Sin Piedad《Jeff The Killer》.

No sé quién soy.

Aquella noche no pude dormir tranquila, incluso me sentí aún más inquieta que en las otras noches que estuve aquí. Pensaba en lo que podría ocurrirme y porsupuesto las palabras de Jeff al contar una historia de mi vida completamente desconocida para mí me tienen agobiada ¿Fue verdad lo que él dijo? ¿Quién soy en realidad?
Nos dirigimos por el bosque cuando el primer rayo de sol se hizo presente, Jeff parecía alguien distinto ya que trató de no hablar conmigo en todo el camino y me es difícil descifrar qué es lo que siente debido a que a penas me mira. Llegamos a una especie de cueva enorme e ingresamos por ahí, no había salida, hasta que Jeff golpeó levemente la pared haciendo que se vuelva a abrir un camino el cuál nos dirigió hasta la casa de Slenderman...

–¡Heeey! ¿Estás?
Dijo Jeff en voz alta observando a su alrededor.

–¿Qué ocurre, muchacho?
La voz de Slenderman se hizo presente al igual que él mismo, saliendo de las sombras.

–Es tiempo de decirle...

–¿Por qué consideras que es tiempo?

–No me costó nada hacer qué ella empuñe un cuchillo y lo use con naturalidad, además... También me intriga el plan.

–Pensaba en decírtelo más adelante pero ya qué insistes.
Slenderman se dirigió hacia mí.

–Ámber Campbell... Así que quieres saber el por qué estás aquí en realidad.

–¿Ca-ampbell? No me familiarizo con ese apellido.

–Lo sé, pero es tu verdadero apellido.

–Jeff dijo que tú me rescataste de ellos ¿Eso es verdad?

–Temo que sí, fui tu salvación y ahora tú serás la nuestra.

–No...No estoy entendiendo...

Mi corazón empezó a latir a mil por hora, pude observar como Jeff miraba intrigado la conversación que Slenderman estaba teniendo conmigo en ese instante.

–Tus padres no sabían el tesoro que tenían entre las manos, pero yo sí. Tu pobre hermano fue un total fracaso y fiasco, me pareció justo guiarte por un buen camino.–Musitó un tanto entusiasmado.

–Sigo sin entender ¿Quién diablos soy, qué quieren de mí?–Apreté los puños intentando calmar mi ansiedad.

–Nuestra directa salvadora, tus genes perfectos y tu naturaleza nos serán de ayuda.

–¿GENES PERFECTOS, NATURALEZA? ¿Pero qué mierda me estás contando?

–Osada, me agrada que seas así, tu padre estaría orgulloso.

–Dime por qué quisieron asesinarme...

1...2...3...Mi rostro se inyectó de tristeza al sentir que no podía despertar y darme cuenta de que lo que estaba ocurriéndome no era una pesadilla.

–Tus incompetentes padres, dejaron que tu hermano fuese llevado lejos de ellos, y por ende asesinado, su destino era traer caos a este mundo, un apocalipsis, nuestro señor lo envió como un nuevo intento...Pero falló, fallamos...Esas brujas conocían ya a la perfección el plan del Anticristo, pero llegaste tú, fuiste cómo un regalo del mismo infierno, el último intento de acabar con todo...Y ellos lo sabían, sabían ya quién eras y por eso les urgía deshacerse de ti, entonces yo lo evité y aquí estás.

Traté de procesar todo lo que estaba escuchando, apreté mis puños con mucha más fuerza causando que mis uñas atravesaran parte de mi piel.

–¿Q-Qué soy...?
Murmuré mientras veía como un poco de sangre pintaba parte de mis dedos.

–Si bien no tienes el privilegio de ser la portadora total del poder del Anticristo, debido a que tu hermano se lo llevó todo... Serás quién nos complemente.

–¿Mi padre estaría orgulloso dijiste? ¿¡Soy hija...Soy hija de Satanás!?

Mi mundo se desplomó, mi mirada se nubló, Jeff me atrapó antes de poder golpearme contra el suelo...Todo es negro.

–Jeffrey Woods, tienes suerte eh.–Murmuró Slenderman mientras veía a Jeff aferrarse al cuerpo de la rubia. Él lo miró amenazante.

–¿La hija de Satán? ¡Vamos! Me has contado cosas ridículas, pero lo que escuché hoy me pareció estúpido.

Antes de que Slenderman pudiese responder, Jeff soltó con cuidado el cuerpo inconsciente de Ámber en el piso y le hizo frente al monstruo de más de dos metros.

–Por eso me encontraste aquella noche ¿No? Soy parte de tu plan.

–Claro que lo eres muchacho, parte fundamental y no quiero que falles.

Jeff lo miró amenazante para luego dejar salir una sonrisa mezquina.

–Soy Jeff The Killer, yo jamás fallo.–Respondió con altivez.

–¡Perfecto! Tenemos unos cuantos años para prepararnos...Y mientras más pronto comencemos, mayor ventaja sobre esas Brujas vamos a poseer.–Dijo airoso.

–Quiero...Pedirte algo.–Murmuró el pelinegro.

–¡Vaya! ¿Empezamos con los chantajes?

–Quiero que no le hagas daño.
El semblante de Jeff cambió mientras miraba a Slenderman un tanto amenazante.

–Jamás me atrevería a hacerle daño, y te recomiendo que tampoco tú lo hagas...

Nadie sabe qué es lo que ocurriría si fueses enemigo de la hija del Anticristo...