La noticia

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El chico caminaba sin prisa a través del bosque, con miles de pensamientos invadiendo su cabeza ya que ante tal noticia un estallido de emociones estaban sucediendo dentro de sí causando una leve sonrisa en su lívido rostro. Llegó a su casa, abrió la puerta y entró suspirando un tanto angustiado ya que a pesar de todo, se encontraba ansioso por la reacción de su novia.

Mientras subía las escaleras, su ansiedad creció aún más, algo que creyó jamás volvería a sentir debido a que él era quien causaba ese tipo de sensaciones hacia los demás. Abrió la puerta con delicadeza y la vio allí aún descansado plácidamente, su cabello rubio no estaba del todo hecho un desastre, su rostro emanaba mucha paz lo cual hizo que el asesino se ruborizara al instante haciendo que una sonrisa se creara en la comisura de sus labios.

–Ámber...–susurró–Preciosa, despierta...

La chica movió levemente su cabeza mientras trataba de cerrar con fuerza los ojos en señal de molestia.

Jeff río.

–Te tengo una noticia que...–Jeff se puso nervioso y pensó en si lo que diría era lo correcto.– Que te va a fascinar.

Ámber abrió lentamente sus ojos y con una sonrisa saludó a Jeff. Bostezó e inmediatamente se sentó mientras se frotaba los ojos.

–Sí, señor, me encuentro muy bien.–Ámber habló como si hubiese adivinado lo que el peli negro iba a preguntar.–Ahora...¿Algo que me va a fascinar? Cuéntame, te escucho.

–Bien...No sé cómo lo tomes...–Jeff posó su pálida mano en su nuca en señal de nerviosismo.

–No lo sabrás hasta que me digas ¿Y?–La rubia lo miró fijamente esperando ya una respuesta.

–Seremos padres.–Jeff sonrió nervioso mientras se encogía de hombros.

La chica abrió sus ojos como platos, en su miraba se encontraba un toque de inquietud la cual se empezó a bañar de pequeñas lágrimas. Jeff la miró preocupado aún tratando de entender su reacción.

–No...no lo creo...–La rubia se echó a llorar emocionada.

Jeff suspiró de alivio y de inmediato rodeó sus brazos alrededor de ella, intentando, en vano, calmar su llanto.

–Maldita sea Jeffrey, te dije que te cuidaras...–Dijo divertida entre lágrimas mientras sonreía y se limpiaba los ojos.

Jeff dejó escapar una risa ante tal comentario y se acercó a la rubia.

–Ni modo, nena.–besó su mejilla.

Ámber se apartó un poco de Jeff para tumbarse sobre la cama sin dejar de sonreír.

–¿Te lo dijo Slenderman, no?–preguntó la rubia mirando hacia el techo.

–No es lo único que me dijo.–Lo que pronunció Jeff captó la atención de Ámber.

–¿Qué más mencionó?–Dijo la rubia, aún mirando al techo despreocupada.

–Bueno... Empezando por el plan del que te comentamos hace algún tiempo...

–Vaya...–Ámber volvió a sentarse acercándose a Jeff.– No hablamos de eso hace mucho...

–Lo sé, pero lo que te diré es muy importante.

Ámber miró curiosa a Jeff.

–Pero antes, dime qué quieres que sea...–Jeff preguntó divertido.

–Bueno...Da lo mismo, sólo quiero que tenga salu...

–Tsk, basura.–El pelinegro rodó los ojos.– Sabes bien que tendrá salud, tendrá mucho más que salud.– Jeff sonrió con malicia.– ¿Niño o niña?– Preguntó mirando a Ámber fijamente.

Aunque a la rubia le costaba admitirlo, aún sentía un escalofrío recorrer su espina dorsal cuando Jeff la miraba de esa forma, de todos modos, sabía que eso era lo que más le agradaba de él, todas las sensaciones que el peli negro hacía emanar de ella.

–Niño.–Respondió decidida.– La verdad es que sí, sería perfecto si fuera niño.

A Jeff le brillaron los ojos mientras situaba su mano en el vientre de la rubia.

–Lo es, es niño.–Añadió Jeff con altivez.

–Todo parece un sueño...–Ámber se abalanzó a los brazos de Jeff.

–Y todo está por mejorar, nuestro hijo es quién llevará a cabo el plan...–El chico le susurró al oído.–Él poseerá el poder directo del Anticristo y de la oscuridad de todos los seres malignos.

–¿Qué hay de mí, de nosotros?– Ámber se apartó de Jeff, mirándolo con inconformidad.– Creí que yo era quien portaba aquel poder...

–No estés celosa, mira...Slenderman mencionó algo sumamente importante, dijo que tu poder no se encontraba completo y que debía complementarse con el mío, fue ahí cuando entendí el por qué él fue tan riguroso con el plan y dejó que todo tomara su transcurso...Ámber, mírame.–Jeff tomó la mano de la chica con delicadeza.– Nuestro hijo posee un poder más allá del que cualquier intento de Anticristo ha poseído, y todo gracias a ti.–El chico la miró con dulzura, una cálida dulzura no propia de él.

–Y a ti...–Ámber pareció haber tomado la explicación con calma,sonrío y con sus dedos recorrió la comisura de los labios de Jeff.

–Deja vù...–Susurró Jeff para después besar con lujuria a la rubia.

–Jeff The Killer...–Musitó la chica en un tono de excitación.– Es un honor llevar a tu hijo en mi vientre...

–Nuestro hijo...–Añadió jadeante mientras hacía que la rubia se recueste en la cama, sin dejar de besarla.

El calor entre ambos creció y con rapidez se despojaron de sus prendas haciendo que sus cuerpos desnudos se rozaran entre sí, cuerpos que se conocían perfectamente y amaban con toda la pasión desbordante del momento. Jeff la observó con ternura y perversidad, para acto seguido entrar en ella de la manera más delicada posible, sus cuerpos bailaban al son de sus gemidos mientras el chico incrementaba la velocidad de sus embestidas haciendo que ella casi muriera de placer.

Después de amarse un buen rato, ambos se quedaron dormidos, sin duda su vida cambiaría drásticamente, mucho más de lo que cambió cuando ambos se conocieron, este sería un cambio definitivo y el más importante no sólo para ellos y su poco convencional familia, sino también para toda la humanidad que pronto rogará por haberse extinto hace años...

Sin Piedad《Jeff The Killer》.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora