Sin Piedad《Jeff The Killer》.

Desde 0

Era una mañana como cualquier otra, Jeff se encontraba en la cocina y yo limpiaba el salón principal, la música invadía toda la casa y nuestra despreocupación era notoria.

- I'm not afraid anymore...Nanana...-Tarareaba la canción bailando con un poco de torpeza.

- Limpia bien, preciosa, o no habrá comida.-Jeff salió de la cocina sonriendo al verme.

- Ni hibrí cimidi...Mejor dime ¿Ya la preparaste? Te tardas mucho, Jeffrey.

-Soy rápido, y mucho más rápido de lo que tú serías.-Me miró con un enojo de mentira.

-Tienes razón amor, eres muy rápido y acabas rápido todo.-Me eché a reír mientras Jeff me miraba, ahora sí, un tanto molesto.

- ¿Ah sí? Eso no me lo dices nunca.-Jeff se acercó y me tomó de la cintura.

-Sírveme de comer, tengo hambre, The Killer.- Dije fulminándolo con la mirada.

-Tonta, yo también tengo hambre y no precisamente de comida...- Murmuró mientras acercaba su rostro a mi cuello.

-¡No empieces!- Dije entre jadeos.- Yo sí tengo hambre.- Reí tratando de apartarlo.

-Bien, te daré de comer y luego tú a mí ¿Trato?- Dijo agarrándome del mentón poniendo su típica mirada de cachorro enojado.

-Trato.-Dije y luego de darle un beso me aparté.

Ambos nos sentamos en el sofá con nuestra respectiva comida, encendimos la tele y yo me dispuse a devorar lo que tenía en mi plato, por cierto, siempre fui un pésima cocinera así que Jeff y yo hicimos un trato, él cocina y yo limpio todo. Jeff no es precisamente un Cheff pero me gusta mucho lo que cocina.

-¿Hey, está bueno?- Jeff captó mi atención.

Asentí mientras lo miraba.

-Puede mejorar.-Reí levemente hasta que empecé a sentir arcadas.

-¿Tan mal cociné hoy?-Jeff me miró asustado

-No, no es eso, la verd...-Me levanté de inmediato y corrí hacia el baño.

A penas pude llegar a tiempo, vomité como nunca en mi vida lo había hecho, la cabeza me empezó a dar vueltas y mis ojos se encontraban humedecidos bañados en pequeñas lágrimas involuntarias.

-¿Ámber estás bien? Dime que te encuentras bien.- Jeff golpeó la puerta y escuché su preocupación.

-Estoy bien.-Respondí un tanto débil abriendo la puerta.-Gracias...-Dije con una sonrisa forzada.

-Debes descansar.-Dijo Jeff levantándome en sus brazos mientras nos dirigíamos a nuestra habitación.

-No, estoy bien, se supone que hoy iríamos a atac...

-Escúchame bien, Ámber.-Jeff me interrumpió.- No iremos, vas a quedarte descansando y yo me quedaré contigo hasta ver qué es lo que tienes.

-Puedo descansar hasta que sea de noche, no veo el problema con salir, Jeff.- Emití molesta.

-No está en discusión lo que dije.-Dijo Jeff con dureza mientras me dejaba recostada en la cama.

-Amor, de verdad estoy bien.-Dije agarrando su mano.

Jeff me miró un tanto ansioso y preocupado.

-Y estarás mejor si descansas.-Jeff acarició mi rostro y me cobijó.

-Te quiero.- Le sonreí.

-Yo más a ti.-Respondió feliz.-No vuelvas a asustarme así, niña.

-No me decías así hace tiempo, Jeffrey.-Reí nostálgica.

-Recordé los primeros días que estuviste aquí, princesa, fue grandioso como cambiaste en todos los aspectos y más grandioso aún que fue gracias a mí.

-Lo sé...Todo ocurrió con tanta rapidez que nunca me detuve a pensar en qué momento caí perdidamente enamorada de ti

-Y yo de ti...-Jeff besó mis labios, y luego acarició mi cabello lo cual hizo que el sueño me fuera venciendo.

-Descansa, princesa...

JEFF POV

Ámber se quedó dormida al instante, así que salí de la habitación con sigilo para no despertarla, si mis sospechas son ciertas seré el hombre más afortunado de este asqueroso planeta. Me dirigí a ver a Slenderman, algo dentro de mí sabía que él ya tenía conocimiento de lo que le estaba pasando a Ámber e incluso me atrevo a decir que yo mismo sé qué es lo que tiene, aunque no quiero apresurar mis deducciones.

Llegué a su cueva y lo llamé, esperé pacientemente a que llegara.

-Ya sé por qué estás aquí.- Apareció de la nada, sin sorprenderme, claro.

-Dime algo que no sepas.-Reí.

-Lo sé todo.-Murmuró orgulloso.

-Entonces dime si es lo que estoy pensando...

-Felicidades, muchacho.

-¿Felicidades?- Lo miré intrigado.

-¡Vas a ser padre!

La noticia golpeó mi cabeza y mi garganta hasta llegar a mi estómago, sentí mis pulsaciones a tope y un leve cosquilleo que hizo que una boba sonrisa se dibujara en mi cara...Estoy feliz, estoy feliz de verdad, no es una maldita falsa felicidad, al fin soy verdaderamente feliz, incluso más feliz de lo que he sido estos años junto a ella lo cual no creí posible.

-Esto es jodidamente increíble.-Dije.- No me creí capaz de formar una familia después de vivir una vida de homicidios.

-Y esa es la mejor parte, Jeff...No tendrás que dejar nada de eso atrás, al contrario, ahora más que nunca vas a necesitar sacar todas tus habilidades a flote.

-Más maravilloso aún. Hey, dime algo más...Me gustaría saber si...

-Es niño, muchacho.

-No podría ser más dichoso.

-Ese niño es ahora nuestra salvación, cuida de él y de tu novia.

-Espera, aquella tarde dijiste que ella era nuestra salvación, ¿qué es lo que ocurrió entonces?

-Muchacho, claro que ella es nuestro pilar fundamental al igual que tú, ella posee el poder del Anticristo, pero lamentablemente este es un poder incompleto.

-¿A qué te refieres?

-Me refiero a que ella y su poder no bastarían...Es por eso que ahora su hijo portará aquel poder maximizado, un poder que obtuvo de sus padres y ancestros, siéntete afortunado Jeffrey, su diminuta creación vendrá a este mundo para terminar con él.

Es aquí dónde nuestro plan inicia...