Adiós cordura.

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-Ehm ¿Por...mí?-Giré mi cabeza confundida.

-Já...-Su silencio empezó a inquietarme.-Levanta ese culo y sígueme.

-No.-Me crucé de brazos intentando parecer valiente.

-Niña,no querrás que se agote mi paciencia.-Sonrió con malicia de una forma muy falsa.

-¡Ya cansa eso de llamarme niña!-Levantó su brazo derecho poniendo el cuchillo en mis labios, dios,estaba helado...Y afilado

-Podría concederte el honor de una sonrisa como la mía...-Se acercó hacia mi rostro.

-Pues...Me lo pensaré.-Una sonrisa nació de mí, tal vez estoy igual de loca.

Lentamente fui apartando su cabello hacia atrás dejando al descubierto sus labios y poco a poco su "Encantadora Sonrisa", coloqué mis manos alrededor de sus mejillas mientras rozaba la cicatriz con las yemas de mis dedos.

-Deja de manosearme,Ámber.
Musitó alejándose lo suficiente como para que dejara de tocarlo.

-¿Vez? No ha sido difícil llamarme por mi nombre.-Dije con picardía y sin quitarle los ojos de encima.-Volviendo al tema,Jeff...- Pasé mis dedos a través de mi cabello,llevándolo hacia atrás y dejando escapar un leve suspiro.

-Te lo pongo fácil.-Su rostro aparenta una seriedad absoluta.-Siéntete afortunada de que aún no he clavado ésto en tus entrañas.-Acarició el cuchillo lentamente.-Si vuelves siquiera a querer llevarme la contraria...-Hizo la típica seña de colocar la mano a unos centímetros del cuello, aparentando cortarlo de una tajada.-¿Entendido?

-No me asustas Jeff,tampoco es que me agrade mucho vivir. Si me asesinas estarías haciéndome un favor,y tu esencia de chico malo se esfumaría por completo. Por cierto ¿No tienes sueño?-Bostecé y me volví a acostar,dejando un espacio libre a mi lado dando palmaditas a la cama.

-Ni de joda me acostaría contigo.-Se quejó.

-Va,entonces solo duerme...-Solté una leve risita mientras me acomodaba en mi sitio.

Escuché su risa también,pero no era la que habitualmente profería sino una risa cálida y verdadera.Sentí como imitaba lo mismo que yo, acomodándose en el lado que dejé vacío. Todo eso estaba volviéndose incómodo así que lentamente fui dándome vuelta,tratando de no enredarme entre las sábanas,al estar completamente al lado contrario vi un Jeff totalmente distinto. A pesar de la intensa oscuridad, su cabello había adquirido un brillo color chocolate que se esparcía por la almohada, su piel dejó ese tono pálido que la caracterizaba por uno claro con un débil bronceado, como él estaba de espalda,no pude apreciar las facciones de su rostro,moría por verlo. Lo observé durante un rato, juraría que parece un ángel, un ángel al que le cortaron las alas hace mucho tiempo,el cual se transformó en un frío y despiadado demonio, que se encuentra recostado a mi lado.

-La gente normal no tiene idea de lo preciosa que es la oscuridad.-Sus palabras me sacaron bruscamente de mis pensamientos.

-La gente normal no entra en casas ajenas por la noche.-Refuté arrimándome contra la pared.

-Exacto.

Por milésima vez,el silencio que hubo entre ambos me incitaba a hablar más, dejando de lado el relajante sonido que los grillos hacían afuera.

-Dime tu nombre.

-Espero que eso no sea una orden.-Su voz se tornó amenazante.

-Bueno,no me lo digas...

-Jeffrey Woods.

-¿Y tu edad?-Era inevitable contener mi curiosidad.

-19.-A medida que respondía, lo hacía con más frialdad .

-No entiendo porque quieres llevarme...

-Hay veces en las que es mejor mantenerse en la ignorancia.

-Dudo que ésta sea una de ellas.-Dije con un hilillo de voz,mientras el seguía de espalda y sin proferir palabra. -Supongo que...trataré de dormir.

Nuevamente intenté acomodarme,pero al querer hacerlo rocé con mi pierna la espalda de Jeff,haciendo que se levante exaltado.

-Ten cuidado en donde pones tus piernas, niña. -Sus azules y prepotentes ojos recorrieron cada rincón de mi cuerpo. -Oh no usarás ésta noche para dormir.

-Eso no me molestaría...-Mi pie fue recorriendo su pantalón, hasta llegar a su entrepierna,rozándola de una forma juguetona. -Aparenta lo que quieras,pero nada cambiará lo que eres...-Cada palabra que salía de mí parecía gustarle.-Un perverso y sanguinario hombre.

-Oh nena, no sabes como la haz liado...

Tomó mi pierna jalándola hacia él, haciendo que chocáramos bruscamente, deslizó una mano por mi espalda llegando hacia mi cabello, lo agarró y tiró de él dejándome indefensa,sentí su mano trepar por mi estómago buscando mi pecho rozando sus dedos en ellos provocando pequeñas risas y gemidos en mí. Aquella escena fue abruptamente cortada por una bofetada,que me hizo regresar a la cordura.
Llevé una mano hacia mi mejilla,la sentía palpitante e hinchada, alcé la vista topándome con la penetrante miraba de Jeff,lo miré con despreció mientras él sonreía con su típica sonrisa de enfermo.

-¿Qué pasa? Creí oírte decir que no te molestaría. -Rió.- Ahora Ámber, quiero que te calles y seas buena chica conmigo.-Tiró de mi cabello, lanzándome contra el piso,provocando un fuerte golpe en mi cabeza y un estruendo que, estoy segura, resonó en toda la casa.

-M-mis padres d-despertarán...- Susurré débil.

-Entonces hay que irnos...

El asesino tomo a la inconsciente chica en sus brazos, ignoró completamente las heridas que se encontraban en el cuerpo de ella, sus siluetas resplandecían bajo la luz de luna, aquella madrugada era aún más fría de lo habitual, el cabello de Ámber resbalaba por la espalda de Jeff, moviéndose con cada paso que él daba, desprendiendo un aroma a almendras que lo extasiaba.
La oscuridad se había convertido en una buena amiga de Jeff,siempre volvía empapado de sangre y ella lo recibía junto con su soledad,nunca se imagino llevar sangre fresca a casa. Él olvidó el significado de la palabra «sentir» creyó que había asesinado esa parte dentro de sí, pero era imposible, los recuerdos empezaron a bombardear su cabeza, tal vez extrañaba sentir , tal vez y solo tal vez él necesitaba a alguien... A alguien que lo necesitase también.





Sin Piedad《Jeff The Killer》.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora