Sin Piedad《Jeff The Killer》.

Maldito Enfermo.

Todos volvimos a casa, y nos percatamos de que la cena estaba servida, justo a tiempo, cada uno se acomodó en sus lugares y empezamos a comer tranquilamente, mis padres se veían desestresados al igual que mis tíos, hablaban de lo que han hecho últimamente, del trabajo, de sus hijos, y un poco de los problemas que tenía Lily, ya que al parecer no iba bien con su esposo. Al final hemos decidido quedarnos hoy, parece que mi padre y mi tío sacaron unas botellas y están más entusiasmados que todos aquí. Como casi todos predijeron, cayó una tormenta fuertísima, pero dentro de la casa el ambiente era cálido y acogedor. Mientras los adultos se la pasaban bien abajo, nosotros subimos a jugar videojuegos,lo típico cuando venimos. Después de muchas partidas en la consola, el sueño que me invadía hacía que mis párpados me pesaran provocándome un cansancio irremediable,así que fui a una habitación apartada despidiéndome mientras avisaba a todos que iría a dormir. Caminé sola por el pasillo, un tanto temerosa, y entré a la habitación que regularmente uso al quedarme aquí, encendí la luz y vi todo en perfecto estado y muy limpio, Nando y yo dormimos aquí, por lo que no me da miedo en lo absoluto estar en la enorme recamara. Observar la cama en la que él duerme me llena de calma, soy un poco insegura si de dormir en casas ajenas se trata, por lo que ver al bobo de mi hermano dormir allí me tranquiliza. Busqué mi pijama en uno de los armarios y me la puse, cerré con seguro la puerta y me dispuse a cambiarme, es algo personal, pero que alivio quitar ésta incómoda prenda de mi pecho, en lugar del pijama dejé la ropa que había usado en el día y me dirijí hacia el interruptor, apagándolo y corriendo directo hacia mi cama, no tardé en quedarme dormida a los pocos minutos.

...

Me desperté al oír una risa proveniente de la cama de mi hermano, casi no se podía distinguir nada debido a la oscuridad pero sí un bulto en la cama, el cual supuse que se trataba de Nando.

-¿Sabes qué hora es?
Dije susurrando.
-Cállate y déjame dormir
Añadí molesta mientras me frotaba los ojos.

-Ve a dormir.
-Respondió con una voz muy diferente a la de él, lo cual me aterró.El bulto se quitó las cobijas de encima, mostrando a aquel chico que describió Johan, no me dio tiempo de reaccionar, solo pude observar horrorizada su rostro.

-Oye, sé que soy hermoso, pero siento que tu mirada se está propasando.
Dijo aquel tipo con sus ojos fijos en mí.

-¿Qu-qué quieres?
Dije casi a punto de llorar cerrando mis ojos.

-Nada en especial, solo ver de nuevo como te retuerces de miedo, es divertido.
Respondió levantándose de la cama.

-¿De nuevo? Tú...Tú fuiste el cabrón que me despertó anoche...
Afirmé mirándolo con odio.

-Oh,¿Me recuerdas? Que grato saberlo. No sólo anoche niña. Si te preguntabas porque despertabas a mitad de la noche sin "razón aparente" ahora lo sabes.
Se acercaba más y más a mi cama con esa maldita sonrisa de enfermo.
Decidí tomar valor desde lo más interno de mi ser y me levanté de la cama también, quedando casi en frente de él.
-No te me acerques más.
Advertí con voz temblorosa.

-Qué valiente...Lástima que eso no te servirá de nada, puedo ver en tus ojos como te meas de terror ante mí.
Dijo dando un carcajada mostrando sus dientes...

-Linda sonrisa...
Musité un poco más tranquila, llámenme demente, pero el tipo está guapo.
-Oye, me aterra un poco la oscuridad,¿puedo encender la luz?
Pregunté con sarcasmo. Él solo me miró confundido, pero sin perder su aire de psicópata, a lo que Caminé en dirección al interruptor.

-Quieta.
Me agarró el brazo con brusquedad, lo cual hizo que pegue un gemido de dolor. Me jaló hacia él sin soltar mi brazo. Vi como de su manga sacaba un cuchillo, uno gigante.

-Me gustaría pensar que eres alguna clase de mago...Ya sabes, por lo de sacar objetos de tu manga.
Emití un poco nerviosa sonriéndole. Créanme que si el fuese un loco o algo por el estilo,me hubiera matado de inmediato, pero sé que es un asesino al que le gusta ver el sufrimiento de sus víctimas. Y si muero hoy, no le daré el jodido gusto de verme aterrada.

-Entonces llámame Jeff...Jeff el mago...
Ante su última frase volvió a sonreír cínicamente levantando su cuchillo.

-B-baja eso, podrías lastimar a alguien...
Dije intentando calmarle.

-Eso es exactamente lo que quiero.
Dijo indiferente,soltando mi brazo y acercando el cuchillo a mi cara. Percibí aquel objeto bajando por mi rostro, hasta llegar a mi cuello, un punzante dolor recorrió todo mi cuerpo al sentir el afilado cuchillo apretar mi cuello y dejando un rastro de sangre en él.

-E-Espera Jeff...
Sollocé poniendo mi mano en su pecho, tratando de apartarlo. Lo cual resultó en vano, podía sentir su respiración y luego su lengua recorrer la herida que el mismo había hecho.

-A-Ahora resulta que también eres un vampiro...
Tartamudeé intentando nuevamente apartarlo de mí.

-Deliciosa...No sólo irradias terror, también emanas una sangre exquisita.
Paró de inmediato apartándose de mi cuello, y nuevamente levantó su cuchillo.

-Para ser un vampiro mago asesino psicópata me haz caído bien, y si tiene que ser así, me reconforta que seas tú el responsable de mi muerte...Dile a mis padres que los amo...Hazlo, ya...
Dije con un poquito de dramatismo,cerrando mis ojos y escondiendo mi rostro en su pecho.

-Ve a dormir...
Susurró y me empujó sobre mi cama con una fuerza brutal que hizo que sientese que iba a romperme en pedazos.
Vi como ágilmenme, sin importarle la altura, saltaba por la ventana, perdiéndose entre el bosque, camuflando su pálido rostro con la tenue luz de luna, y alejándose en la fría oscuridad.