¿De quién se trata?

102 7 0
                                    

-Despierta nena, ya nos vamos.
Era la voz de mi madre despertándome con delicadeza, quisiera esa voz todos los días en lugar de la que usa de lunes a viernes. Bostecé y me froté los ojos dedicándole una sonrisa de ¡HEY MADRE BUENOS DIAS! Bueno en fin, todos estábamos listos y partimos de viaje, no quedaba muy lejos serían tal vez unas 3 o 4 horas en el coche.

Mi hermano iba totalmente mudo con sus auriculares, vaya al menos en eso nos parecemos, mi padre manejaba con una concentración única, y mi madre repartía comida, ya saben lo típico.
Iba mirando a través de la ventana, desde niña me ha fascinado hacer eso, era muy gracioso pensar que a lo lejos, la pequeña y brillante luna me seguía.
No hubo tanto tráfico, pero si demoramos un poco en llegar.

-¡Hola, pasen por favor!
Dijo mi tía al ver que nos encontramos en la puerta principal.

Su casa era inmensa, tenía un amplio jardín, incluso, a unos metros más existía un bosque al cual adoro ir siempre que vengo.

-¡Hola tía!
Musité con una vocesilla tierna.

-Mija, mira que grande estás...Al igual que tú Nando, casi no te reconozco.
Dijo mirándonos a mi y a mi hermano, con una amplia sonrisa que indicaba el gusto que sentía que estuviésemos allí. Entramos a la casa y vimos todo cuidadosamente arreglado, desearía que mi habitación estuviese así, me senté en uno de los sofás acomodándome mientras sacaba mi celular.
-Uhm, ¿mi primos están?
No dudé ni un segundo en hacer mi pregunta.

-Sí, están arriba, iré a llamarlos no demoro.
Respondió con una sonrisa, dio media vuelta y subió las escaleras, en dirección a las habitaciones de mis primos supongo...
Mi familia se encontraba en silencio, así que decidí estropear aquella calma, si así soy.
-Entonces...¿Hasta que hora nos vamos a quedar?

-Hacemos la cena, y nos vamos, no quiero que se nos haga tarde.
Respondió mi Padre un tanto serio.

-Mira como está de nublado, creo que nos tendremos que quedar aquí, por hoy.
Refutó mi madre, mirándome con una sonrisa.

Nando seguía con sus auriculares, así que no escuchó nada. Al rato mi tía bajo acompañada de Daniel, Johan, y Lily, mis primos.
Nos saludamos todos con entusiasmo, Daniel es el que siempre enciende todo, tiene un carisma único que solo se complementa con el mío, ambos nos reímos como locos y armamos escándalo, exquisitamente genial, además nuestras edades no se diferencian mucho, él tiene 19, y yo 16. Johan es el menor, tiene 10, también es algo extrovertido y sin duda cuando se lo propone me da dolores de cabeza, nos llevamos bien, aunque a veces peleamos mucho. Lily, es la mayor de los tres, tiene 26 y ya está casada, tiene una insoportable hija, la cual por suerte no se encontraba allí en ese momento, Lily es tierna pero debido a la diferencia de edad, no trato mucho con ella.
Mis padres y tíos, se han puesto a hablar en la sala, excluyéndonos totalmente de la conversación, decidí salir a caminar ya que no me interesaba en lo absoluto de lo que estuviesen hablando. Nando, Daniel y Johan también salieron conmigo.

-¿Vamos al bosque y vemos que hay?
Propuse poniendo ojitos y voz de niña tierna.

-¿Para que te asustes y comiences a chillar? Yo me quedo aquí.
Abrió la boca el insoportable de Nando, a leguas se nota que hoy está de un humor de mierda.

-Vamos Nando, no creo que te quieras quedar aquí, además no piensas asustarte, ¿verdad?
Daniel salió a mi favor, y le dio un golpecito en el hombro a mi hermano.

-¡Claro que no! Dejé de asustarme fácilmente hace tiempo Daniel, y si él no quiere venir pues que se quede, de por sí ya es raro, pero hoy se pasó.
Mencioné mirando a Nando cruzándome de brazos y haciendo una mueca de desprecio.
-Jaja, no peleen, entonces ¿Qué dices Nando?
Rió Daniel con un poco de nerviosismo clavando su mirada en mi hermano.

-Iré, pero si ella empieza con sus cosas yo regreso de inmediato.
Respondió indiferente mientras me señalaba.

-No lo hará, ¡vamos pues!
Emitió Daniel con entusiasmo guiándonos hacia el bosque

Me extrañó demasiado que Johan estuviese callado, él se lleva el segundo puesto de' El más escandaloso de la familia' después de Daniel y Yo, claro está que somos un equipo. Lo noté ido y un tanto perdido.

-Y-Yo no iré.
Por fin habló, con la voz entrecortada,y una mirada triste que complementaba la inquietud de sus dedos.

-¿Eres tú Johan?
Pregunté con sarcasmo mirando a mi primito. No respondió.
-Me estás poniendo nerviosa, niño.
Volví a decir en un tono de voz más bajo.

-Lo olvidé, está un poco asustado, dudo que quiera venir.
Añadió Daniel un tanto serio.

-¿Asustado, por?
Pregunté curiosa dirigiendo mi vista nuevamente hacia Johan, quien yacía a mi lado izquierdo.

-No hablará, eh, bueno...Él dice haber visto a alguien rondar por el bosque en la noche, eso ocurrió el pasado lunes, desde ese día Johan no quiere acercarse al bosque.
Habló aclarando mis dudas.

-Cállate Daniel, siempre inventando cosas absurdas para "asustarnos".
Se incluyó en la conversación mi hermano tratando de empujar a Daniel.

-No invento nada, si no me creen, que se los diga él mismo.
Negó Daniel un tanto molesto apartando el brazo de Nando de su torso y evitando el posible empujón.

-Parecen niñatos, dejen de estar peleando, te creo Daniel, Nando sería un placer que mantuvieses tu boca cerrada y Johan rogaría que hables de una buena vez.
Emití molesta cerrando mis ojos y puños a modo anime.

-Es verdad...Desde mi habitación se puede ver parte del bosque, vi un chico...Un chico vestido con una sudadera blanca, tenía manchas de sangre y una sonrisa muy perturbadora.
Relató Johan cabizbajo, su temor se siente a kilómetros.
No pude evitar sentirme algo nerviosa, porque: Oh él miente ya que ama fastidiarme...Oh lo que él dice es verdad y posiblemente aquel chico sea un asesino quien acecha por los alrededores, espero que no sea eso último.
El cielo se encontraba totalmente gris, y con pintas de que pronto se vendría una tormenta, mientras que el viento soplaba con intensidad golpeando mi rostro y haciéndome sentir cuán helado estaba el ambiente. Eran las cuatro de la tarde aunque fácilmente se podría confundir con las cinco o seis, algo me dijo que dejase atrás el temor y me adentrara al bosque.

-Con un poco de suerte nos encontramos al tipo,¿No?
Dije divertida intentando animar al resto a acompañarme.

-¿Suerte? Déjalo ya, está haciendo un clima horroroso y parece que oscurecerá pronto.
Me reprochó Nando mientras se dirigía a la casa.

-Creo que tiene razón, ¿qué tal si venimos mañana?
Sonrió Daniel poniendo su mano sobre mi hombro moviéndolo a modo de juego.

-No creo que para mañana esté aquí, pero está bien.
Suspiré resignada dándome vuelta mientras subía el cierre de mi chompa...Sin embargo mi curiosidad crecía más que nunca.

Sin Piedad《Jeff The Killer》.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora