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Narra Justin
Tenía que haber sabido que iba a aparecer Jess por aquí para tratar de arruinar mi relación con Sarah, por eso lo dejamos, por sus celos y aun sin estar juntos siente celos, debería hablar con ella y dejarla las cosas claras, tengo que hablar con ella y decirla que ya no la quiero que yo ahora quiero a Sarah y que ella me hace feliz.
Miro a mi izquierda y veo a Sarah durmiendo, parece un ángel, hasta dormida es preciosa. La aparto el pelo enmarañado de la cara y la acaricio levemente para que no se despierte, de repente se gira y me abraza y yo sonrío como un idiota, jamás me había sentido así por una chica, ella me hace sentir especial, no me trata por el famoso de Bieber sino por el chico dulce que soy y eso me gusta. La doy un beso en la frente y la abrazo yo también, antes de quedarme dormido la escucho murmurar algo.
- Te quiero Justin. - dice en sueños, luego esboza una dulce sonrisa y yo me derrito al verla.
- Yo también te quiero pequeña. - la contesto, pero ella está demasiado dormida como para escucharme y con una sonrisa de idiota en la cara me quedo dormido junto a ella.
Por la mañana me despierto y Sarah no está a mi lado, me levanto como un resorte de la cama y bajo inmediatamente a buscarla. Cuando llego abajo la veo en la cocina con una de mis camisas que la queda de vestido pero la sienta increíblemente bien, la miro atontado sin que ella se dé cuenta. Salgo de mi ensimismamiento y me dirijo hacia ella.
- Buenos días. - la digo y la doy un beso detrás de la oreja.
- Buenos días. - me dice ella dándose la vuelta y sonriéndome de la misma forma en la que lo hizo anoche mientras dormía y yo me vuelvo a derretir.- Qué me miras tanto.- dice divertida.
- A ti. Bueno, mejor dicho, tu sonrisa. - ella agacha la cabeza y se ruboriza. - Eh, mírame.- ella levanta la cabeza y me mira vergonzosa.- Te quiero.
Me mira y acto seguido se me tira a los labios y me besa, pero no me besa como siempre, me besa con desesperación, como si el mundo se acabara en ese mismo momento. Me separo de ella y la cojo de la barbilla suavemente para que me mire a los ojos, en ellos también veo la misma desesperación y miedo.
- ¿Qué te pasa? - la pregunto preocupado.
- Todo es demasiado bonito para ser verdad.- dice triste. La miro y la abrazo, luego noto como mi hombro empieza a humedecerse.
- Eh, pequeña, no llores, por favor.
- No quiero perderte.
- No lo harás.- y la vuelvo a abrazar para que sepa que no pienso dejar que se vaya a ninguna parte.
Narra Sarah
Estoy en la cocina abrazada a Justin y llorando, no quiero perderlo, pero tengo la sensación de que pronto lo haré porque acabaré metiendo la pata, como siempre.
Justin me tiene envuelta entre sus brazos y me siento chiquitita pero protegida, no puedo evitar derramar un montón de lágrimas, soy una llorona por naturaleza. Levanto la cabeza y me seca las lágrimas, me sonríe y la belieber de mi interior se desmaya al ver su impresionante y reluciente sonríe, creo que hice bien hace cinco años enamorándome de él y ahora que le tengo no hago más que llorar como una idiota y preocuparme por no meter la pata como suelo hacer.
- En qué piensas.- dice colocándome un mechón de pelo detrás de la oreja.
- En que hice bien enamorándome de ti hace cinco años.
- ¿Tanto tiempo llevas enamorada de mi?
- Sí, eres mi sueño hecho realidad y ahora que te tengo no paro de pensar en que acabaré haciendo algo que haga que te pierda y no quiero eso.
- Ya te lo he dicho pequeña, no vas a perderme, hagas lo que hagas.
- No sé si alguna vez te lo han dicho, pero eres un amor. No entiendo como la perra de Jess pudo dejarte.
- Celos. - dijo rodando los ojos.- Vio como te miraba el día que fuimos al cine los cuatro juntos y Christian probablemente también se daría cuenta.
- Sí. Me dijo que ahora que te conocía le iba a dejar por ti.
- Christian es muy rencoroso, igual que Jess.
- Mmm... creo que Jess es más tirando a manipuladora.- dije rodando los ojos. Justin se empezó a reír por lo que acababa de decir. - ¿He acertado?
