Y pasaron los años...

22 1 0
                                    

Desde aquella tarde nuestras vidas cambiaron para siempre. Jeff y yo nos volvimos uno solo, incluso siento que fue algo apresurado pero no importó porque junto a él todo se sentía bien.

Son casi dos años ya desde que estoy aquí, desde que Jeff The Killer me invadió de terror, entró a mi habitación y a mi vida, y por el amor de Satán, como agradezco que me hayan encontrado trayéndome de vuelta al lugar donde siempre debí estar.

Mi vida ha cambiado y la de él también, lo repetiría mil y un veces ya que me alegra decirlo con seguridad, nuestro odio se convirtió en un siniestro amor dependiente no sé qué tan bueno sea eso pero me agrada, me agrada sentirme segura con él porque sé que en sus brazos nada me faltará y con él nada tendré que buscar, nuestra vida es perfecta.

Fue fácil olvidar a mi antigua familia ya que con todos los Creepys aquí es increíble el sin fin de anécdotas que te pueden contar, son innumerables las formas en las que pudimos socializar y eso es lo que hizo a mi estadía mucho más interesante. Al principio Jeff era muy sobreprotector conmigo, al igual que Slenderman, mis visitas a los demás Creepys no eran muy usuales incluso Jeff dejó de verlos durante varias semanas sólo para estar conmigo todo el tiempo, pero a medida que fui creciendo y desarrollándome internamente él supo que debía darme más libertad para hacer lo que quería, y así fue.

Los primeros meses, me sentía abrumada por las "atrocidades" que debía hacer junto al hombre que amaba, pero por él todo. Cada persona a la cuál le robaba el último aliento tenían algo en común, su falsa bondad, una tardé le platiqué a Jeff acerca de escoger a nuestras víctimas así que él accedió y todo resultó perfecto. Nuestras noches juntos eran bañadas en sangre, ahora hacíamos todo el uno con el otro, madrugadas interminables riendo bajo la luna cargando con una nueva víctima en nuestro historial es lo que me hizo sentir viva otra vez. Aprendí mucho con él, y mientras más veces empuñaba un cuchillo, más poderosa me sentía, y mi entusiasmo por enorgullecer a mi padre crecía.

Al cumplir 18 mi carácter empezó a forjarse aún más, dos años habían pasado volando y bajo la tutela de Jeff y los demás Creepys me fui convirtiendo en alguien totalmente distinta a la Ámber de 16 años. No soy crédula, no soy débil, por mucho tiempo lo fui pero ya no.

Desde las profundidades infinitas del infierno, se escucha un palpitar, el mismísimo infierno está a la expectativa de lo que ocurrirá. Aquel palpitar crece y retumba con fervor entre las llamas, no es sorpresa que la hija de Satán se haya enamorado de un demonio, la sorpresa es lo que lleva en su vientre...

Sin Piedad《Jeff The Killer》.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora