi misma al ver que, reiteradas veces, perdía el sueño y me despertaba a horas no muy habituales, ya saben, tipo 3 o 2 de la madrugada. Sentía como si alguien estuviese presente en la oscuridad, mis ojos se clavaron directo al techo, a pesar de no visualizar nada percibía una sensación indescriptible de ahogo, pensé que me encontraba sola, bueno, pues pensé.

Suspiré y de golpe cerré mis ojos con la esperanza de volver a conciliar el sueño, pero no podía, diablos no puedo cerrar los ojos ya que segundos después de hacerlo tengo la necesidad de abrirlos a pesar de no ver un carajo.

-Ve...
Escuché una voz fría y a la vez tétrica.
Quise gritar, pero como en ese preciso momento mi boca no sirvió para nada, solo agarré las sábanas y las envolví en mi cuerpo temblando de terror y angustia.

-A...
Se repitió esa maldita voz, provocando que mi ritmo cardíaco se pusiera a tope, haciendo apretar mis ojos con fuerza y perdiendo el conocimiento, ya que estar bajo las sábanas tanto tiempo tampoco ayudaba.

...

Desperté y las inmensas ventanas cerca de mi cama irradiaban luz por doquier. Inmediatamente recordé por lo que pasé ayer, mejor dicho, hace unas horas, medité por un momento intentando calmar mi curiosidad y de un brinco salí de la cama, mala idea, me mareé y tuve que volver a sentarme.

-Bien hecho ,tú más que nadie sabes que es lo que te pasa si te levantas de golpe, eres algo así como una genio, en proceso.

Me critiqué sarcástica, poniendo una mano en mi frente. Sentí un poco de ardor en mi pierna derecha, así que levanté mi pantalón de pijama dejando al descubierto una gran llaga en mi muslo, la sangre estaba seca y me percaté de que mi cama estaba manchada también, quedé aterrorizada ante tal escena y corrí directo al baño cerrando con llave la perilla.

-Tranquila...Tranquila...Tal vez fue Misty.
Dije intentando calmarme a mi misma en vano, Misty mi cachorra, no gusta de dormir conmigo, lo cual la descartaría inmediatamente, pero igual quiero meterme aquella idea en la cabeza.

Decidí no hablar de lo ocurrido con nadie, así que limpié mi pierna con papel higiénico humedecido en alcohol provocando un poquito de ardor, pero quitando la sangre seca al instante. Lavé mi rostro y salí del baño sin hacer tanto ruido, eran al rededor de las 8 o 7 de un sábado en la mañana así que mis padres y hermano aún estaban en cama.

La mañana transcurrió normal, me prohibí usar faldas o shorts hasta que cicatrice la herida así que me vestí con un precioso, vaya sarcasmo, calentador negro, en realidad la mayoría de mi ropa es negra, así que no hubo diferencia. Mis padres decidieron ir a visitar a mi tía , así que saldremos a las 12.
Mientras tanto yo iré a dormir un ratico ya que no tuve un sueño plácido en la noche y madrugada.

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Nueva historia,¡Yeih! Dudaba en publicarla, pero ñe, Aquí está.