- De pleno.- dijo riéndose y me volvió a abrazar, esta vez con más fuerza.- Eres de lo que no hay.
Me empecé a reír como una idiota y él me miraba divertido, parecía que le gustaba verme reír porque no paraba de mirarme.
- Estás preciosa cuando te ríes y cuando duermes aún más.
- ¿Me has estado observando mientras dormía? - le dije extrañada pero divertida.
- Puede ser...- dijo mirando hacia otro lado.
- No dije nada raro en sueños, ¿no?
- Solo dijiste que me querías, luego sonreíste y me abrazaste.
- Bueno, no dije nada que no fuera verdad.- dije guiñándole un ojo.
- Me encanta cuando me guiñas el ojo.- dice ladeando la cabeza y sonriendo.
- Eres un pelota.- le dije mientras me reía.
- Un pelota que te hace de reír.- levantó una ceja e hizo un intento de mirada seductora que provocó que me riera aún más. - ¿No te gusta mi mirada seductora?- dijo riéndose él también.
- Sí, sí, me encanta eh. - dije sarcásticamente. - Me seduces de una forma... increíble.- rodé los ojos y volví a reírme como una tonta. Justin se acercó a mí y me agarró de la cintura.
- Sabes que sí. - me susurró al oído.
Eso me acababa de matar, cada vez que Justin me susurra al oído, me derrito, me pongo nerviosa y las piernas se me vuelven de gelatina; aún no me acostumbro a escuchar esa voz tan sexy que pone cuando le conviene.- ¿Te pongo nerviosa?- dice mientras me mira y va bajando sus manos hasta mi culo.
No sé qué responderle, mis nervios habían pasado a ser excitación y notaba como poco a poco mi temperatura iba subiendo a medida que Justin me hablaba de esa forma y se acercaba cada vez más a mi. Lo único que consigo es asentir con la cabeza y tragar saliva, él esboza una sonrisa triunfal pero sexy, como si ponerme nerviosa fuera su intención.
- Bien.- dice otra vez con ese tono de voz. Dios, creo que como siga hablándome así voy a correrme yo sola. Justin parece leerme el pensamiento y se acerca a mi boca, hace el amago de besarme y yo gimoteo para que lo haga, vuelve a sonreír de esa forma tan sexy y me levanta la camiseta que llevo puesta. Sigo gimoteando para que no se detenga y empieza a pasear sus dedos por mi vientre, mientras mi respiración se acelera y mi excitación aumenta, no sé a qué estará jugando pero me está poniendo a cien.
Le miro con desesperación y baja dos de sus dedos hacia mi sexo donde los introduce lentamente y yo gimo. Sus dedos se mueven deliciosamente dentro de mí y yo me retuerzo de placer mientras Justin me sostiene la cara para verme. Poco a poco la velocidad con la que me toca va subiendo y mis gemidos cada vez son más altos, Justin mueve los dedos en círculo dentro de mi y con la otra mano me acaricia el clítoris lo que me produce mucho más placer. Introduce un tercer dedo que mueve el doble de rápido que los otros dos y yo culmino con un gran orgasmo y apoyo la cabeza en el hombro de Justin derrotada. Me mira y entierra su nariz en mi pelo. Cansada, levanto la cabeza y resoplo.
- ¿Qué te pasa?- me mira extrañado.
- Me has hecho polvo.- Justin me mira y comienza a reírse.
- Eso es que no te han tocado mucho así. - dice riéndose.
- Jamás.
- Ya te dije que te iba a follar por toda la casa, y de todas las formas posibles.- le miré y me mordí el labio inferior.- Eso me quiere dar a entender que no te vas a negar.
- ¿Cuánto tiempo vamos a estar aquí?
- Todo el que quieras.
- Pues voy a necesitar ropa si pretendes que pasemos más tiempo aquí...
- Tranquila, eso déjamelo a mi.- dice guiñándome un ojo.- ¿Quieres dar una vuelta por los alrededores?
Asentí con la cabeza y subí corriendo a ponerme la ropa que había traído y que andaba tirada por el suelo de la habitación a causa de haber estado estos dos últimos días con Justin sin salir de casa. Nos vestimos y salimos a dar una vuelta por el bosque.

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⏰ Última actualización: Apr 27, 2016 ⏰

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