Sin Piedad《Jeff The Killer》.

Día 6

Parecen haber pasado años en lo que sólo fueron días. Detesto estar aquí sé que en poco tiempo me volveré loca. Desperté inquieta, aunque muy bien descansada, mirando con repulsión nuevamente mi habitación, reí al recordar que Jeff me cargó hasta mi cama, sin hacerme daño y posiblemente controlando sus ganas de asesinarme. Me exalté y di un grito fuertísimo al ver como se hallaba mi ropa ¡Sangre, por todo mi cuerpo! Dios, que asco, decidí sacarme de inmediato lo que tenía puesto, ya que no soportaba más el olor a sangre que estaba impregnado en mis prendas.
No pasaron ni dos minutos cuando escuché como Jeff venía corriendo, y sin siquiera preguntar, abrió la puerta de par en par.

-¿¡NO TE ENSEÑARON A GOLPEAR LA PUERTA!?
Grité intentando cubrirme.

-Vaya forma de darme los buenos días.
Sonrió.

-¡DEJA DE MIRARME, LÁRGATE DE MI HABITACIÓN!

-No me pidas lo imposible niña, y te recuerdo que esta es mi casa.
Su mirada se volvía más intensa, incluso...¿Se está acercando? ¡Mierda, ayuda ayuda!

-¡Para ya! ¿Qué pretendes? No te entiendo idiota, ¿Quieres matarme? ¡Hazlo! Prefiero eso a seguir viviendo con tu estúpida actitud extraña en esta estúpida casa, ¿No ves que estoy sufriendo? Esto está mal en muchas formas, tengo miedo, aléjate de mí...Por favor.
Pasé por su lado evitándolo, intentando escapar por la puerta, en vano.

-Ámber.-Dijo sereno,tomándome de la muñeca, quedando ambos a espaldas del otro.-Desde el primer día en que te vi quise hacerlo, en serio quise hacerlo, quise acabar con tus malditos gritos, con tu irritable manera de ser, clavar mil veces mi cuchillo en tu vientre, ver como la sangre chorreaba y tú te retorcías de dolor, sí, que hermoso.-Trás procesar lo que él dijo, empecé a temblar.- Puedo sentir tu miedo...-Susurró a penas, y se dio la vuelta quedando frente a mí, aún sin soltarme, aparté la mirada.-Mírame Ámber.-Me tomó de la barbilla, obligándome a mirar sus ojos.

-Entonces...-Mis palabras se pronunciaban con dificultad.-Hazlo.

-Lástima, eso no depende enteramente de mí.-Ladeó la cabeza.- ¿Sabes lo indefensa que te ves así?-Rió.

-¡Suéltame!
Dije molesta, alejándome de él, con rapidez, para evitar que vuelva a agarrarme.

Me senté en la cama cruzándome de brazos, observándolo con rabia. Él pareció percatarse de ello.

- No me mires así niña, no he hecho nada malo.
Mezcló su voz con sarcasmo y burla.

-¡AGGG! Yo misma veré como salgo de aquí. Sea viva o muerta.
Me estremeció lo que acabé de decir ¿Suicidio? ¡Ni en broma!

-Será divertido ver eso.

-Divertido, claro.-Rodé los ojos.-Escucha...Todo esto es increíble, pero increíble con todo el jodido sentido de la palabra, algo irreal ¿Sabes? Creo que tengo derecho a saber tu historia, sé que todos tienen una.-Suspiré.

Él ladeó la cabeza, apartando su cabello de su rostro, mirándome fastidiado.

-¿Derecho? No niña, no tien-

-¡Cierra la boca Woods!-Interrumpí.- ¿Qué hay de malo en eso, he? De todas formas el estar aquí significa mi camino indirecto hacia la muerte ¿Verdad? Qué más te da dejarme saber sólo eso...Por favor.

-Da asco admitir que tienes un poco de razón. Como sea, lo pensaré.-Se dio vuelta para salir de mi habitación.- ¡Ah! A lo que vine...Espero que dejes de gritar de esa manera, a excepción de que esos gritos sean causados por mí ¿Entendido?

-Eres un ser humano despreciable.-Lo miré enfadada.

-Solía serlo niña, solía...

-¿Solías? JÁ, sigues siendo despreciable.

-Lo sé, me refería a 'ser humano', nena.

-No me llames 'nena', suenas como violador.

-Estás en lo cierto.-Sonrió pervesamente.

-Mira...Ya no sé qué más decirte eres tan ext...

-Entonces cállate.-Interrumpió.

Salió de la habitación, dejándome desconcertada con mi ritmo cardíaco a tope...El silencio inundó la habitación, ya no sabía qué más hacer.

Escuché la puerta de entrada abrir y cerrarse desde fuera, supe que él salió. Aún me pregunto por qué me deja con tanta confianza sola ¿Soy tan obvia? Es decir, la forma en la que trato de llevarle la contraria o de hacerme la fuerte ¿Acaso me delata? Hay algo más que me tiene desconcertada y asqueada...Al verlo tengo la necesidad de apretar con fuerza mis labios, no es de rabia, no lo entiendo, su presencia me parece hostil sin embargo también hace que me sienta diferente ¿Qué ocurre conmigo?

Jeff POV

El egocentrismo dentro de mí me caracteriza, sé lo bueno que es ser yo pero los demás no lo notan y eso no ha sido un problema hasta ahora. La chica tiene que irse, mentiría si dijera que al verla no tengo sensaciones indescriptibles, su sola presencia me repugna porque cuando la veo, veo mi lado débil, aquel del cuál me despojé hace años. Ahora, ella no es igual a otras que he conocido, suena cliché pero tengo razón, siempre la tengo, su maldita pedantería nunca le permitirá huir así que para mí no es una opción viable todo lo contrario sería inútil dejarle puertas y ventanas abiertas porque jamás se le ocurrirá desobedecer, no sé si a mí o a ella misma. Debo pensar y actuar ya o acabaré destruyendo todo lo que realicé durante tantos años solo.