Ámber subió a la planta alta, dirigiéndose hacia la habitación de Jeff, abrió la puerta y busco el libro, revisó cuidadosamente cada rincón sin éxito, sin duda él lo había escondido; decepcionada, salió de la habitación y se resignó a ser la empleada doméstica durante el resto del día. Recordando las veces que su madre la regañaba para que limpie y haga algo de provecho, su rostro se tornó algo apagado y triste, empezó por limpiar el salón, aquel desastre parecía infinito, latas de cerveza desparramadas por el suelo, restos de comida regada por los sillones, y obviamente todo alborotado y sin una pizca de orden, al terminar de limpiar el salón fue a la cocina, luego a los pasillos, y por último a los baños. Terminó exhausta y con un asco,que creyó, no se le iría en días.
La desesperación de no saber en qué hora del día se hallaba la estaba devorando, daba vueltas por toda la casa, de arriba hacia abajo, hasta que alguien, sacándola de aquel trance, tocó la puerta.
Ámber la abrió lentamente con algo de temor.-¡Soy yo, Ben!- La chica sonrió al ver al pequeño rubio parado del otro lado de la puerta.
-¡Ben! Hola, que alivio verte...
-¿Alivio?
-Sí, me siento muy mal aquí.-Suspiró sin ánimo.
-¿Jeff...Jeff te hizo algo?
-A parte de matarme con su odio e indiferencia, no...Pero no es eso Ben, extraño mi hogar ¡Mi familia! Me siento sola...Yo...Yo...-La chica rompió en llanto, mientras el rubio la miraba desconcertado.
-Ámber...Es mejor que dejes de pensar en ellos; No los volverás a ver...
La chica alzó la mirada e inmediatamente la furia que desprendían sus ojos la hizo alterarse.
-¡No vuelvas a decir eso, claro que los volveré a ver, me iré de aquí...Y no importa si me acechan, jamás me rendiré hasta largarme de este lugar! ¿TE QUEDÓ CLARO?.
Ámber cerró la puerta dejando a Ben fuera, sin dejar de llorar dio golpes al suelo, incluso haciéndose daño por ello.
-Escucha, puedo hacerte un favor si eso te hará estar más tranquila...-Dijo del otro lado de la puerta, sin recibir respuesta.- Haz algo para despedirte de ellos.
-Despedirme...¡No estoy muerta! Ben, sácame de aquí...Sé que eres bueno, ayúuudame...-Sonó como toda una reina del drama.
-Hablas como si fueses a morir, no puedo hacer nada, ¡Para ya! Pareces una niña malcriada haciendo berrinche.-Ben rió.
-¿Qué es tan gracioso? ¿Escuchar como sufro?
-No estás sufriendo Ámber, sólo estás enojada y con hambre.
Ámber se sorprendió al reconocer que el pequeño niño vestido de verde tenía algo de razón, también sé asombró al pensar que alejarse de su familia, al parecer no le afectaba como ella supuso que lo haría, así que fue terminando con su 'berrinche'. Abrió la puerta y miró a Ben, un escalofrío recorrió su espalda.
-¿Cómo sabes eso?-Murmuró.
Ben ladeó la cabeza.
-Fácil,soy Ben Drowned.-Respondió orgulloso.
-Oye, sé que cada 'ser' de este lugar tiene una historia, pero no estoy familiarizada con ninguna de ellas, incluyendo la tuya.
-Te lo diré luego...Además hay algo no te he dicho.-Ben sonrió con una sonrisa algo perturbadora.
-Eh...¿Qué,Ben?-Ámber intentó disimular su incomodidad.
-Puedo manipular a mi antojo los aparatos electrónicos, ser parte de ellos, ya sabes...-Volvió a sonreir.-Te gustan los videojuegos ¿Verdad?
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Sin Piedad《Jeff The Killer》.
Hayran KurguPuedo ver tristeza en sus apagados ojos, puedo sentir cordura en alguna parte de su ser, él ha encendido una parte en mi que desconocía. Mi destino siempre fue formar parte de él y de su oscura familia, mi vida y la de él se unieron para dar paso a...